La jueza imputa por simulación de delito al lotero de Lugo que denunció el robo de 400.000 euros

El lotero de Lugo que denunció en enero un robo de 400.000 euros en su administración está investigado por simulación de delito, intento de estafa y apropiación indebida, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. El dueño del despacho de loterías, Guillermo R. R., ha quedado en libertad tras acogerse a su derecho a no declarar. No ha entrado en prisión porque ninguna de las partes del procedimiento lo ha solicitado, añaden las mismas fuentes. Los dos detenidos como autores materiales del supuesto robo, un hombre y una mujer que fueron arrestados en Madrid este martes, han sido puestos en libertad tras declarar en dependencias policiales.

El caso, en manos del Juzgado Número 2 de Lugo, ha dado un giro en los últimos días. El martes fueron detenidos los supuestos autores del robo, y sus declaraciones, junto con otras diligencias, han llevado a los investigadores de la Policía Nacional hasta el propietario del despacho de lotería. “La investigación sigue abierta y en las próximas horas o en los próximos días puede traer alguna novedad”, aseguró este miércoles el portavoz de la Policía Nacional en Lugo, Manuel Arias Veiga.

Tras el robo, el lotero fue investigado por el atraco, pero esas diligencias fueron archivadas y hasta hace apenas unos días no se encontraba implicado, según fuentes policiales. En abril, la jueza instructora rechazó autorizar unas peticiones de investigación de la Policía Judicial, como pedir a las compañías telefónicas la geolocalización de los teléfonos móviles o información sobre determinadas cuentas bancarias, según informa Efe. A pesar de ello, la investigación policial siguió su curso.

El día del robo, Guillermo R. R. relató con gran detalle los ocho minutos en los que dos encapuchados entraron en su establecimiento para llevarse esta importante suma. Entonces contó a los medios que los ladrones irrumpieron a primera hora de la mañana, cubiertos con pasamontañas cuando tenía la persiana medio abierta. Según su relato, lo amenazaron y lo encañonaron, hasta que abrió las cajas fuertes y se hicieron con el botín. El propietario aseguró que justo ese día iba a acudir al banco para efectuar un pago “muy importante”, de 230.000 euros, que tenía pendiente desde la semana anterior, correspondiente a la factura de la Lotería de Navidad. Un grupo de loteros consideró entonces que no era habitual que las administraciones guarden esa cantidad de dinero en sus cajas fuertes, y que estos negocios cumplen en la actualidad con niveles de seguridad muy elevados, similares a los de un banco.