Condena judicial a la Navidad de Vigo: “El ruido superó los límites legales”

El Ayuntamiento de Vigo tendrá que adoptar medidas para evitar que las fiestas de Navidad, que se han convertido en el principal reclamo turístico de la ciudad, no superen los niveles acústicos permitidos en las ordenanzas locales. Así lo establece una sentencia del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) que se ha conocido este miércoles y que aprecia “una conducta lesiva de los derechos fundamentales”. El fallo, que no es firme y puede ser recurrido en casación ante el Tribunal Supremo, se produce tras la denuncia de una vecina que deberá ser indemnizada por el consistorio con 600 euros. Ella había reclamado 1.640 por los daños ocasionados durante los dos meses de fiestas ininterrumpidas.

El tribunal condena al Ayuntamiento que preside el socialista Abel Caballero por vulnerar los derechos fundamentales a la intimidad personal y familiar y a la inviolabilidad del domicilio de la vecina, residente en la céntrica calle Arenal, debido al ruido que tuvo que soportar durante la celebración de la Navidad 2022-2023. El fallo ordena al gobierno local que adopte “las medidas necesarias para evitar la reiteración de su conducta”. También lo insta a poner los medios necesarios para garantizar “que los niveles de ruidos exteriores e interiores no rebasen los umbrales fijados por las normas aplicables”.

La sección tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del alto tribunal gallego acepta así parcialmente el recurso de apelación interpuesto por la denunciante contra una sentencia del juzgado de lo contencioso-administrativo número 1 de Vigo que desestimó su demanda. En ella la mujer se quejaba del ruido provocado por el mercado temático de Navidad y el parque de atracciones, situados en las inmediaciones de su domicilio, entre el 20 de noviembre de 2022 y el 16 de enero de 2023. Solicitaba una indemnización de 1.640 euros porque equivale al precio de arrendamiento de una vivienda de iguales características y situación durante ese periodo, pero el TSXG ha rebajado la compensación considerablemente.

Los magistrados consideran acreditado que “el ruido padecido por la apelante tuvo carácter persistente, ya que su continuidad perduró (en los horarios permitidos) prácticamente dos meses, y fue intenso porque superó los límites legales permitidos”. La afectada, según la sentencia, “tuvo que desenvolver su vida diaria junto a sus dos hijos de uno y tres años de edad” en unas circunstancias que podrían “conllevar una afectación potencial a la salud de las personas”. Ese ruido excesivo, añaden, “implica un menoscabo del desarrollo de la personalidad, al imposibilitar el desarrollo de la vida diaria, lo que vulnera los derechos fundamentales denunciados como violados”.

El fallo recrimina que el gobierno de Caballero “se mantuvo inactivo al respecto de la contaminación acústica que se estaba produciendo, la cual es achacable exclusivamente al ente local, que es el que tuvo el control del foco emisor en todo momento, como dador de las correspondientes autorizaciones para celebrar la actividad de ocio y responsable de su supervisión”. El TSXG recuerda al Ayuntamiento que “existe un deber de los poderes públicos” de garantizar un “descanso y tranquilidad mínima, según las circunstancias”: “El interés jurídico que ha de resultar prevalente, el más digno de protección, es el derecho de los ciudadanos a la no recepción de ruidos molestos, en cuanto expresión de calidad de vida digna”.

La mujer interpuso demanda en 2023. Al ser desestimada en junio del pasado año, presentó un recurso al que se adhirió la Fiscalía. Para que el recurso fuera desestimado, el Ayuntamiento alegó el importante reclamo para el turismo que suponen estas fiestas para Vigo. Los letrados del consistorio defendieron ante el Tribunal Superior que los festejos navideños en los que se ha volcado Caballero desde que es alcalde son para la ciudad más poblada de Galicia “una tradición fuertemente arraigada que con el tiempo ha ido ampliando su período de celebración”: “La iluminación y los eventos recreativos situados en distintos lugares del término municipal se han convertido en un auténtico reclamo turístico no sólo para los residentes en Vigo, sino esencialmente a nivel autonómico y nacional”.