Estrella Galán: “La esencia de las izquierdas no está en las marcas, está en las propuestas”
La cabeza de lista de la coalición de Yolanda Díaz, crítica con los socialistas, aboga por exportar a Europa su modelo de trabajo en el Ejecutivo
Estrella Galán (Madrid, 53 años), muy crítica en campaña con el PSOE, defiende el papel de Sumar como motor de las políticas sociales en el Gobierno y aboga por exportar a Europa ese modelo. La exdirectora de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), con 25 años de experiencia en el sector y un perfil que logró el consenso de los más de siete partidos que integran la coalición, es la menos conocida de todas los candidatos a las europeas del 9-J.
Pregunta. ¿Qué la convenció para dar el salto a la política?
Respuesta. El contexto histórico que estamos atravesando. En un momento como este era determinante para demostrar que las ciudadanas también tenemos voz y posibilidades de incidir en política. Muchos políticos llevan mucho tiempo sin pisar calle, y apostar por alguien que viene de trabajar con los derechos humanos, con los colectivos más vulnerables, aporta visión fresca. Y tuvo que ver también con ese avance de la ultraderecha que amenaza a mi hija, a mi gente y a una España que ha sido faro de progreso.
P. ¿Qué explica que esa extrema derecha arrase entre los sectores populares en todo el mundo?
R. Tiene que ver con cómo se han gestionado las crisis. La de 2008 llevó a una desafección porque dejó a mucha gente en los márgenes. Esa crisis se gestionó a base de hombres de negro que llegaban con recortes, con una troika que planteaba rescatar a los bancos y no a las personas. A partir de ahí, el surgimiento de propuestas populistas que cuestionaban ese modelo europeísta y que además sonaban a cánticos de sirena, que resolverían todo, hizo que mucha gente desencantada abrazase esas tendencias. Ahora hay que trabajar firmemente por otro modelo en Europa. Hay que hacer ver a la ciudadanía que cuanto más Estado y más protección, menos crisis y menos tendencia a que el populismo avance.
P. ¿Debería renunciar España a estar en la Comisión Europea si la extrema derecha forma parte de ella?
R. Deberían renunciar los partidos a hacerse fotos y abrazar a la ultraderecha. España tiene que estar e ir avanzando en esos espacios donde se toman las decisiones. Lo que tendríamos que hacer todas las fuerzas democráticas es blindar los espacios donde se toman las decisiones para que la ultraderecha no avance. Me preocupa ese gesto que desde el PSOE nos han manifestado, Teresa Ribera, diciendo que podrá tener en cuenta en un momento determinado el acercamiento a [la primera ministra italiana, Giorgia] Meloni si alguno de sus valores va variando.
P. Han negado que vaya a ser así.
R. Decirlo lo dijeron. Otra cosa es que después se hayan desdicho.
P. Abogan por derogar el pacto de migración y asilo.
¿Es factible con las derechas al alza?
R. Tendrá que ver con la posición de los socialdemócratas, que abogaban por un pacto de migraciones mucho más humano y se han rendido a las peticiones de los países más reaccionarios y de la derecha y la extrema derecha, manifestando que hay que resignarse. Un pacto que, además, a los países del sur nos deja en una situación problemática.
P. ¿Por qué el PSOE lo celebra?
R. Nos sorprende y preocupa que el PSOE saliese defendiendo ese pacto con el argumento de que era el mejor posible. Un PSOE que en Europa se conforma, que renuncia a avanzar por no perder ese control de fuerzas. Lo ha hecho también con las reglas fiscales.
P. ¿Es la izquierda cobarde a la hora de hablar de inmigración de forma constructiva? El discurso está marchado por la ultraderecha y todos van a rebufo.
R. El relato hay que cambiarlo. Hemos visto diferentes olas de crisis de personas que han llegado a Europa, que necesitaban protección. Una fue la de 2016 con el éxodo que se vivió en Siria. Ahí el relato era negativo, “son demasiados, no caben”. La izquierda tampoco fue valiente en hacer una política de acogida abierta y firme. Sin embargo, recientemente hemos acogido a siete millones de personas de origen ucraniano con un relato absolutamente positivo. Cuando la izquierda falla en el relato, cuando se esconde por el miedo a contener las reacciones de la ultraderecha, lo único que avanza es el odio y el miedo.
P. Una de las prioridades presupuestarias de la próxima Comisión será el gasto en defensa, por primera vez con un capítulo específico. ¿Debe suplir la UE su dependencia militar de Washington con una mayor inversión en armamento?
R. Europa debe ser más autónoma en relación a la OTAN y a EE UU. Pero el gasto en defensa es suficiente y lo que debe haber es una mayor armonización y coordinación de ese gasto. Ahí es donde no se están haciendo los deberes. No podemos incrementar el gasto armamentístico sin propuestas de paz que avalen el fin de los conflictos.
P. ¿Son partidarios de la entrada de Ucrania en la OTAN?
R. Somos partidarios del fin de la guerra. A partir de ahí, tendremos que ver en qué condiciones esta Ucrania internamente para entrar o no en la OTAN, para entrar o no en la UE.
P. ¿Está siendo la UE cómplice del conflicto en Gaza?
R. La UE debe dar pasos en firme. Primero, para reconocer el Estado de Palestina y, segundo, para parar de una vez por todas el genocidio. Para nosotros no es una guerra, es un genocidio. Y la UE se debería sumar a la demanda de Sudáfrica que hay contra Netanyahu.
R. Con un EE UU cada vez más proteccionista y la pujanza de China, ¿cómo puede aumentar su competitividad Europa?
P. La UE debe generar un espacio productivo propio, con una menor dependencia de terceros Estados. La transición ecológica justa es una oportunidad de oro para evitar la dependencia que hay de las energías y para producir un nuevo mercado interno que nos haga depender mucho menos de terceros.
P. El Pacto Verde que defienden ha provocado protestas de ganaderos y agricultores en toda Europa. ¿Está dejando atrás a algunos sectores?
R. El malestar es legítimo, hay que hacer una revisión de la política agraria común, que tiene un nivel de burocracia altamente dificultoso para muchos agricultores y hay que armonizar esas políticas para que tengan cabida en la nueva transformación. Hay que sentarse, escucharles y generar un nuevo modelo productivo agrícola donde estén dentro. No se ha sabido explicar. La ultraderecha les está instrumentalizando y manipulando para alejarlos de las posiciones más progresistas y ecologistas.
P. Bruselas se ha convertido ya en otro escenario de batalla de la política nacional, con los partidos en ocasiones más ocupados de asuntos como la amnistía o la renovación de CGPJ que de la política europea. ¿Cuál va a ser su estrategia?
R. Vengo de la sociedad civil y tengo la frescura todavía de saber lo que necesita la gente, que está cansada de que se utilicen las instituciones para hacer política personalista e interesada, para manipular y engañar. Ahí no voy a bucear.
El Gobierno sin Sumar haría más feliz a un Page
P. Sumar pide a la ciudadanía que se tomen estas elecciones con una reválida del 23-J. Si se obtienen un mal resultado, ¿cómo puede afectar al Gobierno?
R. El Gobierno de coalición sin Sumar sería un peor Gobierno. El Gobierno de coalición sin Sumar haría más feliz a un [Emiliano García-]Page, por ejemplo, o a una Iberdrola, pero haría más infelices a los españoles. Los resultados del 9-J van a ser la fuerza para validar a Sumar en ese espacio que necesita ir haciendo cuña en el Gobierno, porque Sumar es quien impulsa las políticas sociales y ese es el modelo que queremos trasladar a Europa.
P. Desde Podemos denuncian la inacción del Gobierno, usted misma llama en campaña al PSOE a gobernar.
R. La coalición está dando pasos gracias a lo que hace Sumar. El PSOE está en estos momentos un poco desaparecido. Nosotros le pedimos que actúe.
P. Están siendo muy críticos con los socialistas en campaña. ¿Les preocupa que rentabilicen el voto útil?
R. Los cinco días [de reflexión] de Pedro Sánchez hicieron su efecto. Pero estamos recibiendo de la gente un malestar por el hecho de que después de ese parón no haya habido propuestas concretas. Se ha activado el voto de la izquierda en términos generales.
P. ¿Es Podemos una candidatura más de izquierdas que la suya?
R. El frasco de la esencia de las izquierdas no está en las marcas, está en las propuestas. Y Sumar está dando pasos imprescindibles para cambiar la vida de la gente. Ha subido el salario mínimo interprofesional, ha frenado la privatización de la sanidad pública, ha hecho gestos que hacía mucho tiempo que estaban paralizados. Esa es la esencia de la izquierda.
P. ¿Estará en Bruselas los cinco años?
R. Desde el primer día voy a estar en Bruselas. Mi compromiso es ese, no tengo otra misión.
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