La oposición andaluza en bloque intenta acorralar por primera vez a Moreno con “supuestas corruptelas”

Por primera vez en sus cinco años y medio de plácido gobierno en Andalucía, Juan Manuel Moreno ha tenido que contestar en bloque a las preguntas de la oposición sobre “supuestas corruptelas”, como él mismo las calificó, ocurridas durante su mandato. Los portavoces de los diferentes grupos han ido turnándose en la sesión de control en la tribuna del Parlamento autónomo para lanzar duras críticas al presidente de la Junta. “O acaba con esta dinámica o el cortijo va a oler peor”, ha advertido José Ignacio García (Adelante Andalucía), trayendo a la memoria lo que el PP durante sus muchos años de oposición reprochó a los antiguos gobernantes socialistas.

Las “supuestas corruptelas” giran sobre los contratos de emergencia en materia sanitaria para atajar unas listas de espera disparadas y disparatadas; los convenios de la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes con empresas en los que han intervenido altos cargos que antaño trabajaban en las sociedades beneficiadas por las subvenciones; el acuerdo con la Real Federación Española de Fútbol para recuperar el estadio de La Cartuja investigado por la Guardia Civil; o la incompatibilidad del exviceconsejero de Salud, que dio 44 millones en conciertos a la aseguradora privada Asisa y por la que ha fichado una vez que fue destituido, un fichaje que la Junta autoriza se firme a partir de agosto. “Pueden parecer cosas feas, pero no ilegales”, aseguraron a EL PAÍS fuentes del Gobierno andaluz.

Este jueves ha sido la primera vez que Moreno, que no estaba cómodo, ha tenido que defenderse de una retahíla de críticas oídas una detrás de otra. Comenzó el izquierdista José Ignacio García sobre las prórrogas de los contratos de hospitales de Asisa, a los que el Gobierno andaluz derivó 43,7 millones de euros cuando la gerencia del SAS y luego la Viceconsejería de Salud la ocupaba Miguel Ángel Guzmán. Este abandonó el cargo en diciembre pasado y tres meses después fue fichado como director médico por la aseguradora privada. “¿Usted qué diría si estuviera en la oposición? Asisa se ha comprado un político de su Gobierno, utilizando las puertas giratorias, que es una forma de corrupción. El cortijo empieza no a oler mal, sino fatal. Acabe con esta dinámica o va a acabar como su antecesora”, ha dicho el portavoz de Adelante.

Momentos después ha sido Inma Nieto, portavoz de Por Andalucía (la marca regional de Sumar), la que le ha puesto frente al espejo, leyendo frases de Moreno cuando era líder de la oposición sobre la situación de la sanidad privada que hoy repiten los grupos de izquierdas. Nieto también llevaba preparada su frase-titular en relación con los convenios firmados por la Junta con la RFEF presidida por Luis Rubiales, investigado por corrupción, para poner en carga el estadio de La Cartuja de Sevilla. Nieto le ha acusado de provocar un “debate placebo” en torno a la polémica generada por la Junta sobre la ocupación de asientos en la reciente final de la Copa del Rey. “Nos han tenido enredados para que nadie pensara cómo un dinero de la Junta de Andalucía que era para arreglar un estadio, había acabado pagando mojitos en Punta Cana a Rubiales”, ha dicho.

A continuación ha sido el portavoz de Vox, Manuel Gavira, el que se ha referido a la contratación del exviceconsejero por la aseguradora privada como “un ejemplo de economía circular”. Este ha reprochado a Moreno que “por mucha propaganda que meta, no va a poder borrar la ineficacia en la gestión”.

El último turno de los grupos de la oposición ha sido el del socialista Juan Espadas. Los socialistas llevan más de dos semanas elevando el tono e incrementando sus denuncias sobre presuntas incompatibilidades de altos cargos de la Junta ante la Oficina Andalucía Antifraude. Pero Espadas, que pasa media semana en Madrid como portavoz del PSOE en el Senado, ha sido el que ha utilizado el tono más suave y se ha limitado a hacer un recopilatorio de lo dicho por sus portavoces en días anteriores. Se ha quejado de la falta de transparencia del Gobierno de Moreno y de respuesta a las peticiones de información sobre los contratos de emergencia sanitarios. La lacia intervención de Espadas ha llamado la atención a otros grupos. “Siento decirlo, pero la oposición a Moreno la debería liderar Espadas, si sigue así va a estar otros cuatros años en la oposición”, se ha quejado un portavoz parlamentario.

Los socialistas también han defendido la creación de una comisión de investigación sobre las contrataciones de emergencia que no ha salido adelante por el rechazo de la mayoría absoluta del PP. El PSOE dice que va a presentar una denuncia, que ha encargado a un despacho penalista de Sevilla, sobre supuestas “irregularidades”. Asegura este partido que los casos que airean, ninguno en los tribunales, son “la punta del iceberg” de un “modus operandi” del Gobierno de Moreno.

Está por ver la repercusión electoral de las denuncias de la oposición. Las encuestas del Centro de Estudios Andaluces, un órgano que depende de la Consejería de la Presidencia, dicen que Moreno no sufre ningún desgaste: en los próximos días saldrá un nuevo barómetro. En el Gobierno andaluz creen que la estrategia de desgaste del PSOE es una “extensión” de lo que ocurre en el Congreso y en el Senado, pero sin recorrido judicial alguno, aunque los socialistas aseguran que llamarán a declarar a la comisión de la Cámara Baja a miembros de la Junta. “No hay ningún proceso abierto ni previsión de que lo haya”, aseguran fuentes del Ejecutivo andaluz. No obstante, Moreno ha encargado al consejero de la Presidencia, Antonio Sanz, “estar muy pendiente” sobre si “alguien vulnera las normas” establecidas.