El misterio de la Cruz de Borgoña exhibida en una comisaría: Interior ignora quién la puso y cuándo
El Gobierno detalla en una respuesta parlamentaria a Sumar que la bandera, utilizada por la ultraderecha en sus protestas, fue intervenida hace años en una operación policial en Canarias
Ni quién ni cuándo. El Gobierno admite que desconoce las circunstancias que rodean la exhibición en una comisaría de la Policía Nacional en Las Palmas de una bandera con la Cruz de Borgoña, uno de los símbolos utilizados por la ultraderecha en sus últimas protestas. En una respuesta parlamentaria al portavoz de IU en el grupo de Sumar en el Congreso, Enrique Santiago, tras más de un mes de investigación interna por parte del Ministerio del Interior, el Ejecutivo califica de error que la enseña estuviera expuesta en una sala interior de las dependencias policiales y recalca que fue retirada “de forma inmediata” el 14 de febrero, tras conocerse su presencia en las instalaciones por un reportaje en RTVE.
El Gobierno añade que Interior abrió entonces una “información reservada [investigación interna] por si pudiera deducirse algún tipo de responsabilidad disciplinaria”, aunque reconoce que hasta el día de la respuesta, el pasado 19 de marzo, esta no había tenido éxito y no se podía precisar ni “la fecha exacta” en la que se colocó ni quién lo hizo. Sí señala que las pesquisas han permitido saber que la enseña “fue intervenida hace años en una operación policial”, sin más detalles.
La existencia de la enseña como parte de la decoración de las dependencias oficiales se conoció tras la emisión en febrero de un reportaje de RTVE que mostraba imágenes de los preparativos del operativo policial para hacer frente a posibles incidentes durante las multitudinarias celebraciones de esos días en la capital canaria durante el Carnaval. En ellas se mostraba a un mando policial dando instrucciones a otros agentes en una sala presidida por una enseña española y, justo debajo y de un tamaño ligeramente mayor, la bandera con la Cruz de Borgoña. Inmediatamente después, este mismo responsable policial hacía declaraciones a una periodista con la misma simbología de fondo.
Aquel hecho provocó que Sumar presentara una iniciativa parlamentaria en la que preguntaba al departamento de Fernando Grande-Marlaska “qué responsabilidades van a depurarse ante el uso de simbología ultraderechista o fascista en una dependencia policial”. Enrique Santiago recalcaba que la bandera con la Cruz de Borgoña era usada en la actualidad “por grupos de extrema derecha en sus perfomances [algunos manifestantes de las protestas que se celebraron ante la sede federal del PSOE en la calle Ferraz de Madrid las portaban] y por aficionados ultras en los campos de fútbol” e incidía en que “fue utilizada por regimientos tradicionalistas y carlistas durante la guerra civil española dentro del bando fascista”.
En las últimas protestas de la ultraderecha, la bandera con el aspa roja ―que representa dos ramas con nudos― ha sido enarbolada por algunos manifestantes junto a otras enseñas con símbolos históricos, como el águila bicéfala, que fue emblema de la casa de Habsburgo o casa de Austria. En la mayoría de las ocasiones, los participantes en las protestas daban muestras de desconocer el significado de estos y otros símbolos, según revelaban en sus declaraciones a los medios cuando les preguntaban por ellos. En el caso de la Cruz de Borgoña, esta fue incorporada a las banderas españolas de la mano de Felipe el Hermoso, de las casas de Austria y Borgoña, que se casó con Juana I de Castilla (Juana la Loca), hija de los Reyes Católicos. El aspa, que tiene la forma de la Cruz de San Andrés (patrón de los borgoñones), se convirtió en el símbolo del imperio con Carlos I de España y V de Alemania, hijo de ambos.
A partir de ese momento, la cruz ha estado presente en los estandartes reales ―las banderas personales― de los reyes, aunque desapareció de la bandera española a finales del siglo XVIII por decisión de Carlos III, quien quería evitar que los navíos de la corona fueran confundidos con los de Francia o Nápoles, que también llevaban esta aspa en sus enseñas navales. Entonces, la bandera de los buques pasó a ser la roja, amarilla y roja, la que Isabel II convertiría en 1843 en emblema de España. No obstante, la Cruz de Borgoña siguió en los escudos reales y Franco la colocó en los aviones del ejército sublevado durante la Guerra Civil. Tras la muerte de este, Juan Carlos I la mantuvo en su escudo, pese a la vinculación del símbolo con el franquismo. Felipe VI la excluyó del suyo al subir al trono.
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