Detenido en Sevilla un menor por yihadismo tras ser sorprendido haciendo pruebas con explosivos
La Policía halla en su domicilio productos susceptibles de usarse para elaborar material para bombas y un hacha
La Policía Nacional detuvo este domingo por la tarde en Montellano (Sevilla, 7.000 habitantes) a un menor de 16 años y nacionalidad siria por su presunta implicación en actividades yihadistas. El arresto se produjo después de que el joven fuera detectado ese mismo día realizando pruebas con explosivos de fabricación casera en un descampado de la localidad, según detallan a EL PAÍS fuentes cercanas a la investigación. La policía investigaba al joven desde hace cerca de cuatro meses por los mensajes islamistas radicales que difundía a través de redes sociales, añaden esta mismas fuentes.
En la vivienda donde este residía con su madre y una hermana de ocho años los agentes encontraron diversos productos ―ácido sulfúrico, acetona y aguafuerte― que pueden usarse para la elaboración de sustancias explosivas, así como pólvora. La progenitora también ha sido interrogada para que aclare si conocía las actividades de su hijo, ya que este tenía los productos a la vista en la vivienda, y si ella pudo haber adquirido parte de ellos.
Durante el registro, los agentes también encontraron un hacha y anotaciones sobre la elaboración de sustancias explosivas, así como un chaleco de los que habitualmente usan los terroristas para inmolarse. Esta es la sexta detención de un menor en España en los últimos cuatro meses por supuestas actividades yihadistas.
La investigación que ha desembocado en el arresto del menor se inició en octubre, cuando el patrullaje que los expertos de la lucha antiterrorista hacen en internet en busca de adoctrinadores islamistas detectó que, a través de sus perfiles en redes sociales, el menor hacía presuntamente proselitismo de la yihad. Las pesquisas en torno a él revelaron un alto grado de radicalización que, en las últimas semanas, supuestamente se había acentuado. De hecho, la Policía tenía previsto detenerlo a mediados de esta semana.
Sin embargo, los seguimientos a los que era sometido el menor permitieron observar cómo, el pasado domingo, abandonaba su vivienda con una mochila y se dirigía a un descampado. Una vez allí, se observó como detonaba pequeñas cantidades de explosivo en lo que los agentes interpretaron como una prueba de las sustancias explosivas que estaba manejando. El hecho de que, además, enviase un mensaje señalando que este lunes iba a ser “el día” hizo temer a los agentes que el joven pudiera intentar cometer un atentado de manera inminente. Está previsto que el joven declare este martes en la Audiencia Nacional.
La localidad de Montellano vivió en la tarde del domingo momentos de inquietud y cierto caos cuando sus vecinos vieron el despliegue del operativo de los agentes que cortaron varias calles del centro. El nerviosismo obligó al Ayuntamiento a emitir un comunicado por redes sociales llamando a la calma y trasladando que la Policía Nacional les había informado de que no existía “riesgo alguno para la población”, si bien la investigación seguiría “en las próximas horas”, por lo que se hacía “una llamada a la tranquilidad”.
El alcalde del municipio, Curro Gil, ha confirmado esta mañana que la familia estaba perfectamente integrada en el municipio. Una impresión que compartía la dueña de una mercería cercana a la casa donde vivían y de la que la madre del detenido, que había montado un local de costura, era clienta habitual. “Tenían un comportamiento intachable. Los conocíamos a los tres”, indica en conversación telefónica.
Las clases en el instituto al que acudía el menor no se han suspendido este lunes y, de hecho, el director trasladó este domingo a las familias que la jornada escolar iba a transcurrir con normalidad, ha señalado el regidor, si bien es cierto, que muchos chavales no han acudido este lunes al centro. El joven detenido estaba matriculado como repetidor en 3º de la ESO, indican las fuentes consultadas. El año pasado fue expulsado temporalmente por llevar un arma blanca al colegio.
Son ya seis los jóvenes que, desde el pasado noviembre, han sido detenidos en España por presuntas actividades yihadistas, incluido el ahora arrestado. Los primeros fueron detenidos dos adolescentes en Palma de Mallorca y Plasencia (Cáceres), a los que se acusa de difundir proclamas radicales islamistas en canales de videojuegos frecuentados por jóvenes. En diciembre fueron detenidos otros tres menores (dos en la provincia de Madrid y otro en Barcelona) de entre 15 y 16 años, como presuntos autores de los delitos de autoadoctrinamiento y enaltecimiento terrorista por haberse valido de una plataforma digital para difundir mensajes en los que abogaban y justificaban el uso de la violencia contra los no musulmanes.
Explosivo de fabricación casera
También se les intervinieron manuales para elaborar triperóxido de triacetona (TATP), un potente explosivo de fabricación casera conocido como madre de Satán. Esta es la sustancia que había fabricado en grandes cantidades la célula yihadista que cometió los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils y cuyo estallido accidental mató a tres de sus integrantes. Antes del arresto de estos cinco menores, la Guardia Civil había detenido en septiembre en Vitoria a una mujer de nacionalidad española por adoctrinar a sus cuatro en la ideología del terrorismo yihadista.
En 2022, solo hubo un menor de edad detenido por estos delitos, un adolescente de 15 años en cuyo poder se encontró una gran cantidad de material propagandístico del Estado Islámico, incluidos vídeos de atentados y manuales sobre cómo elaborar explosivos. El joven, que había comenzado a consumir material yihadista con 12 años, fue condenado por autoadoctrinamiento a permanecer en un centro de menores en régimen cerrado hasta su mayoría de edad, para luego pasar a una situación de libertad vigilada.
La radicalización de los menores se ha convertido en una importante preocupación de la lucha antiterrorista. El estudio Yihadismo y yihadistas en España: 15 años después del 11-M, publicado en 2019 por el Real Instituto Elcano, ya avanzaba un “incremento” de los yihadistas que habían iniciado su proceso de radicalización en edades tempranas. Según el informe, los islamistas que se habían fanatizado siendo menores de edad suponían el 17% de los detenidos y fallecidos en España entre 2001 y 2011; un porcentaje que ascendió hasta el 25,9% en el periodo comprendido entre 2012 y 2017. En este sentido, los autores del análisis precisaban que justo en 2012 se “constató un especial interés en el adoctrinamiento y la captación de niños y adolescentes por parte de agentes de radicalización yihadista activos en España”.
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