Margarita Robles descarta que la infiltración de los espías de EE UU en el CNI afecte “al núcleo de las relaciones” con España

La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha descartado este jueves que la infiltración de los servicios secretos de Estados Unidos en el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que se ha saldado con la detención de dos agentes españoles y la expulsión de al menos dos estadounidenses, como ha avanzado EL PAÍS, afecte a las relaciones entre Madrid y Washington. “En ningún caso afecta al núcleo fundamental en las relaciones de dos países que son aliados y amigos”, ha enfatizado Robles, tras confirmar que “se trasladó en momento las quejas por parte de España” a la embajadora estadounidense en Madrid, Julissa Reynoso.

“Estados Unidos y España son países amigos, socios, aliados”, ha dicho la ministra durante una visita a la Brigada Guadarrama, en su base de El Goloso (Madrid). “Cuando hay cuestiones que puedan afectar, se hablan y se tratan, pero eso en ningún caso influye en estas relaciones que tenemos”, ha agregado. “Nuestro compromiso con EE UU dentro del ámbito de la Alianza Atlántica y del ámbito bilateral es un compromiso firme, como países que somos serios y aliados y comprometidos”, ha concluido.

Robles convocó a la embajadora de Estados Unidos en España, Julissa Reynoso, para trasladarle sus quejas por el hecho de que los servicios de inteligencia estadounidenses hubieran captado a dos miembros del CNI para que les facilitaran información clasificada como secreta a cambio de una considerable cantidad de dinero. Al menos dos agentes destinados en la Embajada de Estados Unidos en Madrid han sido expulsados por estos hechos.

Robles no ha querido aportar más detalles, alegando que hay un procedimiento judicial abierto que ha sido declarado secreto, pero ha subrayado que el caso “surgió como consecuencia del propio trabajo” del CNI, que “detectó que se estaban realizando unas conductas irregulares que podrían ser constitutivas de delito” y denunció los hechos a la Fiscalía.

El descubrimiento de que dos agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) fueron sobornados por facilitar información clasificada como secreta a EE UU ha creado una situación inédita entre Madrid y Washington. La ministra de Defensa, de quien depende el CNI, convocó a su despacho tras el verano a la embajadora estadounidense en Madrid, Julissa Reynoso, para pedirle explicaciones por una acción que se considera hostil e insólita entre dos países aliados. También el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, llamó a la representante de la Administración Biden en Madrid y le trasladó el malestar del Ejecutivo, según fuentes gubernamentales.

La operación, que culminó hace dos meses con la detención de dos agentes del servicio secreto español, comenzó antes del verano, cuando en un control de seguridad del CNI se descubrió que habían accedido a información clasificada que no necesitaban para su trabajo ni estaban autorizados a conocer. La investigación interna confirmó que al menos uno de los agentes, un cuadro intermedio del centro de inteligencia, había sido captado por espías estadounidenses para que les consiguiera información secreta a demanda a cambio de una fuerte suma de dinero. Se trata, según fuentes próximas al CNI, de un jefe de área, una de las secciones que forman parte de la división de inteligencia, mientras que el otro detenido es su ayudante.