Sánchez pide al PP “cordura y mesura” y que acepte el resultado electoral

Pedro Sánchez no llegó investido presidente, como pretendía, al congreso del Partido Socialista Europeo, una fecha marcada en rojo en La Moncloa y en Ferraz, pero sí con la investidura ya en el bolsillo tras la firma el jueves del acuerdo con Junts, el pacto político más difícil de todos. La continuidad de un presidente socialista ha supuesto un alivio para la socialdemocracia europea tras la expansión de los gobiernos conservadores en alianzas que incluyen a la extrema derecha. La pérdida del poder en España, la cuarta economía de la zona euro y el cuarto país más poblado de la UE, habría sido una catástrofe para los socialistas europeos, que esta semana han sufrido un golpe imprevisto con la renuncia de António Costa. El primer ministro de Portugal, en el cargo desde 2015, será investigado por el Tribunal Supremo en el marco de un escándalo de corrupción, y su caída convierte a Sánchez en el primer ministro o presidente socialdemócrata —hay cinco en total, Alemania, Dinamarca y Rumanía, aparte de España y Portugal— con el mandato más longevo de Europa.

Sánchez ha pedido “cordura y mesura” tras una semana de protestas marcadas por episodios violentos frente a las sedes del PSOE. En la clausura del congreso del Partido Socialista Europeo celebrado en Málaga, el secretario general del PSOE ha instado al partido de Alberto Núñez Feijóo, que ha convocado el domingo manifestaciones en todas las capitales de provincia, a “aceptar el resultado de las urnas y la legitimidad del Gobierno de coalición progresista” que presidirá tras su investidura, prevista para el próximo miércoles y el próximo jueves. “Le pido que tenga el arrojo necesario para decir no al abrazo del oso de la extrema derecha y que abandone la ola reaccionaria por la que hoy avanza hacia el abismo”, ha aseverado el presidente en funciones.

Unas 250 personas contrarias a la amnistía de los encausados del procés, que Junts y ERC exigían a cambio de hacer posible la reelección de Sánchez, se han manifestado en el exterior del Palacio de Feria y Congresos entre fuertes medidas de seguridad. Santos Cerdán, secretario de Organización del PSOE, responsabilizó al expresidente del Gobierno José María Aznar del acoso a las casas del pueblo socialistas: “Nos preocupa mucho este clima que está creando la derecha y ultraderecha. Quiero recordar cuándo empieza todo, tras unas declaraciones de Aznar en las que dice que cada uno haga lo que tenga que hacer para parar este Gobierno. Son muy peligrosas las palabras de algunos líderes y aquí Aznar tiene mucha responsabilidad de lo que está pasando”. “En estos días, la ultraderecha más nostálgica de esa cruel dictadura franquista exhibe símbolos y proclamas de un pasado oscuro para España. Un pasado que creíamos superado, cuyo eco resuena hoy con la complicidad de la derecha tradicional”, ha referido Sánchez.

“El Gobierno va a salir adelante con el respaldo de 179 votos. Y todos ellos son legítimos representantes de la voluntad popular. Con esa fuerza y legitimidad que nos da poder acordar con todos, gobernaremos para todos los españoles cuatro años más, con avances sociales, con convivencia y con estabilidad institucional”, ha remarcado el secretario general del PSOE. Sánchez, que ostenta además la presidencia de la Internacional Socialista desde hace un año, contará con el respaldo de los diputados de su socio de coalición Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5), BNG (1) y Coalición Canaria (1). El voto favorable de este último partido, que también votó a favor de la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo, le ha permitido formar un bloque transversal que abarca a partidos de centroderecha, entre los que también se incluye el PNV frente a la investidura fallida del líder del PP por no haber más apoyos que los de Vox y UPN.

“España volverá a tener un Gobierno progresista de coalición para los próximos años y este Gobierno contará con el liderazgo del PSOE”, ha celebrado Sánchez, que antes de la clausura del cónclave socialdemócrata se ha reunido con el canciller alemán Olaf Scholz y la primera ministra danesa Mette Frederiksen y sus homólogos Robert Abela (Malta) y Marcel Ciolacu (Rumanía).

“Este triunfo no es exclusivo de los socialistas españoles, es un triunfo y una esperanza para todos los progresistas de Europa. El 23 de julio pudimos frenar la ola reaccionaria en España frente a una derecha desnortada y en junio pondremos coto a esta ola ganando las europeas”, ha apostillado Sánchez en un acto al que han asistido la vicepresidenta tercera Teresa Ribera y los ministros José Manuel Albares, Luis Planas, Diana Morant y José Manuel Miñones. “España solo puede ser gobernada si se reconoce el pluralismo político del país. El PP solo puede pactar con Vox. El PSOE es la única fuerza que puede pactar con el resto de fuerzas políticas, menos con Vox”, ha sentenciado Sánchez en un evento que, pese a la euforia contenida por haberse asegurado la investidura, ha quedado deslucido por la ausencia del primer ministro de Portugal.

Sánchez, que desde su llegada a La Moncloa en junio de 2018 forjó una alianza con Costa en la que la península Ibérica se convirtió en el bastión de los socialistas europeos, le ha trasladado “un abrazo en nombre de la familia socialista europea a un gran compañero y a un gran socialista”. Costa renunció el martes “para preservar la dignidad de las instituciones democráticas” tras el escándalo que afecta también a su jefe de gabinete y un empresario muy cercano. “Estoy tranquilo con el juicio de mi conciencia, no ya respecto a actos ilícitos, sino incluso censurables”, alegó en su dimisión.

El resultado del 23-J ha hecho que el líder del PSOE, que desde hace un año preside la Internacional Socialista, haya exportado el lema de los socialistas en las últimas elecciones generales, “Adelante”, a toda la familia socialdemócrata. “¡Adelante Europa, adelante socialismo!”, ha cerrado Stefan Löfven, ex primer ministro sueco y presidente del Partido Socialista Europeo. Bella Ciao, el himno de los miembros de la resistencia italianos contra los nazis y fascistas en la II Guerra Mundial, reverberó mientras fuera seguían con sus cánticos contra Sánchez un puñado de manifestantes.