_
_
_
_
_
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

El salto de Sánchez con la amnistía alienta la idea de que el pacto de investidura está muy avanzado

El presidente ha dado un paso sin marcha atrás. Hasta ahora su entorno explicaba que no podía hablar del perdón hasta que no estuviera amarrada la investidura

Santos Cerdán, secretario de organización, Pedro Sánchez, secretario general y María Jesús Montero, vicesecretaria general, este sábado durante el comité federal del PSOE.
Santos Cerdán, secretario de organización, Pedro Sánchez, secretario general y María Jesús Montero, vicesecretaria general, este sábado durante el comité federal del PSOE.Santi Burgos
Carlos E. Cué

No hay marcha atrás. Pedro Sánchez ha dado el paso definitivo, el que le pedían muchos desde hace semanas y al que se negaba en cada comparecencia pública con el argumento de que la negociación estaba en marcha y era imprescindible ser discreto. El líder del PSOE ha confirmado que la amnistía “por los hechos acaecidos en Cataluña en la década pasada” es su oferta principal para que los independentistas voten su investidura y ha explicado los motivos políticos que le empujan a esta decisión, incluido el de evitar la repetición electoral para no dar una segunda oportunidad a la derecha.

Hasta ahora, en el entorno del presidente señalaban que Sánchez no hablaría de la amnistía hasta que el acuerdo de la investidura estuviera muy avanzado. Y ofrecían un argumento político sólido. Si el líder del PSOE defiende abiertamente la amnistía y después el acuerdo se frustra por algún otro detalle, estaría vendido ante una repetición electoral, explicaban. En la campaña, el PP le diría que se entregó a los independentistas y él no podría defender que resistió. “Es un suicidio político, no podemos hacerlo hasta que no esté garantizado que hay investidura”, insistían diversos miembros del Gobierno y dirigentes del PSOE.

En sentido contrario, el paso que ha dado Sánchez, absolutamente claro y definitivo, con una defensa cerrada de la amnistía e incluso una explicación de su propio cambio de opinión obligado por el resultado de las elecciones ―él mismo descartaba este perdón total, incluso en la pasada campaña electoral― alienta la idea de que la investidura está muy avanzada. Sánchez ha vuelto a jugar muy fuerte, pero obviamente con una información muy superior a la que tienen todos los demás. El presidente conoce al minuto el estado de las negociaciones y si ha dado este paso, que se ha preparado minuciosamente en las últimas semanas, es porque cree que la investidura está amarrada.

El tono de su discurso así lo indica, dando por hecho que este es el paso imprescindible para evitar una repetición electoral y una segunda oportunidad a la derecha. Además, cuando anunció la amnistía, el presidente recibió el aplauso puesto en pie de casi todo el comité federal, con la excepción del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García Page, lo que muestra que tiene el apoyo de su partido. La consulta que empieza ahora no incluirá la palabra amnistía, pero después del discurso de Sánchez todos los militantes sabrán lo que están votando si aprueban la coalición y la negociación con los demás grupos para completar la mayoría.

Según fuentes del Gobierno, cada paso está negociado y medido para concluir finalmente en la investidura con la “fotografía completa” del acuerdo con los independentistas y el resto de socios, que ahora solo conoce el presidente y su equipo más cercano, y que poco a poco irá desgranando después del paso decisivo de este sábado. La semana ideal para el PSOE para la investidura sigue siendo la del 7 de noviembre. Antes vendrá la jura de la Constitución de la princesa Leonor, el 31, y la consulta a las bases, toda la semana. Y además, habrá que dar otros pasos antes de la investidura, como la presentación de la ley de amnistía y su registro en el Congreso, y también la firma oficial de este acuerdo político con los independentistas que podría incluir una foto con Carles Puigdemont en Bruselas de un representante del PSOE, con Santos Cerdán como el más probable encargado de esa tarea.

Quedan muchos trazos por ver antes de tener el dibujo completo. En primer lugar, comprobar el alcance de la amnistía y su justificación jurídica para garantizar que pasa el filtro tanto del Tribunal Supremo y otros que tienen que aplicarla como del Tribunal Constitucional, que tendrá que resolver sobre un más que probable recurso del PP. También, concretar el relato político en la exposición de motivos ―en los últimos días se había suavizado mucho porque no había forma de pactar un relato común con los independentistas, que ni siquiera admiten que hubiera ningún delito en el procés― y todas las cuestiones colaterales alrededor de este gran pacto político, como el “mecanismo de verificación” que pedía Junts y que el PSOE rechaza si consiste en un mediador internacional, o la revitalización de la mesa de diálogo que reclama Oriol Junqueras, el líder de ERC.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Queda camino aún, pero Sánchez ha dado el salto más importante: anunciar y explicar el apoyo del PSOE a la investidura con un argumento que es una respuesta a la derecha, que acusa a los socialistas de traicionar a España. Sánchez insiste en que este gran paso se hace por conseguir un Gobierno progresista, sí, y por evitar una repetición electoral. Pero también se da “en el nombre de España, en el interés de España, en defensa de la convivencia entre los españoles”. Y esto será decisivo en la argumentación de las próximas semanas. Esto es, se hace por necesidad, pero también por convicción. “Hay que hacer de la necesidad virtud”, ha llegado a decir, en un discurso directo que no ha esquivado ninguna de las críticas.

Por eso, Sánchez insiste tanto en que también le criticaron los indultos y, sin embargo, se han demostrado un acierto político porque sirvieron para calmar la situación en Cataluña, debilitar a los independentistas ―su apoyo en las generales ha sido históricamente bajo―, reducir el respaldo social a la independencia, según las encuestas, y reforzar a un partido que se reivindica constitucionalista como el PSC, que se ha consolidado como primera fuerza en Cataluña.

Todo está ya, pues, listo para presentar el acuerdo, con un goteo de noticias y pasos que vendrán en los próximos días. Lo único seguro es que ya no hay marcha atrás. La amnistía ha sido presentada en el comité federal del PSOE y Sánchez se ha jugado todo a esta carta. En estas condiciones, un fracaso ahora y una repetición electoral parece impensable y este discurso es la prueba de que el presidente no la contempla. El pacto parece cercano. “Estamos muy muy cerca”, señalan fuentes de la negociación. Todo indica que la respuesta a la gran pregunta —¿habrá Gobierno?— es inminente. El sí está ya casi a punto.

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_