Una tonelada de cocaína y 72 detenidos: desmantelada la mayor red que introducía droga en Baleares
Tras procesar la sustancia en laboratorios de Barcelona, se enviaba oculta a Mallorca en camiones de empresas legales
Una tonelada de cocaína decomisada, 72 personas detenidas, tres laboratorios desmantelados y 460.000 euros en dinero en efectivo. Estas son algunas de las grandes cifras que deja la mayor operación contra el narcotráfico realizada en Baleares y que ha asestado un duro golpe a las redes de introducción de droga en las islas. El operativo conjunto desplegado el pasado martes en Mallorca, Barcelona y Tarragona por la Policía Nacional y la Guardia Civil, en el que participaron más de 600 agentes de ambos cuerpos, ha permitido desmantelar una de las mayores organizaciones criminales dedicada a suministrar cocaína desde la capital catalana a los clanes que dominan el narcotráfico en la isla. La droga llegaba oculta en camiones de empresas legales conducidos por personas que cobraban alrededor de 1.000 euros por cada porte.
La Operación Fade, bautizada con el nombre del tipo de corte de pelo que llevaban algunos de los narcotraficantes de la organización, empezó el verano de 2022 cuando agentes de la Policía Nacional de paisano detectaron que tres hermanos de origen dominicano dirigían el tráfico de cocaína en el barrio palmesano de Gomila, donde se concentran numerosos restaurantes internacionales y bares de copas. Tras un cerco policial estrecho a los hermanos que se prolongó varios meses, los investigadores identificaron al cabecilla de una banda que se dedicaba a comprar la cocaína en cantidades importantes y que después la suministraba de forma diaria a los clanes palmesanos que dominan la venta al menudeo en la ciudad, localizados principalmente en el poblado chabolista de Son Banya.
El cabecilla de esta organización criminal, que llevaba operando más de seis años, controlaba el tráfico de cocaína entre las redes colombianas y dominicanas que operan en Cataluña y se encargaba de comprar la materia prima en Sudamérica. La banda contaba con tres laboratorios en Barcelona, que han sido desmantelados, en los que se trataba el producto. “Las organizaciones en Colombia convertían la hoja de coca en pasta, que se introducía en España aprovechando los canales internacionales de comercio de fruta. La mezclaban con guayaba, llegaba a Barcelona y se iniciaba el proceso en el laboratorio para retirar la fruta. Después se aplicaban filtros y ósmosis para obtener el sulfato de cocaína que derivaba en el producto que se consume después”, ha explicado Eduardo Herrero, capitán de la policía judicial de la Guardia Civil de Baleares.
La organización funcionaba mediante “una dura disciplina interna y un extremo hermetismo”, según ha afirmado este viernes el inspector jefe de la policía judicial de la Policía Nacional de las islas, Gerardo Pérez. Tenía a sueldo a una docena de conductores de camiones que de manera diaria introducían la cocaína en la isla y lograban eludir los controles para pasar una decena de kilos por semana. “La droga entraba camuflada entre los productos de los camiones que salían de Barcelona y entraban de madrugada por el puerto de Alcúdia, en el norte de Mallorca”, ha explicado Pérez. Los conductores aprovechaban su trabajo en empresas legales de transporte para realizar las entregas, aunque estas desconocían la actividad ilegal de sus empleados, que cobraban 1.000 euros por cada viaje, pero si se producían retrasos, no los percibían.
Los camioneros entregaban la mercancía a una red que se encargaba de repartirla entre los grupos criminales que dominan el narcotráfico en Mallorca. De hecho, la operación ha permitido desmantelar tres de los principales clanes familiares de venta de droga de la isla, que operaban desde el poblado chabolista de Son Banya. El clan del Ove, que había heredado la distribución de sustancias desde Son Banya, ha quedado desarticulado después de la detención de su cabecilla, que llevaba años en busca y captura tras fugarse durante el disfrute de un permiso penitenciario mientras cumplía una condena por narcotráfico. También se ha terminado con el clan de La Pipi y con el clan del Cabrero, cuyo líder había salido hace menos de dos años de la cárcel tras cumplir condena por narcotráfico. “Recibían alrededor de 10 kilos semanales y el que lo recepcionaba en Mallorca lo distribuía a la mayoría de los traficantes de cocaína conocidos en la isla. Hemos atacado la principal línea de suministro de los clanes de Son Banya, La Soledad, Gomila y Virgen de Lluc”, ha especificado Pérez.
La investigación se ha desarrollado en dos fases, con una primera que logró detener a 10 personas en Valencia, Alcúdia y Palma, que se encargaban de hacer las entregas. El pasado martes, más de 600 agentes de ambos cuerpos se desplegaron en Palma, Barcelona y Tarragona para practicar el resto de las detenciones. Los agentes irrumpieron de madrugada en más de 70 domicilios, 40 de ellos en Palma y 33 en Tarragona y Barcelona. Allí es donde se desmantelaron los tres laboratorios de procesamiento de la droga. Además de decomisar toda la maquinaria y los aparatos necesarios para su producción, los agentes se incautaron de 485 kilos de pulpa de fruta con cocaína y 1.100 litros de líquido mezclado con esta droga. También se intervinieron 63 kilos de cocaína compactada en forma de ladrillo, 90 kilos de ketamina, 3.300 pastillas de éxtasis y 460.000 euros en efectivo. Los líderes de la organización, han explicado los mandos policiales, llevaban un alto nivel de vida que se materializaba en casas y coches de lujo. Además, muchos de ellos tenían conexiones con narcos gallegos y franceses.
Hasta el momento, 13 de los detenidos han ingresado en prisión provisional después de pasar a disposición judicial. La Guardia Civil y la Policía Nacional han explicado que la operación se ha desarrollado gracias a la colaboración conjunta de cinco grupos de investigación de ambos cuerpos, tanto de Mallorca como de Barcelona, que se han dedicado en exclusiva a este caso durante un año y medio.
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