Murcia entierra a los primeros muertos de la discoteca incendiada

Los lamentos, el dolor y el desagarro del desconsuelo de familiares y amigos de Leidy Correa, Kevin Gómez, Rosa María Rosero y Jorge Batioja han presidido, en la tarde de este viernes, el primer funeral por los fallecidos, en la madrugada del domingo, en la discoteca Fonda Milagros de Murcia. La ceremonia se ha celebrado en la Iglesia del Salvador de Caravaca de la Cruz, cinco días después del incendio en el que perdieron la vida 13 personas.

En la plaza del Arco han sido recibidos los féretros en un absoluto silencio, que solo ha roto el sonido del redoble de las campañas y los lamentos de los más allegados en el momento en el que han sacado los ataúdes de los cuatro coches funerarios que los acompañaban, repletos de coronas de flores. Jairo Correa, padre de Leidy, la joven a la que le dio tiempo a despedirse de su madre con un mensaje de voz, portado a hombros el féretro de su hija, acompañado por otros familiares. También los del resto de fallecidos han sido trasladados a pie hasta la iglesia, a escasos metros de la plaza, esta vez con música latina de fondo y cubiertos por las banderas de Colombia y de Ecuador con crespones negros.

El sacerdote que ha oficiado el sepelio ha hablado de la fragilidad de la vida en recuerdo a estas cuatro personas que el día del incendio viajaron a Murcia, a unos 60 kilómetros de Caravaca, a divertirse en la Fonda Milagros. “Llegasteis a España buscando una tierra nueva”, ha dicho el cura a las familias a quienes ha conminado a sentirse acompañados: “Estas muertes han transcendido a la familia y el sufrimiento y el dolor ha entristecido a todo un país”, les ha dicho. A la ceremonia han acudido un sinfín de vecinos de Caravaca y de miembros de la comunidad latina de Caravaca, además de la corporación municipal, así como la cónsul de Colombia en Valencia, Gillian Maghmud.

Los restos de Jorge y Rosa María han sido enterrados en el cementerio municipal de Caravaca, mientras que los de Leidy han sido incinerados, y el cuerpo de Kevin será repatriado a su Ecuador natal.

Las familias cierran así un doloroso capítulo que se inició con la incertidumbre de saber si sus allegados estaban o no entre los fallecidos del incendio, lo que no se hizo oficial hasta el pasado 4 de octubre, cuando finalizaron las identificaciones a través de muestras de ADN y fueron comunicadas a las familias.

De las 13 víctimas, siete han solicitado ser repatriadas, mientras que el resto, además de en Caravaca, descansarán en cementerios de Murcia y Molina de Segura. El próximo 18 de octubre está previsto que se celebre una misa funeral en honor de los fallecidos en la catedral de Murcia.