Page: “Les dijimos a los electores que la amnistía no cabe en la Constitución. Cambiar de un día para otro es enormemente grave”

El presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, ha vuelto a mostrarse este miércoles crítico con el Gobierno en funciones por la posible aprobación de una amnistía a los encausados del procés catalán, una condición exigida por los partidos independentistas a cambio de facilitar la investidura de Pedro Sánchez. El líder manchego considera “enormemente grave” defender ahora, “de un día para otro”, la constitucionalidad de esa medida de gracia después de que el PSOE sostuviera durante años y hasta el mismo día de las elecciones del 23-J que la amnistía no cabe en la Constitución.

“A los electores lo que les planteamos el 23 de julio es que la amnistía no cabía en la Constitución”, ha afirmado Page con rotundidad. “Por tanto, para mí esto se tendrá que explicar o se tendrá que aclarar si es que alguien quiere dar un cambio de enfoque o de idea. Porque la realidad es que desde el presidente del Gobierno hasta todo el Gobierno en pleno, todos los ministros, se han hartado de decir que no cabía en la Constitución, y era la contestación que se le daba permanentemente a ERC. Por tanto, que lo que no cabía en la Constitución quepa de un día para otro, esto, de entrada, como comprenderán, es enormemente grave”, ha insistido.

Page, que ya se había mostrado reacio el lunes día 4 a que un partido “garante de la Constitución como el PSOE” entregue el “mando a distancia del país” al expresidente catalán Carles Puigdemont, huido en Bélgica, ha continuado hoy en esa línea crítica. En declaraciones a los periodistas en Albacete, y al ser preguntado sobre si cree que la dirección de su partido está dispuesta a pagar el precio de la amnistía a cambio de reeditar el Gobierno de Sánchez, el mandatario autonómico ha subrayado que tanto el presidente como sus ministros han asegurado que la Constitución es el marco fijado para las negociaciones con Junts, pero ha añadido que el mero hecho de que se estudie la amnistía cuando “no han pasado ni dos meses de las elecciones” es algo que “tendrán que explicar” a los electores.

El barón socialista considera “antidemocrático” cerrar la puerta a sentarse con Junts, pero ha remarcado que los independentistas deben renunciar antes a la vía unilateral que supuso el procés. Es decir, mostrar “un compromiso evidente de que no volverán a las andadas”. “Me parece de sentido común. Si te están diciendo que quieren la amnistía para volver a hacer lo mismo... Miel sobre hojuelas, vamos”, ha ironizado.

Sobre un escenario hipotético en el que la repetición electoral fuese la única salida, Page ha opinado que su partido tendría “muchas opciones” de mejorar sus resultados, siempre que no “alimentara ninguna ambigüedad” sobre la “vocación constitucional” y de “igualdad entre los españoles” que deben regir en el PSOE.

El presidente castellano-manchego se ha desmarcado de las declaraciones realizadas el martes por la portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en las que criticaba la actitud “golpista” del expresidente José María Aznar Aznar por su llamamiento a una movilización social contra la posible amnistía a los líderes del procés. Aludiendo tanto a las palabras de Aznar como a las de Rodríguez, Page ha pedido huir del lenguaje “gerracivilista”. “De las posiciones extremas no van a venir nunca las soluciones. Tienen que venir de las posiciones más moderadas”.

Para el líder regional, el PSOE cometería un error al caer en la retórica de figuras como Aznar: “Nos quieren llevar a un debate y a un enfrentamiento entre izquierdas y derechas que no es tal. Puigdemont es la derecha catalana, es más que el PP en Cataluña. Ha sido siempre el rival del PSC. En términos económicos, se entendería mejor con Aznar que con nosotros”, ha aseverado.

Las críticas de figuras históricas del PSOE a la posibilidad de ceder a las exigencias de los partidos independentistas y aprobar una ley de amnistía han ido en aumento en las últimas semanas. Felipe González, Alfonso Guerra y Joaquín Almunia han hecho público su rechazo. Entre los dirigentes actuales, la oposición ha sido puntual, pero tajante: el pasado viernes era el expresidente aragonés Javier Lambán el que señalaba que aceptar la amnistía como moneda de cambio para investir a Sánchez “abriría una vía de agua que podría llevar la nave constitucional a pique”.