Exteriores confía en un gesto de Irán hacia el español detenido tras visitar la tumba de Mahsa Amini
Santiago Sánchez permanece encarcelado desde octubre de 2022 y aún no se han hecho públicos los cargos judiciales contra él
El ministro de Exteriores iraní, Hosein Amir Abdolahian, ha mantenido una conversación telefónica este martes con su homólogo español, José Manuel Albares, en el que le ha expresado el interés de Irán por ampliar las relaciones con España. “Abdolahian destacó la importancia de ampliar las relaciones entre los dos países”, ha indicado el Ministerio de Exteriores de Irán en un comunicado difundido por Efe. Durante la conversación telefónica, el jefe de la diplomacia iraní y Albares “intercambiaron sus puntos de vista” acerca de los “asuntos bilaterales más importantes entre los dos países”, aunque la nota del ministerio no ha entrado detalles específicos. Abdolahian también ha abordado el “diálogo y la cooperación entre Irán y la Unión Europea”, dada la presidencia periódica del bloque europeo por parte de España. Además, han tratado el estado de la cooperación consular entre los dos países.
El comunicado de Exteriores iraní no hizo mención a si durante la conversación se ha tratado la situación del español Santiago Sánchez, de 41 años, detenido el 2 de octubre de 2022 tras visitar la tumba de Mahsa Amini, la joven de 22 años que murió bajo custodia policial en septiembre del año pasado tras ser detenida por la policía de la moral por llevar mal puesto el velo sobre su cabeza. Sánchez permanece encarcelado en suelo iraní desde entonces y aún no se han hecho públicos los cargos judiciales contra él. No obstante, fuentes del Ministerio de Exteriores confirman a EL PAÍS que la llamada fue a iniciativa de Albares, y que el motivo era tratar la liberación de Sánchez. Después de la conversación, Exteriores espera un gesto al respecto por parte del Gobierno de Irán antes de la reunión de la ONU.
La española Ana Baneira también fue detenida en octubre, pero fue puesta en libertad 138 días después. La muerte de Amini provocó fuertes protestas al grito de “mujer, vida, libertad”, que durante meses pidieron el fin de la República Islámica y que se apagaron tras una fuerte represión que causó 500 muertos, miles de detenidos y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.
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