El Gobierno carga contra Feijóo: “No hay pacto ni divorcio duro que justifiquen blanquear la violencia de género”

El Gobierno ya está lanzado en campaña y ha decidido salir en tromba después de la entrevista de Alberto Núñez Feijóo en la Cadena SER el lunes, en la que dijo que la existencia de la violencia de género “es una obviedad” y, por tanto, es normal que ese término no esté incluido en los acuerdos del PP con Vox; y donde también señaló que el líder de los ultraderechistas en la Comunidad Valenciana, Carlos Flores, condenado por violencia de género en 2002, tuvo “un divorcio duro”, algo que ha provocado reacciones contra el candidato del PP. La portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, que este martes no estaba tan contenida como otras semanas por las posibles denuncias a la Junta Electoral Central, ha cargado con dureza contra Feijóo, aunque sin citarlo. “Hay que seguir profundizando en políticas de igualdad cuando hay dirigentes políticos que las niegan. No se puede frivolizar. Estamos retrocediendo 20 años. Hay que recordar que hasta 2003 no empezamos a contabilizar los asesinatos de mujeres. Con estas posiciones de los que niegan la violencia de género estamos retrocediendo 20 años. Esto merece una gran preocupación social. Desde 2003 hay 1.200 mujeres asesinadas. No hay pactos, acuerdos ni divorcios duros que justifiquen blanquear la violencia de género”, ha señalado, en clara referencia a la frase del líder del PP.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha recordado también que el PP ha entregado a Vox en la Comunidad Valenciana la Consejería de Justicia e Interior, decisiva en la lucha contra la violencia de género, porque es la que se ocupa de dotar a los juzgados y de gestionar el tratamiento de las víctimas. “Precisamente en la Comunidad Valenciana hemos hecho recientemente con la consejera de Justicia e Interior, Gabriela Bravo, un gran trabajo para incrementar las unidades de policía para crear oficinas de violencia de género que hacen un trabajo importantísimo de poner en el centro a la víctima. Veremos lo que acontece ahora con esas unidades. Estaremos vigilantes”. El Gobierno insiste, pues, en que no son solo palabras, sino que el PP está entregando la gestión de estas políticas a Vox, que no cree en ellas y las rechaza porque considera que son “ideológicas” y las relaciona con la izquierda.

Rodríguez ha recordado que precisamente España ha avanzado mucho en políticas de género, porque había un consenso político que ahora se está rompiendo. “Esa unanimidad que existía en la política española contra la violencia de género nos permitió ponernos de acuerdo para combatirla. Eso supuso más medios, más recursos para las víctimas. Si uno decide que como es obvio no hay que ponerle recursos…”, ha dicho también en referencia a la frase de Feijóo en la SER. “Este asunto es tan grave que conviene no retroceder. Se están dando esos retrocesos, se están eliminando las concejalías de mujer e igualdad en muchos ayuntamientos [pactados entre el PP y Vox]. Esas concejalías supusieron el impulso a las políticas públicas de igualdad. Allí en el territorio cuentan con recursos de asistencia. Si dejan de existir esos recursos tendremos un problema”, ha insistido la portavoz.

Vox ha sido el gran protagonista de la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. Marlaska también ha criticado la gran lona que ha puesto la formación de extrema derecha en el centro de Madrid en la que tira a la basura los símbolos del feminismo o la bandera arcoíris del colectivo LGTBI. ¿Eso puede ser delito de odio?, le han preguntado. “Arrojar un símbolo a una papelera es todo menos generar convivencia. No me corresponde [decidir] si es delito de odio, pero no ayudan nada para respetar la diversidad. Pueden ayudar a otros discursos todavía más incendiarios”, ha rematado.

Por otra parte, el Ejecutivo está en plena ofensiva también contra Feijóo por muchas de las cosas que dijo en la entrevista en la SER. Por una parte, el PSOE está desmintiendo que, como dijo el líder del PP, los socialistas cobren un sobresueldo del partido como hacen los populares. En el PSOE, insisten, solo se cobra un sueldo: esto es, el de diputado, en el caso de la mayoría de los altos cargos, que lo son. Pero Feijóo admitió que él sí cobra un sueldo del partido, además del de senador, aunque no quiere decir cuánto es. Pero la crítica más fuerte que le hace el Gobierno a Feijóo es la económica. Tanto María Jesús Montero, ministra de Hacienda, como José Luis Escrivá, ministro de Seguridad Social, y también Yolanda Díaz, ministra de Trabajo y líder de Sumar, han salido en tromba a desmentir los datos de Feijóo y a señalar que no está capacitado para ser presidente de Gobierno por las cosas que dijo la noche del lunes en la SER.