El PP ofrece a Vox la presidencia del Parlamento de Extremadura, pero Abascal exige entrar en el Gobierno

El tiempo apremia. Faltan menos de 24 horas para la constitución de la nueva Mesa del Parlamento de Extremadura —que se producirá el martes a las 10 de la mañana― y el PP y Vox negocian contra el reloj para cerrar antes de esa hora un acuerdo de investidura. Los interlocutores de ambos partidos se han reunido este lunes durante 45 minutos en el Parador de Mérida y, según fuentes populares, el PP ha propuesto un acuerdo de 15 puntos que incluye ceder a Vox la presidencia del Parlamento extremeño a cambio de que renuncie a entrar en el Gobierno y permita la investidura de María Guardiola como presidenta de un Ejecutivo del PP en solitario. Vox ha rechazado este pacto porque exige entrar en el Gobierno, según ha confirmado en rueda de prensa el vicepresidente político del partido, Jorge Buxadé. El plan de medidas para la legislatura presentado por el PP incluye una rebaja fiscal, la derogación de la ley autonómica de memoria democrática y un rosario de ataques a las “barreras ambientales que impiden el desarrollo de Extremadura”. No hay alusión a las políticas de igualdad o de lucha contra la violencia machista.

El PSOE ganó en votos en Extremadura el 28-M, logrando 28 escaños (seis menos que en los comicios anteriores), pero la suma de PP (28) y Vox (5) alcanza la mayoría absoluta. La candidata popular a la Presidencia de la Junta, María Guardiola, ha acudido esta mañana, junto a su número dos en el partido, Abel Bautista, al encuentro con los representantes de Vox: el cabeza de lista, Ángel Pelayo, e Ignacio Hoces. El acuerdo no ha fructificado, pero el PP no da por cerrada la negociación. “Estamos a la espera de que Vox reconsidere su postura pensando en el mandato de los extremeños para que se produzca un cambio en la región”, señalan fuentes del partido. Más duro se muestra un miembro del núcleo cercano a Guardiola. “Si no aceptan, nos iremos a elecciones”, sostiene. El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha recordado este lunes durante una entrevista en Telecinco que hay varias autonomías en juego, como Murcia o Extremadura, en las que el PP no llega a la mayoría absoluta por sí solo y, por tanto, no puede actuar “como si Vox no existiera”. “¿Qué quiere?, ¿ir a elecciones?, ¿que se repita?”, ha preguntado.

Horas más tarde, el vicepresidente político del partido de extrema derecha, Jorge Buxadé, ha afirmado que Vox renuncia a ocupar la vicepresidencia en el futuro Ejecutivo de Extremadura —algo que sí consiguió en su día en Castilla y León y ahora en la Comunidad Valenciana— pero exige entrar en el Gobierno con alguna consejería. “No podemos renunciar a tener miembros en el Gobierno [extremeño] que garanticen el cumplimiento de los acuerdos”, ha dicho Buxadé. Ha descartado así “un mero acuerdo de investidura”, alegando que su partido ya tiene experiencia en Andalucía de que el PP no cumple estos pactos. Por eso, ha insistido Buxadé, quiere estar en los ejecutivos para asegurar su cumplimiento. “Máxime”, ha subrayado, “en Extremadura, donde el PP no ha sido la fuerza más votada”. El dirigente de Vox ha reconocido que “lo ideal” sería ir a la constitución del Parlamento con el acuerdo firmado, pero ha añadido que su partido mantendrá su “mano tendida” y está dispuesto a seguir negociando con Guardiola después del martes.

El acuerdo de los 15 puntos

En el acuerdo de 15 puntos presentado por el PP, al que ha tenido acceso EL PAÍS, los populares proponen una rebaja de impuestos, entre los que se incluye una reducción (sin cuantificar) del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y la supresión del impuesto de Patrimonio y de Sucesiones. También plantean “la revisión y la flexibilización de las barreras ambientales que impiden el desarrollo de Extremadura”, y prometen la derogación de la ley extremeña de memoria democrática. Los populares aseguran que revisaran las “prohibiciones y limitaciones de la Red Natura 2000 que están ahuyentando e impidiendo el desarrollo de las empresas y la instalación de nuevos proyectos industriales”.

El texto prevé igualmente un pacto por la Sanidad, con un “nuevo marco para la Atención Primaria”, sin más detalles. Y, en materia educativa, propone “avanzar” en la gratuidad de la educación infantil de cero a tres años. El punto número 15 aboga por “una nueva política forestal” que recupere “actividades tradicionales” que están desapareciendo, sostiene de nuevo, por las “limitaciones, prohibiciones y obligaciones ambientales”, sin especificar cuáles. El documento no hace mención a nada referido con las políticas de igualdad entre hombres y mujeres o a la lucha contra la violencia machista.

El resultado electoral del 28 de mayo

El PSOE fue la lista más votada en las elecciones regionales extremeñas del 28 de mayo, con el 39,89% de los votos. Sin embargo, el candidato socialista, Guillermo Fernández Vara, cosechó 28 escaños, seis menos que en las elecciones de 2019, cuando había alcanzado la mayoría absoluta. El PP de Guardiola, una de las grandes sorpresas de la noche electoral, alcanzó el 38,87% de los votos y 28 parlamentarios, ocho más que en las elecciones anteriores y a solo un punto de los socialistas. Vox irrumpió por primera vez en la Asamblea autonómica, ocupando el tercer lugar, con cinco escaños y el 8,13% de los votos. Y Podemos quedó en cuarto lugar, con 36.379 papeletas y cuatro diputados. La mayoría absoluta en el Parlamento extremeño está en 33 escaños. El bloque de izquierdas, por tanto, se queda en 32 diputados y el bloque conservador en 33, con mayoría absoluta.

Extremadura ha sido desde siempre uno de los graneros de voto para los socialistas, que han gobernado la comunidad desde las primeras elecciones autonómicas de 1983, excepto en la legislatura 2011-2015 en la que lo hizo el popular José Antonio Monago.