Abascal reta a Feijóo a que deje que gobierne Vox si gana en Ceuta

El líder de Vox, Santiago Abascal, ha retado este lunes en Ceuta al presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, a que sea coherente con su propuesta de que gobierne la lista más votada y deje que su partido presida la ciudad autónoma si gana aquí las elecciones del próximo domingo. “Vamos a comprobar aquí si Feijóo cumple su palabra”, ha dicho. En las elecciones generales de noviembre de 2019, Vox fue el partido más votado en Ceuta, con el 35,5% de los votos, mientras que en las municipales de mayo del mismo año quedó en tercer lugar, tras el PP y el PSOE, con el 22% de los sufragios.

Todas las encuestas apuntan a que el popular Juan Jesús Vivas, que lleva en el poder desde 2001, volverá a ganar, aunque sin mayoría absoluta, y ya ha anunciado que “por principios” no pactará con Vox tras el 28M. Vivas acordó con el partido ultra los presupuestos de 2020, pero, en noviembre de ese año, después de que Vox le exigiera suprimir todas las subvenciones a las ONG que prestan asistencia a musulmanes, mujeres e inmigrantes, cambió de aliado y se apoyó en el PSOE. El Estatuto de la ciudad autónoma otorga automáticamente la Presidencia a quien obtiene más votos, si ningún candidato tiene el apoyo de más de la mitad de los diputados, como sucede en los ayuntamientos.

La visita de Abascal a Ceuta había despertado gran expectación porque, en julio de 2021, la asamblea local le declaró persona non grata por atizar el enfrentamiento y la división de la población durante la crisis de mayo del año anterior, cuando irrumpieron irregularmente en la ciudad más de 10.000 marroquíes. El líder ultra acudió entonces en dos ocasiones a Ceuta y acusó de “quintacolumnistas” y “promarroquíes” a dos partidos locales, Movimiento por la Dignidad y la Ciudadanía (MDyC) y Caballas (ahora rebautizado como Ceuta ya!), lo que desencadenó disturbios y detenciones. La iniciativa para reprobar a Abascal partió de MDyC, pero salió adelante gracias a la abstención del PP, lo que este no ha perdonado nunca a Vivas.

Aunque el candidato de Vox a presidir Ceuta, Juan Sergio Redondo, le ha dado un cordial recibimiento “a su casa, a la que siempre será bienvenido”, Abascal ha rehuido el baño de masas. El mitin de campaña se ha celebrado en el salón de un hotel de cuatro estrellas con un aforo de 350 personas. Desde mucho antes de su llegada, la calle, una de las arterias comerciales de la ciudad, ha sido cortada por la policía nacional que ha desplazado cuatro furgones a la zona.

El líder de Vox se ha quejado del exceso de presencia policial que, en su opinión, ha podido ahuyentar a muchos simpatizantes —aunque, en realidad, ya no cabían más en el local—, al tiempo que ha culpado al “régimen de Vivas” del deterioro de la seguridad ciudadana. Emulando al presidente salvadoreño Nayib Bukele, Abascal ha recetado “plomo o cárcel” para acabar con la delincuencia y el narcotráfico en barrios ceutíes como El Príncipe y ha prometido una “persecución total al crimen”, con medidas como el reforzamiento de la policía con más medios materiales y reformas legales, la expulsión de los extranjeros irregulares, el cese de las ayudas sociales a los inmigrantes y el recurso al ejército para vigilar fronteras terrestres y marítimas.

Abascal ha insinuado que en Ceuta también se podría estar produciendo un fraude en el voto por correo, como en Melilla, aunque no ha dado ningún dato que lo ha avale y ha homologado la compra fraudulenta de votos con las ofertas del cine gratis para mayores de 65 años o el bono cultural para los jóvenes que ha hecho el presidente Pedro Sánchez en sus mítines.

Tanto el líder de Vox como su candidato ceutí han acusado al presidente Vivas de propiciar la “marroquinización” de la ciudad y han propugnado su “rehispanización”, suprimiendo las fiestas musulmanas incorporadas al calendario laboral local e importando inmigrantes desde la Península.

Dos de los seis diputados locales que obtuvo Vox en Ceuta se dieron de baja denunciando la islamofobia de sus dirigentes. De los cinco partidos con presencia en la Asamblea ceutí, Vox es el único que ha presentado una lista “étnicamente pura”: sus 25 candidatos y tres suplentes son todos cristianos. Por el contrario, las demás fuerzas políticas alternan en sus listas a candidatos de las dos comunidades que se reparten por la mitad los 85.000 habitantes de la ciudad e incluso el MDyC, que representa al colectivo islámico, incluye una cristiana en un puesto simbólico en su candidatura.

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