La marca electoral Unidas Podemos desaparece en Madrid

La marca Unidas Podemos no concurrirá el 28-M en la Comunidad de Madrid. Los tres partidos que conforman la coalición en la región —Podemos, IU y Alianza Verde— han decidido enterrar la fórmula electoral para los comicios autonómicos, y se presentarán con una papeleta que llevará las siglas de todos ellos. Prescinden así de la nomenclatura utilizada en las generales, y en las últimas autonómicas, en una plaza emblemática para el partido fundado por Pablo Iglesias, que nació en la capital hace ya más de nueve años.

La decisión no se extiende a las 10 comunidades en las que Podemos e IU concurren juntos el 28-M: en cinco de ellas sí se empleará un nombre combinado (Unidas por Extremadura, o Unidas sí Podemos en Canarias, por ejemplo); en el resto, el acuerdo pasa por concurrir con las siglas de los partidos que componen la confluencia. Lastrada por el declive generalizado en las urnas y en un contexto de reconfiguración del espacio a la izquierda del PSOE, la marca UP entra por tanto en una fase distinta. Y la irrupción de Sumar, la plataforma con la que la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz aspira a concurrir a las generales de fin de año, puede poner fecha de caducidad definitiva a su uso, porque en ese proyecto se integrará Izquierda Unida.

Ya el pasado septiembre trascendió que poco después de las elecciones andaluzas de junio —en las que el PP obtuvo mayoría absoluta y las izquierdas sufrieron un fuerte retroceso en las urnas— las direcciones de Podemos e IU mantuvieron un encuentro en el que trataron la posibilidad de prescindir en el futuro de esa nomenclatura. Entre los argumentos para rebautizar la alianza, según fuentes conocedoras de las conversaciones, estaba el desgaste de la marca. Unidas Podemos ya no fue la fórmula utilizada en los comicios andaluces, donde las negociaciones para una candidatura conjunta —también con Más País—, que finalmente dio la cabeza de lista a IU, se habían apurado tanto que Podemos acabó fuera del registro oficial de la coalición, lo que generó problemas burocráticos y de pérdida de confianza entre organizaciones, que aún hoy arrastran. En aquel encuentro, las dos formaciones vieron con buenos ojos evolucionar hacia una suma de siglas de cada organización, lo que daba espacio también a que se integraran otros partidos en el pacto de manera más sencilla. En la mayoría de acuerdos, el orden de los nombres, tanto en autonómicas como en las municipales, coincide con la fuerza política que encabeza la papeleta.

En 2019, Podemos e Izquierda Unida habían alcanzado un acuerdo marco —que era más una recomendación que una exigencia— en el que se fijaba una denominación común que era “Unidas” y que se podía combinar con otros elementos en cada territorio. Según explican ahora fuentes de IU, el criterio para decidir la fórmula final ha tenido que ver con el arraigo o el éxito de la marca empleada hasta ahora. En el caso de Extremadura, por ejemplo, se ha mantenido. También en la Comunidad Valenciana (Unides Podem-Esquerra Unida) o en las municipales del País Vasco (en este caso en euskera). Se incorporan a este modelo, además, Canarias (donde el acuerdo entre formaciones es nuevo), Baleares y Castilla-La Mancha (antes una suma de siglas).

Fuentes de Podemos en la Comunidad de Madrid justifican el cambio en la adhesión a la coalición de Alianza Verde, el partido liderado por el diputado vasco Juan López de Uralde. “Pensamos que refleja mejor la diversidad de la candidatura. Así lo hemos decidido las tres formaciones políticas”, defienden. La cabeza de lista de la formación es en esta comunidad para Alejandra Jacinto, diputada en la Asamblea y coportavoz nacional de Podemos.

A pesar de las fricciones desatadas dentro de Unidas Podemos por el papel de cada organización en el nuevo espacio que construye Yolanda Díaz para las generales y sobre el que la formación de Ione Belarra se mantiene escéptica, Podemos e Izquierda Unida han logrado sellar alianzas en 10 de las 12 comunidades en juego este 28-M (todas salvo Asturias y Aragón), una cifra récord. En cuatro de ellas —Navarra, Canarias, Murcia y Cantabria— el pacto se produce por primera vez. Todo en un contexto de derechas al alza, según las encuestas, que complica, a priori, las opciones para revalidar los seis gobiernos de coalición en los que participa Podemos.