El PSOE se acerca al empate con el PP tras la fallida moción de censura

El barómetro de abril de 40dB. para EL PAÍS y la SER muestra prácticamente un empate en intención de voto entre el PSOE y el PP. Tras un notable desgaste electoral del principal partido del Gobierno, que llegó a estar a tres puntos porcentuales por debajo de los populares el pasado noviembre, los socialistas invierten la tendencia negativa y mejoran sus expectativas al colocarse, con un 27,4% en estimación de voto, a solo seis décimas del PP (28%).

La encuesta, con una muestra de 2.000 entrevistas, se realizó entre el 24 y el 27 de marzo, es decir, tras la fallida moción de censura contra Pedro Sánchez. La Operación Tamames otorgó a Vox mayor presencia en la agenda pública, pero ese protagonismo no mejora sus expectativas electorales. El partido liderado por Santiago Abascal perdería dos escaños respecto al barómetro anterior y 10 desde las elecciones de 2019, mientras que el PSOE sale reforzado. Puede consultar todos los datos internos de la encuesta en las webs de EL PAÍS y la Cadena SER.

Por bloques ideológicos, el reparto se mantiene en cifras similares a las del barómetro anterior, porque sube el PSOE y bajan Unidas Podemos y Vox. Los partidos del Gobierno de coalición sumarían 140 escaños, es decir, 15 menos que en las pasadas generales, y el PP y Vox lograrían 164 diputados, 23 más que en 2019. La subida de los populares, que en 2019 obtuvieron los peores resultados de su historia, invierte la ventaja por bloques: entonces, el de la izquierda superaba en 15 al de la derecha y ahora esa diferencia es de 23 escaños a favor de la derecha. La mejora electoral del PP asciende a 33 escaños, lo que equivale al número de asientos que Unidas Podemos, socio de los socialistas en el Ejecutivo, obtuvo en las pasadas generales.

Bloques lejos de la mayoría absoluta

Esa ventaja puede no ser suficiente para dar al líder de los populares, Alberto Núñez Feijóo, la presidencia del Gobierno. En caso de repetirse los apoyos de las formaciones políticas que favorecieron con su voto a favor o con la abstención la investidura de Sánchez, el bloque de la izquierda se quedaría con 152 escaños —y las 18 abstenciones de ERC y Bildu— mientras que en el otro lado, un acuerdo con Vox dificultaría alianzas del PP con otras formaciones, como el PNV, al que la extrema derecha ha dicho que le gustaría ilegalizar. Ambos bloques están, en todo caso, lejos de sumar los 176 diputados de la mayoría absoluta. La investidura de Sánchez en enero de 2020 ya fue la más ajustada (167 síes y 165 noes) de la democracia.

A la izquierda del PSOE, Unidas Podemos y Más País se resienten ligeramente de la subida de los socialistas: los primeros obtendrían un 11,8% de los sufragios —medio punto menos que en marzo— que se traducirían en dos escaños menos, y la marca liderada por Íñigo Errejón perdería una décima (3,2%), manteniéndose en tres diputados. El barómetro se realizó antes de la presentación oficial de la candidatura de Yolanda Díaz a la presidencia del Gobierno con Sumar, que agrupa a una quincena de formaciones de izquierda, y de momento, no incluye a Podemos por falta de acuerdo entre las partes.

Ciudadanos sube cuatro décimas respecto al barómetro anterior y obtiene su mejor registro desde julio del año pasado, aunque su situación sigue siendo muy delicada y en el mejor de los casos tendría un escaño, es decir, nueve menos de los que obtuvo en 2019.

Transferencias de voto

El estudio muestra llamativos cambios de voto respecto a las pasadas elecciones generales. Así, casi uno de cada diez votantes del PSOE optaría ahora por una opción de derechas: 4,8% se irían al PP y 4,1% a Vox. La transferencia de los votantes socialistas de 2019 al partido de extrema derecha es un punto porcentual superior a las fugas a su competidor por la izquierda, Unidas Podemos. El partido de Pedro Sánchez arrastra hace meses un problema de fidelidad de voto: solo el 67,8% de sus votantes de 2019 repetiría, frente al 77,2% de fidelidad de los apoyos del PP o el 82,1% de los de Vox, la formación con el votante más fiel. Y solo Ciudadanos, que ni siquiera tiene garantizada su presencia parlamentaria tras los próximos comicios, presenta mayor porcentaje de indecisos (20,2%) que los socialistas (12,6%).

Unidas Podemos empeora en casi cinco puntos su fidelidad de voto (65,9%): un 10,6% de sus votantes elegirían ahora a su socio en el Gobierno de coalición, mientras que solo un 3,1% cambiarían de papeleta a la inversa.

Ciudadanos sigue en una situación muy delicada, pero por primera vez desde el batacazo de las andaluzas de junio de 2022 —el partido pasó de cogobernar la comunidad con el PP a desaparecer del Parlamento autonómico— es la opción preferida (29,2%) entre sus propios votantes de las generales de 2019, aunque el PP le sigue de cerca (26,5%). El segundo partido que más pesca en su caladero es Vox (10,1%).

Movilización

Preguntados por la probabilidad de que acudan a votar en las próximas generales, solo el 54,8% afirma que lo hará con toda probabilidad. Por votantes, los más movilizados son los que en 2019 apoyaron a Unidas Podemos (70,6%), seguidos de los que eligieron la papeleta del PP (70,4%) y la de Vox (68,7%). El votante socialista está mucho menos movilizado (62,3%), solo 5,4 puntos porcentuales más que Ciudadanos, que no tiene garantizado volver al Parlamento.

En el eje de autoubicación ideológica, siendo 0 la extrema izquierda y 10 la extrema derecha, la media de la población se sitúa en el 4,8, ligeramente a la izquierda. Por votantes, la mayoría de los de Vox se ubican a sí mismos en el 10; los del PP en el 8; los del PSOE en el 4 y los de Unidas Podemos en el 1.