Polémica por una comida de la cúpula del PP balear con un ex alto cargo preso por corrupción

Más de 50 cargos del PP de Baleares se reúnen para comer en un establecimiento de la localidad mallorquina de Sencelles. Se acercan las elecciones y hay estrategias por cerrar, asuntos que comentar y citas por señalar. A la comida asiste la plana mayor de la formación balear con la presidenta del partido, Marga Prohens, a la cabeza. En una esquina de la mesa, junto a Prohens, vestido con jersey rojo y camisa azul se sienta quien fue secretario general del partido en Palma y delegado del Gobierno, José María Rodríguez, actualmente en tercer grado tras ser condenado a tres años y medio de cárcel por utilizar fondos públicos para beneficiar a una empresa de marketing que se encargó de las campañas electorales del partido entre 2003 y 2007. Rodríguez, que fue también consejero de Interior durante el Gobierno de Matas, departió durante la comida con los presentes e incluso dirigió unas palabras puesto en pie al medio centenar de personas que se congregaron en el local.

Las imágenes de la comida, publicadas por OKdiario, y fechadas el pasado viernes, día 24, han levantado una polvareda política que ha llegado hasta la sede de la formación. En ellas se evidencia el papel que Rodríguez sigue teniendo en el partido en el que desde los años 80 construyó una poderosa red que le llevó a controlar y movilizar las bases de la formación, sobre todo en la capital balear. “Ustedes han escenificado, una imagen vale más que mil palabras, que son los de siempre. Ligados a la peor historia de esta Comunidad Autónoma” ha reprochado la presidenta de Baleares, Francina Armengol, este martes durante el pleno del Parlamento balear, donde ha insistido en que el Gobierno regional ha escenificado siempre “estar con lo mejor de esta sociedad”.

El portavoz de campaña del partido, Borja Sémper, y la presidenta del PP balear, Marga Prohens, coinciden en que no fue “la mejor de las decisiones”. Con todo, Prohens ha insistido en que no se habló de listas electorales. “Fui a comer a una casa particular, aunque viendo la trascendencia de una comida informal y privada, puede que no fuera la mejor decisión. Si hubiera sabido la trascendencia que iba a adquirir, no hubiera ido”, ha añadido. En declaraciones a Canal 4 Televisión, Prohens ha insistido en que se trataba de una comida en la que participaron personas implicadas en el partido “que querían comer con ella porque no la conocían” y que entre esas personas estaba José María Rodríguez, de quien Prohens ha matizado que ya no forma parte del PP.

Las críticas a la comida con el condenado han arreciado desde el resto de partidos. El PSIB ha calificado de “gravísima” la reunión y ha pedido a Prohens que explique “si ha pactado con él las listas electorales”. El secretario de Organización del PSIB, Cosme Bonet, ha señalado que el PP de Matas y Rodríguez constituye “un pasado de corrupción, robo de dinero público y clientelismo que no tendría que volver nunca más a las Islas”. El coordinador de Més per Mallorca y candidato al Gobierno regional, Lluís Apesteguia, ha acusado a Prohens no solo de comer con un corrupto “sino que lo hace para recibir órdenes”.

Una condena por desvío de fondos

Secretario general del partido en Palma, delegado del Gobierno y consejero de Interior durante el mandato de Matas, Rodríguez abandonó la política en 2016 salpicado por el caso que investigó la presunta corrupción en el cuerpo de Policía Local de Palma, una pieza derivada del caso Cursach de la que finalmente quedó exonerado tras diluirse el asunto por la investigación abierta contra el juez y el fiscal que lo instruyeron por presuntas irregularidades.

El papel de Rodríguez en el partido no ha estado exento de escándalos. En 2010 fue investigado por sospechas de que años antes, cuando era secretario general del PP en las islas, alertó al alcalde de Andratx, Eugenio Hidalgo, de que iba a ser detenido en una operación que destapó una gran trama de corrupción urbanística. La fiscalía sostenía que gracias a ese supuesto aviso, Hidalgo tuvo tiempo de destruir pruebas y archivos. Los fiscales y guardias civiles que investigaban el caso Andratx denunciaron sus presiones e interferencias. Sin embargo, el asunto que le ha llevado a la cárcel se destapó en 2012 cuando la fiscalía le acusó de desviar fondos públicos a la agencia de publicidad que se encargaba de las campañas electorales del partido.

El expolítico fue juzgado en un proceso en el que el expresidente balear, Jaume Matas, admitió los hechos y alcanzó un acuerdo con la fiscalía anticorrupción, reconociendo delitos de malversación y prevaricación que le conllevaron una pena de multa. Rodríguez decidió ir a juicio y fue condenado por la Audiencia de Palma en un dictamen ratificado por el Tribunal Supremo, que rechazó su recurso de casación y le sentenció a tres años y medio de cárcel por presuntos delitos de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad. Rodríguez entró en el Centro de Inserción Social de Palma para cumplir la condena y doce días después obtuvo el tercer grado, lo que le permite entrar en la cárcel sólo para dormir. Actualmente, se encuentra en tercer grado y aprovechó la jornada para celebrar la comida con el medio centenar de cargos del partido.

La comida de la líder del PP de las islas y candidata al Gobierno balear no ha sentado bien en Génova. El portavoz de campaña del partido, Borja Sémper, afirmó que no fue “la mejor de las decisiones”. “Entienda que no conozco la agenda de ningún dirigente, con quién come o con quién cena, pero los compañeros de Baleares han dicho que no fue la mejor de las decisiones, algo a lo que me adhiero” sostuvo Sémper.