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El juez desestima la demanda de Marruecos contra el periodista Ignacio Cembrero

Rabat quería que el juzgado asegurase que el reportero no había sido espiado con el programa Pegasus

Miguel González
El periodista Ignacio Cembrero, en una imagen de archivo.
El periodista Ignacio Cembrero, en una imagen de archivo.

El Juzgado de Primera Instancia Número 72 de Madrid ha desestimado la demanda interpuesta por el Reino de Marruecos contra el periodista español Ignacio Cembrero. El Estado vecino acusaba al informador, experto en el Magreb, de jactarse de haber sido espiado por los servicios secretos marroquíes con el virus israelí Pegasus y pretendía que el juzgado dictara una sentencia en la que estableciera categóricamente que Cembrero no había sido objeto de ninguna intromisión ilegítima en su teléfono móvil por parte de Rabat.

Sin embargo, el juez rechaza las pretensiones de Marruecos, alegando que el análisis del terminal telefónico del periodista que se hizo tras denunciar este una presunta interceptación ilegal de sus comunicaciones determinó que, en el momento del examen, agosto de 2021, este no estaba infectado por ningún malware, “pero no puede descartarse que hubiera estado instalado con anterioridad y no quedara rastro, por lo que no puede descartarse que el dispositivo móvil del señor Cembrero hubiera sido objeto de espionaje mediante la introducción de algún programa informático”.

Respecto a las declaraciones públicas en las que el periodista se habría jactado presuntamente de haber sido espiado por el servicio secreto israelí, el juez concluye justo lo contrario: “En las declaraciones efectuadas por el señor Cembrero en los medios de comunicación se hace referencia a que resulta muy difícil probar o demostrar que haya sido Marruecos quien introdujera el programa informático Pegasus en su dispositivo móvil y que no puede demostrar que un Estado —en este caso, Marruecos— sea responsable de tales hechos”.

En las entrevistas que concedió después de que su nombre apareciera en la lista de presuntos espiados con el programa Pegasus según una investigación del grupo periodístico Forbidden Stories, agrega la sentencia, siempre fueron los entrevistadores quienes afirmaron que el servicio secreto marroquí accedió a su móvil, pero no él. “Tampoco puede imputársele responsabilidad alguna por la publicación de un tuit de un diario extranjero”, agrega, en referencia al rotativo israelí Haaretz.

El juez concluye, por tanto, que Cembrero “no ha procedido a difundir públicamente” que Marruecos “haya introducido una programa informático en su teléfono” y que las declaraciones que hizo sobre el presunto interés que el servicio secreto marroquí pudiera tener por su trabajo las realizó “ante la difusión de una investigación periodística”, después de ver mensajes privados de WhatsApp publicados en una web marroquí y ante “la gravedad de unos hechos” que han dado lugar a la apertura de diligencias penales y de una investigación en el Parlamento europeo.

En julio de 2021, el consorcio internacional de periodistas Forbidden Stories y Amnistía Internacional (AI) destaparon un escándalo de espionaje masivo según el cual una veintena de países (Marruecos, México, Arabia Saudí o Hungría, entre otros), disponían del programa espía Pegasus, de la compañía israelí NSO, con el que habrían sido infectados los móviles de periodistas, activistas o políticos. La investigación se basaba en la filtración de 50.000 números telefónicos seleccionados como objetivos potenciales por los clientes de Pegasus desde 2016. El único nombre español que ha trascendido de dicha lista, que incluía a 180 informadores, es el de Cembrero, que fue redactor de EL PAÍS y actualmente lo es de El Confidencial.

Distintos medios de comunicación señalaron a Rabat como responsable de usar Pegasus para espiar a periodistas franceses y opositores marroquíes asentados en Francia. Marruecos respondió denunciando por difamación a Le Monde, Radio France, L’ Humanité o France Médias Monde; además de Forbidden Stories y AI. Todas las demandas fueron inadmitidas por los tribunales de París en marzo pasado, con el argumento de que la libertad de expresión ampara a la prensa y la protección legal frente a la difamación puede ser esgrimida por los ciudadanos, no por los Estados.

El programa de Pegasus fue utilizado para espiar a 63 independentistas catalanes y vascos; de los que 18 casos, incluido el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fueron reconocidos como propios por el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). También fue el sistema empleado para extraer información de los móviles del presidente Pedro Sánchez y de los ministros del Interior (Fernando Grande-Marlaska), Defensa (Margarita Robles) y Agricultura (Luis Planas), en la primavera de 2021, en el momento álgido de la crisis diplomática con Marruecos.

Esta es la cuarta denuncia que Rabat interpone contra Cembrero ante la Justicia española, que la ha archivado como ya hizo con todas las anteriores, aunque la decisión puede ser recurrida.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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