Sánchez alude a una “coalición del miedo” de PP y Vox y dice que con el PSOE no habrá “retrocesos”
El presidente del Gobierno convierte la subida de las pensiones en su principal arma electoral
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha abierto la larga campaña electoral municipal y autonómica en 12 comunidades del 28 de mayo en Sevilla, la capital más poblada en la que gobierna el PSOE. Y lo ha hecho apelando a la “coalición del miedo” entre el PP y Vox como la que mantienen en Castilla y León. “Después de lo que estamos viendo en Castilla y León, con la coalición del miedo, con el PSOE no habrá ni un solo retroceso”, ha dicho.
La propuesta realizada por Vox en Castilla y León para que los servicios sanitarios ofrezcan a las embarazadas, incluidas las que quieran abortar, la posibilidad de escuchar el latido del corazón del feto, recibir asistencia psicológica y acceder a una ecografía 4D le ha dado pie a Sánchez para esgrimir la agenda feminista de su Gobierno. “Este partido es un partido feminista, porque hemos desplegado una agenda socioeconómica en favor de las mujeres. El compromiso con las mujeres es total. La derecha sabe qué camino ha tomado y es el que le marca la ultraderecha. Con gobiernos socialistas, no va a haber ni un solo retroceso en materia de derechos para las mujeres”, ha subrayado.
Esta apelación a posibles alianzas del PP con Vox en las 12 comunidades en las que hay elecciones autonómicas le dio al PSOE un pésimo resultado en Andalucía. Gran parte de la campaña de su candidato a la Junta, Juan Espadas, giró sobre esa hipótesis y el resultado fue que los andaluces dieron la mayoría absoluta al PP de Juan Manuel Moreno, entre otros motivos, para evitar que el partido de ultraderecha entrada en el Gobierno de Andalucía, como detectaron las encuestas postelectorales. Un 15% de los votantes socialistas en 2018 eligió la papeleta del PP en junio de 2022, según el Centro de Investigaciones Sociológicas.
A la par, Sánchez ha hecho una defensa cerrada de su gestión económica al frente del Gobierno desde 2018 cuando llegó a la Moncloa por una moción de censura. El líder socialista ha esgrimido la subida de las pensiones como su principal reclamo electoral. A finales de este mes, los jubilados verán aumentada en un 8,5% su pensión. Calculadora en mano ha precisado: “Son 108 euros de media, mientras que con la propuesta del PP la jubilación subiría dos euros con 39 céntimos”.
El esquema argumental de la campaña de los socialistas para las elecciones municipales de mayo y las generales de diciembre está escrito. Contraponer la gestión de los socialistas en la crisis actual por la pandemia y la guerra de Ucrania y la que le tocó en 2008 al Gobierno de Mariano Rajoy. “No hemos hecho otra cosa que navegar entre tempestades. No es que el barco se haya mantenido a flote, sino que hemos aumentado el empleo, hemos conquistado más derechos y hemos facilitado la convivencia territorial”, ha afirmado el también secretario general del PSOE antes un millar de personas.
Sánchez ha insistido especialmente en contraponer el dato de la subida de las pensiones con lo que hubiera pasado de mantenerse el criterio del PP de subirlas “un 0,5%” como cuando este partido gobernaba. La edad del público asistente al mitin de Sevilla era muy proclive a aplaudir estas alusiones. Y el incremento se va a notar en muchos bolsillos. En Sevilla, concretamente, son 383.000 personas, como detalló el secretario provincial y alcalde de La Rinconada, Javier Fernández, quien repetirá por todos los rincones que es “gracias al Gobierno socialista”.
Sánchez apenas se ha referido a las propuestas más polémicas de su gobierno, como la eliminación del delito de sedición y la reforma del de malversación para lograr “la convivencia territorial” en Cataluña. En Andalucía esas reformas escuecen y los candidatos a las alcaldías evitan pronunciarse para evitar que les salpique.
En Sevilla, Sánchez ha encontrado el apoyo de los socialistas sevillanos y andaluces. Espadas se ha mostrado “orgulloso” de la gestión del Gobierno socialista por actuar para proteger a los más vulnerables, en su opinión. También lo ha hecho el candidato a la alcaldía de Sevilla. Esta ciudad siempre se la ha considerado como el medidor más fiable para testar el éxito o el fracaso del PSOE en su conjunto en unos comicios locales. Los socialistas se la juegan con un nuevo candidato, Antonio Muñoz, de 63 años, que apenas lleva un año como alcalde tras la marcha de Juan Espadas para liderar el PSOE andaluz. Esa operación, bendecida por Sánchez, entrañaba un doble riesgo: el que Espadas no lograra recuperar el Gobierno de la Junta de Andalucía —como así ocurrió― ni tampoco mantener el Ayuntamiento de Sevilla. Esto es lo que está por ver el último domingo de mayo. Un traspié en la capital andaluza no figura en las previsiones del PSOE de Sevilla, a tenor de las encuestas que maneja su secretario provincial, Javier Fernández.
En estos 12 meses, Muñoz se ha apuntado el tanto de que Sevilla sea elegida como sede de la Agencia Aeroespacial y ha logrado, cuando menos se esperaba, un acuerdo con Ciudadanos para aprobar el último presupuesto municipal sin tener que hacer encajes de bolillos con la deshilachada izquierda municipal.
El PSOE confía en sus propias posibilidades en Sevilla capital, pero con el rabillo del ojo mira a su izquierda. Si en este espacio la dispersión se impone, la suma de concejales para que Muñoz repita en la alcaldía será casi imposible. Por el momento, hay un principio de acuerdo entre IU, Podemos, Más País y otras organizaciones para formar una candidatura conjunta, pero por ahora no hay nada firmado.
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