Yolanda Díaz pone en marcha su corta cuenta atrás
Sumar presenta el día 12 el “proyecto de país”, mientras la vicepresidenta se vuelca el próximo fin de semana en afianzar sus apoyos en Cataluña. Podemos y el nuevo espacio aún no han certificado su futuro en común
En tiempos de absoluta incertidumbre política y económica, la necesidad de certezas es perentoria. Así lo entendió la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, a finales del otoño al constatar que la amplia franja de ciudadanos a los que se dirige empezaba a encogerse de hombros ante su “proceso de escucha” y el significado de Sumar, su proyecto político. La cuenta atrás empieza este jueves, 12 de enero, con la presentación de las líneas generales de un proyecto progresista para la sociedad, ensamblado por 35 grupos de trabajo. Esta semana continuará su agenda en Cataluña con especial atención en un acto en Barcelona el sábado 14. Muy pronto, llegará el anuncio formal de su candidatura. Entre tanto, se habrán producido reuniones con la dirección de Podemos, algunas con pretensión de ser discretas, para que cada parte describa cómo concibe la candidatura electoral. Ese momento trascendental está por llegar. Hoy por hoy, las posiciones de partida hacen imposible la fotografía de Yolanda Díaz con la dirección de Podemos.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, mantiene conversaciones continuas sobre asuntos de gobierno con la ministra de Asuntos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra. La comunicación es constante en tanto que Díaz es la interlocutora del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para representar y negociar las políticas gubernamentales de Podemos que lidera Belarra. Sobre la fusión, inserción o conjunción de la plataforma política de Yolanda Díaz con Podemos se ha establecido la convención de su imposibilidad, con datos fehacientes. Pero falta la proclamación formal de que cada cual irá por su lado.
La decisión de Díaz de salir a la arena política electoral con Sumar es un hecho, tanto como la de Podemos, que ya existe. Una docena de formaciones de izquierda territorial, algunos de pequeña implantación y estructura, estarán con Yolanda Díaz aunque faltan las reuniones formales con cada uno de ellos. Izquierda Unida caminará con la vicepresidenta y otro tanto se espera de Más País, Compromís y En Comú Podem. El acto en Barcelona del próximo sábado 14 de enero adquiere la máxima relevancia en la agenda de la ministra de Trabajo. El ministro de Universidades e Investigación, Joan Subirats, vinculado a esa fuerza política catalana, tendrá un papel destacado este jueves en la presentación del anticipo del proyecto de este espacio que aspira a representar a parte de la izquierda y de los progresistas.
Durante un trimestre, 35 técnicos, de distintas ramas de conocimiento científico, económico, social y de humanidades han dirigido otros tantos grupos de trabajo con expertos en múltiples disciplinas. Todos han contribuido a trabajar en diagnósticos y propuestas de manera voluntaria con el afán de contribuir al debate. No es un programa electoral, aclaran de inmediato. Los coordinadores fueron presentados el pasado octubre con lo que el perfil académico y profesional quedó de manifiesto. El profesor de Políticas, analista e investigador, Ignacio Sánchez-Cuenca; el magistrado Fernando Salinas; o la ingeniera y antropóloga Yayo Herrero son algunos de los profesionales que han contribuido a construir líneas de reformas para el país.
El espacio a la izquierda del PSOE existe con total nitidez. En este momento Unidas Podemos obtendría 31 escaños; el 11,5% de los votos, según el estudio de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER realizado entre el 29 y el 31 de diciembre de este año recién acabado. Muy poca diferencia con el mes anterior, pero con cuatro escaños menos de los que obtuvo en las elecciones generales de hace tres años. La caída del PSOE de nueve décimas respecto al mes anterior no redunda en favor de Unidas Podemos; tampoco de Más País, según este barómetro. Los movimientos en la izquierda son muy ligeros aunque el partido que lidera Íñigo Errejón subiría un escaño en relación con las elecciones de las que ahora se cumplen tres años.
Los aspectos positivos para Unidas Podemos, aunque no se beneficie de la ligera pérdida de los socialistas, están en el aumento de la fidelidad de voto y la reducción de la fuga de votos hacia el PSOE en tres puntos en contraste con el mes pasado. Los problemas de la izquierda se mantienen en los altos índices de abstención y en la constatación de la desmovilización. Todo lo contrario que ocurre en la derecha.
Mientras tanto, el PSOE se enfoca desde esta semana, en la que el PP saca ventaja de la bronca política, en infundir esperanza y expectativas de mejora para amplias capas de la sociedad. Su expectativa está en la gestión. Los socialistas son conscientes de los riesgos de la fragmentación electoral a su izquierda, pero nada pueden hacer en el debate pendiente entre Podemos y Yolanda Díaz. Ninguna de las dos partes pedirán asesoramiento al PSOE y mucho menos, que interfiera.
Un proyecto reformista para una década es la base teórica sobre la que quiere apoyarse Yolanda Díaz. Pero no puede obviar que ha llegado el momento de afrontar la difícil empresa, aun en situación de paz interna, de elaborar listas electorales con unas siglas reconocibles. Ese proceso conducirá a que Podemos y el espacio de Yolanda Díaz sean compañeros de viaje o adversarios. Esta discusión, alejada de los foros por los que ha empezado a construirse el nuevo espacio, será puramente política, organizativa y de cuotas de poder. Ni mejor ni peor que la académica, diferente e imprescindible: qué siglas y qué líderes se presentan en 11 meses a las elecciones. Díaz y Podemos apenas van a demorar la decisión.
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