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Las elecciones autonómicas calientan el inicio del curso

Los socialistas aspiran a revalidar nueve gobiernos regionales en mayo con los populares pisándole los talones en tres de ellas

Virginia Martínez
De izquierda a derecha, Juan Manuel Moreno, Fernando López Miras, Alberto Núñez-Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Fernández Mañueco, el pasado mes de diciembre.
De izquierda a derecha, Juan Manuel Moreno, Fernando López Miras, Alberto Núñez-Feijóo, Isabel Díaz Ayuso y Alfonso Fernández Mañueco, el pasado mes de diciembre.Luis Sevillano

El juego de tronos que se jugará en las 12 comunidades autónomas que celebran elecciones en mayo ya calienta motores. Los barones populares se afanan desde esta semana, abanderados por el recién nombrado director de campaña, Elías Bendodo, en arrebatar a los presidentes autonómicos socialistas sus feudos en gran parte de las plazas en liza. El PP peleará con candidatos que, en su mayoría, se examinan por primera vez en las urnas. Algunos, nombrados en los últimos meses por el presidente del partido, Alberto Núñez Feijóo, centrarán el tiro en “la moderación” de su líder nacional frente al sanchismo.

Enfrente estarán los barones socialistas, que parten con la ventaja de hacer campaña desde la posición privilegiada de sus respectivos gobiernos. Por ahora se centrarán en la estabilidad institucional, defenderán los intereses particulares de cada región y ensalzarán las medidas de La Moncloa contra el aumento de los precios por la inflación. De fondo, seguirá la confrontación de algunos dirigentes con Pedro Sánchez por la reforma del Código Penal.

El PP solo gobierna en dos de las autonomías donde habrá comicios: Madrid y Murcia. También en la ciudad autónoma de Ceuta. Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana, Extremadura, La Rioja y Navarra están en manos del PSOE. En Cantabria, el PRC de Miguel Ángel Revilla gobierna en coalición con los socialistas. Y en Melilla, su presidente, Eduardo de Castro, es no adscrito tras ser expulsado de Ciudadanos en 2021.

Los populares anunciaron el miércoles que Bendodo capitaneará su ofensiva como director de campaña de los comicios, tanto autonómicos como municipales, del próximo 28 de mayo. Desde Génova confían en que el efecto Moreno —en referencia al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, que en junio logró la primera mayoría absoluta del PP en la Junta y cuya campaña ya lideró el coordinador general— sea ahora el efecto Feijóo. Un tsunami que inunde los territorios en juego, centrados en sumar a votantes socialistas —como ocurrió en Andalucía—, una vez capitalizado el voto de Ciudadanos, al que dan prácticamente por muerto.

Los líderes autonómicos del PP gozarán de libertad para diseñar sus estrategias porque “ellos conocen mejor que nadie su territorio”, pero bajo un paraguas “de unidad” con un enemigo común, señalan fuentes de Génova. “El mensaje estará nacionalizado. Más que nunca, va a ser un Sánchez, sí; Sánchez, no. Los candidatos socialistas van a tener difícil desprenderse del activo tóxico de Sánchez. Nadie va a querer que cierre sus mítines”, aseguran las mismas fuentes, que fían sus armas a la hazaña andaluza. “Feijóo y Moreno se parecen muchísimo. Y por mucho que los barones socialistas intenten aislar su campaña, todo va a tener una influencia muy nacional”, añaden.

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Posible vuelco en Extremadura

Algunos presidentes autonómicos recibieron un aviso del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) poco antes de Nochebuena. Según su último estudio, publicado el 22 de diciembre, el PSOE perdería Extremadura. En este feudo, donde Guillermo Fernández Vara gobierna con una cómoda mayoría absoluta de 34 escaños, el sondeo apunta a que el PP ganaría con una horquilla de entre 26-35 parlamentarios, frente a los 24-32 del PSOE en una asamblea de 65 sillones. Además, los dos grandes partidos estarían en empate técnico en Cantabria y Comunidad Valenciana.

“Ese resultado no coincide con las encuestas que publican los medios aquí, ni tampoco con nuestros sondeos internos”, defiende Fernández Vara en conversación telefónica. El presidente de Extremadura apunta a la necesidad de revalidar mayorías amplias que faciliten la “estabilidad” en el Gobierno que salga de las urnas de primavera, en las que espera revalidar su mandato. “La gente no es tonta. No va a pensar en lo que pasa en Madrid o en lo que dice Cuca Gamarra en el Congreso, sino en lo que tiene que ver con su vida diaria”, zanja el presidente.

Sobre las decisiones del Gobierno central, Vara entiende que “habrá cosas que puedan perjudicar, pero otras muchas más que benefician”, en referencia a las medidas adoptadas por el Ejecutivo para paliar los efectos de la crisis derivada de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Desde Ferraz se otorgará a los barones una gran autonomía en la campaña y no plantearán la estrategia en clave nacional, pero sí harán bandera de las políticas del Ejecutivo. “La salida a la crisis es muy diferente a la de 2008 y los ciudadanos serán conscientes durante los próximos meses con su propia economía”, subraya Vara.

Pero en las fichas del mapa autonómico socialista no todo son buenas palabras para Pedro Sánchez. Presidentes como el aragonés Javier Lambán o el castellano-manchego Emiliano García Page han cargado en público contra la reciente reforma del Código Penal aprobada en las Cortes, que ha cambiado el delito de sedición por un tipo atenuado de desórdenes públicos y ha rebajado las penas por malversación, como respuesta a las exigencias de ERC. “Ni las últimas decisiones de Sánchez sobre la sedición o la malversación, ni lo que viene ocurriendo en la legislatura obedecen a la esencia del PSOE”, censuran fuentes del entorno de Page.

De hecho, desde el despacho del presidente consideran que la oposición manifiesta de Page a estas reformas le granjeará más simpatía entre sus potenciales votantes de cara a las elecciones de mayo. En Castilla-La Mancha, el CIS sitúa por delante a los socialistas. “Page es un presidente próximo, al que no le importa decir lo que piensa. Y con ese perfil vamos a hacer una campaña en positivo, contando lo que hemos hecho y presentando un modelo de trabajo basado en la estabilidad en tiempos de polarización”, afirmó ayer Cristina Maestre, portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha.

En cualquier caso, las fricciones con los citados barones por las reducciones en las penas —de las que se beneficiarán los dirigentes del procés y otros cargos independentistas a la espera de juicio— se aparcarán. Y Sánchez se moverá por todo el territorio en una precampaña con la intención de ir “a por todas”.

En el equipo del presidente valenciano, Ximo Puig, prefieren activar la campaña “en el último minuto”, ya en mayo, y concentrar sus esfuerzos en la gestión de su Ejecutivo. “Aquí no hay una pulsión en la calle. No vamos a entrar en ese juego”, apuntan fuentes del gabinete de Puig, que descartan el adelanto electoral que se había cernido sobre la Generalitat en los últimos meses.

El asunto del agua

Puig advirtió esta semana que darán la batalla a Sánchez por el trasvase Tajo-Segura. Porque las tensiones entre los barones y La Moncloa no obedecen solo a las concesiones otorgadas a los independentistas, sino también a las particularidades de cada autonomía y, en la plaza valenciana, el agua es un asunto mayor. “Lo que se acordó tiene que mantenerse. Y si el Gobierno español quiere cambiarlo, debería hacerse en el Consejo Nacional del Agua sin plantear un enfrentamiento territorial”, advirtió Puig el miércoles, después de que el Ejecutivo diera por roto el pacto alcanzado en noviembre para que la transferencia de agua del Tajo al río Segura sobreviviese más allá de 2025.

Entre los barones del PP que concurren por primera vez como números uno en las listas están los presidentes del partido en Aragón (Jorge Azcón), Asturias (Diego Canga), Baleares (Marga Prohens), Cantabria (María José Sáenz de Buruaga), Extremadura (María Guardiola), Navarra (Javier García), La Rioja (Gonzalo Capellán) y Carlos Mazón en la Comunitat Valenciana. Todos intentarán el asalto a los feudos socialistas con la mirada puesta en Andalucía. Y Bendodo llevará la batuta con el mismo estilo que aplicó junto a Moreno.

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Sobre la firma

Virginia Martínez
Es redactora en la sección de España y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en la sección audiovisual hasta verano de 2021. Antes cubrió información local en el diario Granada Hoy. Es licenciada en Derecho por la Universidad de Granada y en Periodismo por la Universidad de Málaga y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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