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España mandará cuatro misiones militares internacionales en 2023

Generales españoles estarán al frente de las operaciones de la ONU, la OTAN y la UE en Líbano, Irak, Malí y el Cuerno de África

Miguel González
Felipe VI, en el campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza, durante un ejercicio con fuego real del Ejército de Tierra en noviembre pasado.
Felipe VI, en el campo de maniobras de San Gregorio, en Zaragoza, durante un ejercicio con fuego real del Ejército de Tierra en noviembre pasado.efe

Las Fuerzas Armadas españolas, que celebran este viernes la Pascua Militar bajo la presidencia del Rey, mandarán durante 2023 cuatro misiones internacionales distintas en Líbano, Malí, Irak y el Cuerno de África, bajo tres banderas diferentes (la ONU, la UE y la OTAN), en lo que constituye un esfuerzo sin precedentes y, a la vez, un reconocimiento del buen hacer de los militares españoles, según fuentes de Defensa.

El primero en tomar el mando fue el general de división Aroldo Sáez Lázaro, que el pasado 28 febrero se convirtió en comandante de los 10.000 cascos azules de 45 países que integran la Fuerza Interina de Naciones Unidas para Líbano (Finul). España, que se incorporó en 2007 a esta misión de la ONU, aporta 650 militares; pero el Estado Mayor de la Defensa ha pedido reforzarlos con 90 más, incluidos un destacamento de transporte con dos helicópteros y un radar Raven para verificar las violaciones del espacio aéreo por parte de Israel y el lanzamiento de cohetes de las milicias libanesas. Está previsto que el mando del general Lázaro se prolongue dos años.

Por su parte, el general de brigada Santiago Fernández Ortíz-Repiso asumió el pasado 16 de diciembre la jefatura de la misión EUTM-Mali, la más importante de la UE en el Sahel, en un momento crítico, ya que se ha suspendido la instrucción de los militares malienses debido a las discrepancias con la junta golpista de Bamako y la creciente presencia en el país de tropas y mercenarios rusos. En este caso, España no solo no ha aumentado sus efectivos, sino que los está reduciendo: de los más de 500 con los que llegó a contar le quedan 300 y estos se quedarán en la mitad cuando se abandone el centro de instrucción de Kulioro y toda la misión europea se concentre en Bamako. Tras la retirada de Francia, Alemania y la República Checa, la propia continuidad de la misión está en cuestión.

En mayo, un teniente general del Ejército de Tierra español tomará el mando de la misión de la OTAN en Irak. Aprobada en Bruselas en 2018, NMI (Nato Mission Iraq) es una misión no de combate dedicada a asesorar a las autoridades iraquíes y a fortalecer sus instituciones y fuerzas de seguridad para que sean capaces de estabilizar el país y luchar contra el terrorismo yihadista. España, con 128 militares, es el primer contribuyente de esta misión en la que participan los 30 aliados de la OTAN, además de Suecia, Finlandia y Austria. Se da por seguro que España aumentará su contribución a una operación que está expandiéndose. Además de contribuir a la NMI, España tiene otros 174 militares en Irak encuadrados en la coalición internacional de lucha contra el Daesh. El teniente general español, que sustituirá al italiano Giovanni Iannucci, ostentará el mando de la más importante operación de la OTAN en la región, tras la retirada de Afganistán, durante un año.

Desde marzo de 2019, un vicealmirante español dirige el cuartel general estratégico de la Operación Atalanta de la UE con sede en la base naval de Rota (Cádiz). Además, durante este año un contralmirante español asumirá el mando embarcado de la flota europea, en el que se turnan Italia, Portugal y España. Actualmente, este puesto lo ostenta un militar portugués, pero su estado mayor navega a bordo de la fragata española Santa María. Aunque no se ha producido ningún secuestro pirata en la zona desde 2019, la escasez de grano por la guerra de Ucrania y la sequía han hecho más importante que nunca la tarea de escolta a los buques del Programa Mundial de Alimentos (PAM).

La asunción de puestos de mando en misiones internacionales es la parte más vistosa del panorama al que se enfrentan las Fuerzas Armadas en 2023, un año en el que dispondrán de una importante inyección económica, con un presupuesto de 12.850 millones de euros, casi un 26% más que en 2022. En el debe, sin embargo, sigue pesando la discriminación de los militares respecto al personal de otros cuerpos uniformados, como la Guardia Civil. Con motivo de la Pascua Militar, las asociaciones profesionales, como Asfaspro (Asociación de Suboficiales de las Fuerzas Armadas), han denunciado que menos del 10% del aumento del Presupuesto va a mejorar sus retribuciones y han tachado de “aguinaldo de la ministra” de Defensa, Margarita Robles, la “paga única incentivo” de 710 euros cobrada por todos los militares con destino en las nóminas de noviembre y diciembre.

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Tras dos años con restricciones de aforo y mascarillas, debido a la pandemia, el acto central de la Pascua Militar ha recuperado la normalidad, con 169 asistentes a los discursos del salón del trono y el posterior cóctel, informa Efe. Los representantes de las asociaciones profesionales de militares no han sido invitados.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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