Los sobres con material pirotécnico destinados a Sánchez, Robles y el embajador ucranio fueron enviados desde España
Localizado un sexto sobre incendiario en la Embajada de Estados Unidos en Madrid. La Audiencia Nacional investiga la autoría de estos envíos
La Audiencia Nacional investiga la autoría de los seis sobres con “un compuesto o ingrediente similar a los que se usan en materia de pirotecnia” que han sido enviadas en los últimos días a, entre otros, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el embajador de Ucrania en España, Sergi Pohoreltsev. Otros dos envíos tuvieron como destinatarios el director de la empresa de armamento Instalaza y el responsable del Centro de Satélites de la base aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, mientras un sexto sobre ha sido interceptado esta misma mañana en el filtro de seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Madrid y ha sido detonado. El secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, ha señalado este jueves en rueda de prensa que, en todos los casos, “existe apariencia de que han sido remitidos desde territorio nacional”. De todos ellos, solo uno deflagró, el que se recibió en la legación ucrania y que causó heridas leves a un trabajador de la misma. Del resto, cuatro fueron detonados por los expertos en explosivos de la Policía y otro, el que se recibió en la base aérea, pudo ser neutralizado, “lo que facilitará la investigación sobre autoría”, ha señalado el número dos del Ministerio del Interior.
El primer paquete se recibió por correo ordinario el 24 de noviembre en las dependencias de Presidencia del Palacio de La Moncloa. Iba dirigido a Pedro Sánchez y, al ser revisado por los equipos de Rayos X, los responsables en seguridad del complejo detectaron en su interior la existencia de un dispositivo que, como se pudo comprobar después, estaba dispuesto para deflagrar, es decir, producir llama, no explosionar. “En términos estrictos, una llama súbita”, ha detallado Pérez. El artefacto, que el secretario de Estado de Seguridad ha descrito como “casero”, fue detonado por los expertos en desactivación de la Guardia Civil. La Comisaría General de Información, responsable de la lucha antiterrorista, inició entonces una investigación reservada que, en un primer momento, no se judicializó. Ese mismo día, Interior ordenó a la Policía Nacional y a la Guardia Civil que extremasen las medidas de protección de los edificios públicos y, en especial, los controles sobre los envíos postales.
El segundo envío fue el que se recibió en la Embajada de Ucrania. Este fue el único que se activó tras abrir el sobre un empleado de la legación diplomática. Según detallan fuentes cercanas a la investigación, el mecanismo consistía en un sedal que, al proceder a la apertura del sobre, provocaba la deflagración del material pirotécnico que contiene. En el suceso, el trabajador sufrió heridas leves en una mano. El sobre era de cartón marrón, de unos 18 por 10 centímetros. Había sido enviado, como el dirigido a Sánchez, por correo ordinario con un franqueo de 2,70 euros (suficiente para mandar cartas de 100 a 500 gramos en península y Baleares y Canarias), aunque no figura matasellos, según una imagen del mismo tomada por la policía a la que ha tenido acceso EL PAÍS.
Al tener conocimiento del suceso, el titular del Juzgado Central de Instrucción 4 de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, abrió diligencias judiciales por un posible delito de terrorismo, señalan fuentes jurídicas. Tras conocerse la apertura de esta investigación, la Policía se personó en el juzgado para informar de las pesquisas abiertas tras recibir el sobre dirigido a Sánchez. Según ha explicado el secretario de Estado de Seguridad, el motivo fue que “tanto las características como el contenido [de ambos envíos] eran similares y, por tanto, apuntaban a la misma autoría”. Pérez ha explicado que hasta ahora no se había informado públicamente del primer suceso para preservar las pesquisas policiales en curso.
— Rusia en España (@EmbajadaRusaES) December 1, 2022
Horas después del envío al embajador, la Policía recibía otro aviso de un envío sospechoso. En este caso, en la sede en Zaragoza de la empresa armamentística Instalaza y dirigido a su director. Instalaza es la fabricante de los lanzagranadas C-90 que el Ministerio de Defensa envió al Gobierno de Volodímir Zelenski al poco de la invasión rusa de Ucrania y como parte de la ayuda militar. Este sobre fue detonado de manera controlada por la Policía. De similares características que los dos anteriores, en este figuraba como remitente una dirección de correo electrónico, que se está siendo investigada.
La existencia de un cuarto envío se ha conocido este jueves, entre las tres y cuatro de la madrugada, cuando los responsables de seguridad de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) detectaron por un equipo de rayos X una carta con un mecanismo sospechoso en su interior que guardaba similitudes con los anteriores e iba dirigido al Centro de Satélites de la Unión Europea, ubicado dentro de la instalación militar. En este caso, la Policía ha podido neutralizarlo y recuperar íntegro el contenido. En él se ha hallado, según fuentes policiales, un “artefacto flamígero” o incendiario, que produce llama. El quinto sobre se ha detectado sobre las 10 de la mañana en la sede del Ministerio de Defensa, en el Paseo de la Castellana. El mismo iba dirigido a la titular de la cartera, Margarita Robles. Según ha detallado Pérez, este fue detonado de manera controlada una hora y cuarto después.
Horas más tarde ha sido interceptado el sexto sobre, de nuevo “de características similares a los anteriores”. En este caso, ha sido localizado sobre las 12.30 en el filtro de seguridad de la Embajada de Estados Unidos en Madrid, según ha confirmado Interior. Como consecuencia de ello, “se ha activado el protocolo policial pertinente”, que ha supuesto que se establezca un perímetro de seguridad en torno a la delegación diplomática. El sobre ha sido detonado en la propia embajada, según han confirmado fuentes policiales, sita en la céntrica calle de Serrano en Madrid, que ha quedado en parte cerrada al tráfico y tomada por un amplio dispositivo formado por siete furgones de la Policía Nacional, varios coches de la Guardia Civil y la Policía Municipal de Madrid y tres vehículos de Bomberos, informa Eliona Rakipaj.
Durante el registro policial se han desalojado los restaurantes que se encuentran en la zona. “Nosotros no nos hemos enterado nada. Si no hubiera sido porque ha venido la Policía a mediodía y nos ha dicho que nos fuéramos, todo habría seguido su curso normal”, comenta la encargada del restaurante Makkila, que está situado enfrente de la embajada. A las 15.16 se ha reanudado el tráfico en la calle Serrano, y las 15.30 se ha retirado el cordón de la puerta de la legación estadounidense y se ha retomado la actividad con toda normalidad. Aunque sí ha permanecido un furgón de la Policía Nacional estacionado delante del edificio.
Cuando se conoció el suceso de la legación diplomática ucrania, Interior ya ordenó un incremento de las medidas de seguridad en torno a las representaciones diplomáticas en nuestro país, “así como en otros ámbitos que necesitan especial protección”, según ha detallado en una nota. “Una decisión que se suma al refuerzo de la seguridad decretado desde el inicio de la guerra en Ucrania”, añadía. El secretario de Estado de Seguridad ha añadido este jueves que, de momento, no está previsto convocar a la Mesa de Valoración de la Amenaza Terrorista para estudiar un incremento de la alerta, situada desde 2015 en el nivel 4, sobre cinco niveles.
Los investigadores están analizando las conexiones entre los envíos y su supuesta relación con la situación que vive actualmente el país centroeuropeo, invadido por Rusia desde el 24 de febrero y escenario de una guerra que dura ya nueve meses. No obstante, el número dos de Interior declinó apuntar en ninguna dirección al considerar “aventurado hablar de líneas específicas de investigación”. Según Interior, hasta ahora no han recibido ninguna notificación de los servicios de seguridad de otros países sobre la existencia de una campaña de envíos similares en sus territorios. La Embajada de Rusia en España ha condenado a través de las redes sociales “cualquier amenaza o acto terrorista”. En un breve comunicado, que se refiere a la información publicada sobre paquetes enviados a la Embajada de Ucrania en España y a “unas entidades oficiales españolas”, la legación de la Federación Rusa subraya: “Cualquier amenaza o acto terrorista, más aún dirigidos contra una misión diplomática, son totalmente condenables”.
Desde Odesa (Ucrania), la ministra de Defensa, Margarita Robles, ha asegurado que los envíos no cambiarán el compromiso de España con Ucrania: “La investigación está en curso. Tiene que quedar claro que ninguna carta ni acción violenta va a cambiar el compromiso claro y firme de España y de los países de la OTAN y de la UE a la hora de apoyar a Ucrania, que defiende una causa justa”, ha asegurado Robles.
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