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Los líderes miden su “solvencia y experiencia” en el Senado

El Gobierno cuestiona “el efecto Feijóo y sus conocimientos” y el PP la capacidad del presidente

Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se saludaban el 6 de junio en la sesión de control al Gobierno en el Senado.
Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo se saludaban el 6 de junio en la sesión de control al Gobierno en el Senado.Álvaro García

A la espera del pacto inminente para solventar la crisis institucional en la Justicia, los líderes del PSOE y del PP se volverán a medir política y dialécticamente este martes en el Senado. Como ya sucedió en septiembre, no será solo una acotada pregunta de control del jefe de la oposición al presidente. No tendrá esas limitaciones. Será un debate amplio y sobre uno de los asuntos de fondo que provoca más incertidumbre en el país, al ponerse en discusión las medidas aprobadas y aplicadas por el Gobierno para paliar los efectos, en este caso energéticos, de la guerra en Ucrania. Pero Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo aprovecharán para medirse, sobre todo, sobre los aspectos que más se critican. El Ejecutivo y el PSOE ponen en solfa “los conocimientos” y el tirón real del llamado efecto Feijóo. El PP y su líder no paran de atacar al presidente por su falta de capacidad y las ataduras con sus socios para salir de esta crítica encrucijada.

Que el posible pacto sobre la justicia y la renovación del Consejo General del Poder Judicial marcha por buen camino lo revela el alto grado de cumplimiento por parte de ambos bandos para no revelar prácticamente nada sobre el mismo en estos días clave. Este domingo ninguno de los dirigentes de ambas formaciones que comparecieron públicamente ofrecieron la más mínima pista. No lo hizo Feijóo, en una convención del PP en Canarias, en la que ni mencionó ese asunto. Ni tampoco la ministra de Educación y portavoz de la ejecutiva socialista, Pilar Alegría, que se escudó tras la discreción que preside ahora esas negociaciones para no estropearlas en su fase final.

Desde el PP niegan que el acuerdo judicial tenga necesariamente que cerrarse este mismo lunes, antes de la cita política en el Senado, y mantienen que es al Gobierno al que más le apremia una solución. El Ejecutivo está intentando evitar estos días cualquier polémica o línea roja sobre ese pacto para no estropear lo que han catalogado como “la última oportunidad” para solventar una crisis institucional de tal gravedad que daña incluso la imagen exterior de España.

Lo que sí hicieron Feijóo y Alegría, al igual que otros dirigentes de ambas formaciones estos días, fue enseñar las bazas que se guardan para el cara a cara en el Senado, pero manteniendo un cuidado exquisito con evitar el menor desaire relativo a la renovación del Poder Judicial.

Feijóo fue transparente en su discurso en Canarias. Piensa que Sánchez es el peor presidente que puede tener España en un momento crucial y lo subrayó con distintas opiniones y datos. Hasta cuantificó en 200 millones de euros al día lo que supone y cuesta su presidencia para la deuda española que heredarán las futuras generaciones. Con ese mantra sobre la mala situación económica, el jefe de la oposición concluyó que el proyecto de Presupuestos para 2023 “dista mucho de lo que España necesita” y son “el programa electoral más caro de nuestra historia”.

El líder del PP aseguró que ya no hay margen para subirle más los impuestos a la gente —el Gobierno se centra en las rentas más altas, las energéticas y la banca— y caricaturizó a Sánchez como el epítome de lo que no debe ser un presidente, porque no piensa en gobernar para todos “sino en figurar y resistir”. “No respeta las instituciones del Estado y, por tanto, no respeta a los ciudadanos, piensa antes en las próximas elecciones que en lo que necesita el país”, afirmó. Feijóo considera que el Ejecutivo es el más caro, amplio y menos operativo de esta historia democrática y que se divide en cuatro facciones que solo operan en su propia clave electoral: PSOE, Podemos, IU y el proyecto Sumar de Yolanda Díaz.

Alegría abundó en una ofensiva contra la “solvencia” de Feijóo, que ya fue el leitmotiv del anterior duelo de ambos líderes en la Cámara alta. La ministra y portavoz del PSOE rebatió que exista “el efecto Feijóo” y abundó en la idea de que antes, cuando era presidente de la Xunta, el líder popular se beneficiaba de que se le desconocía. “Habla, pero no dice nada, solo propuestas vacías que dan la espalda a las clases medias y trabajadoras” y “solo buscan beneficiar a los suyos y a los que más tienen”. “España no está para frases vacías y líderes políticos que solo juegan al escondite y nos venden humo”, sentenció.

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