Los socios de investidura aprietan al Gobierno ante la negociación de los Presupuestos
El PNV amenaza con una enmienda para tumbar las Cuentas y ERC advierte al Ejecutivo por la situación judicial de independentistas por el ‘procés’
“Cada voto cuesta, hasta de los míos”. La ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, se reafirmó en una de sus máximas de cabecera tras escuchar a los socios del Gobierno durante la última comparecencia de Pedro Sánchez, este jueves en el Congreso. La Moncloa mantiene su confianza en que ERC y PNV, junto al resto de partidos que hicieron posible la investidura y el primer Ejecutivo de coalición desde la Segunda República, facilitarán la aprobación de los terceros Presupuestos de la legislatura, pero las advertencias de los principales aliados apuntan a que el PSOE no debería confiarse en exceso.
De los socios habituales en el Congreso, el más contundente ha sido Esteban. El portavoz del PNV fue muy crítico con la comparecencia de Sánchez en plena negociación presupuestaria: “Ni es el momento ni la prudencia lo aconseja”. Esteban le recordó al presidente que “resta una semana de plazo para que el grupo vasco decida si interpone o no” una enmienda que podría tumbar las Cuentas.
Aunque los partidos de la investidura han apoyado el último paquete de ayudas para hacer frente a la crisis económica y social por la invasión de Ucrania, no suavizan sus exigencias al Gobierno. Desde ERC —que no ha modulado ni un ápice sus críticas habituales— hasta Compromís han pedido al Ejecutivo ir más allá en las medidas adoptadas. “El camino es el correcto, pero hace falta más. El mercado se ha demostrado miope y por eso insistimos en que hay que intervenir la cesta básica de los alimentos o poner tope a los alquileres”, ha asegurado Íñigo Errejón (Más País), uno de los menos beligerantes en su tono. Más incisiva se mostraba la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua: “Hoy, otra vez más, presenta usted un paquete de medidas coyunturales para hacer frente a una crisis estructural. El tope al gas está bien, pero es necesario una intervención y transformación del mercado energético”.
Pese a la crisis desatada en el Govern, con ERC en minoría tras la salida de Junts y, por tanto, con los republicanos más débiles en el Parlament —solo tienen 33 escaños en un Hemiciclo de 135—, tampoco Gabriel Rufián hizo concesiones al Ejecutivo. El portavoz de Esquerra volvió a cargar contra la coalición por la subida de precios, los límites de la reforma laboral, el gasto en Defensa —una crítica reiterada en la izquierda— o las causas aún abiertas por el referéndum secesionista ilegal del 1 de octubre de 2017. “Hoy 375.000 familias ya destinan la mitad de lo que cobran a pagarse la luz o el agua caliente y todavía el invierno no ha llegado. Por eso la derecha y la ultraderecha suenan tan bien a según quién”, avisó. “Menos anunciar y más legislar”, reclamó Rufián. “Señor presidente, avanzar con ERC es muy sencillo, solo tiene que hacer tres cosas: cumplir con lo incumplido, mejorar lo prometido y fomentar un clima de confianza, es decir, que su palabra valga algo”, desafió. Antes de terminar, subrayó que su grupo y el Gobierno “no están en igualdad de condiciones para negociar”, recordando los cuadros independentistas “en el exilio perseguidos por el Supremo” o el medio centenar que tiene cuentas pendientes con el Tribunal de Cuentas.
Órdago al presidente
Pero sin duda fue el PNV el que más señales de alarma provocó en el Ejecutivo. “No se entiende que, con la tramitación presupuestaria, usted solicite esta reunión. Una sesión que no conduce a nada practico, sino a más polémica, sobreactuación y enfrentamiento estéril”, advirtió Esteban antes de lanzar un órdago al presidente: “A ustedes les resta una semana para exponer los Presupuestos en comisión y dialogar en la búsqueda de un acuerdo para sacarlos adelante y nosotros tenemos una semana para pensar si mi grupo interpone o no una enmienda de totalidad a esos mismos Presupuestos”, zanjó.
Ni siquiera Unidas Podemos, socio minoritario del Gobierno, evitó los peros en su intervención. Su portavoz, Pablo Echenique, anunció la presentación de dos enmiendas al decreto de medidas contra la crisis. Una de ellas para limitar el diferencial en las hipotecas variables y la otra para prorrogar los contratos de alquiler. “Esperamos que el grupo socialista vea con buenos ojos estas propuestas y las podamos debatir”, pidió. “La vivienda es lo que da estabilidad y seguridad a los ciudadanos, por eso la Ley de Vivienda tiene que salir, tienen que ser valientes”, casi suplicó el diputado de Compromís, Joan Baldoví, a Sánchez.
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