El rey Juan Carlos acepta la invitación al funeral de Isabel II

Los reyes eméritos, don Juan Carlos y doña Sofía, asistirán el próximo lunes al funeral por la reina Isabel II en Londres, junto con Felipe VI y la reina Letizia, según ha confirmado este lunes la Casa del Rey. Será la primera vez que Juan Carlos I asista a un acto oficial con su hijo desde que en agosto de 2020 el monarca emérito se expatrió en Abu Dabi ante el escándalo provocado por la apertura de sendas investigaciones de las fiscalías española y suiza, ya archivadas, sobre su fortuna en el extranjero.

Las invitaciones para las exequias de la reina de Inglaterra, fallecida el día 8 a los 96 años, llegaron el domingo a la Embajada de España en el Reino Unido en forma de nota verbal del Foreign Office (el Ministerio de Asuntos Exteriores británico), que incluía a los jefes de Estado y exjefes de Estado de España, Bélgica, Dinamarca y Países Bajos (todos ellos países europeos con régimen monárquico), así como a sus esposas o esposos y al príncipe heredero de Dinamarca.

La Casa del Rey dirigió el mismo domingo la invitación a don Juan Carlos y a doña Sofía, que este lunes la han aceptado, según ha confirmado La Zarzuela. Aún no se ha confirmado si el rey emérito viajará a Madrid desde Abu Dabi para trasladarse a Londres junto a su hijo, su esposa y su nuera, como es probable, o acudirá directamente a la capital británica.

Juan Carlos I anunció el 28 de mayo de 2019 su retirada de la vida pública a partir del 2 de junio de ese año y desde entonces no ha vuelto a participar en ningún acto institucional. Por eso no estaba previsto que el rey emérito formara parte de la representación del Reino de España en el funeral por Isabel II, que se celebrará en la abadía de Westminster.

Sin embargo, explican fuentes diplomáticas, la invitación que ha remitido el Foreign Office es de carácter estrictamente personal e intransferible (don Juan Carlos y doña Sofía son tataranietos de la reina Victoria de Inglaterra, como también lo fueron Isabel II y su marido, el duque de Edimburgo), por lo que La Zarzuela no tenía más opción que admitirla o declinarla, pero no cambiar el destinatario de la misma. Es decir, ni la Casa Real ni el Gobierno podían decidir que en lugar de Juan Carlos I acudiera otra persona, ya que no se trata de una delegación oficial cuya composición decide el país invitado. Esta última, si finalmente se envía, será designada por el Ejecutivo, aunque su presidencia la corresponderá en todo caso a los Reyes.

La invitación de la Casa de Windsor ha llegado como un oportuno salvavidas para Juan Carlos I, tras el fiasco de su visita a Sanxenxo (Pontevedra) en mayo. El primer viaje del rey emérito a España en casi dos años, para practicar vela con sus amigos, se convirtió en un espectáculo mediático que incomodó profundamente a La Zarzuela y alejó la posibilidad de normalizar sus estancias en el país. Por el contrario, la muerte de Isabel II sí se considera motivo más justificado para que el rey emérito recupere su presencia pública.

No obstante, ni el Gobierno ni la Casa del Rey han querido asumir la responsabilidad de volver a poner a Juan Carlos I en un foro en el que estará en el punto de mira de todos los medios de comunicación internacionales. Desde el primer momento, el Ejecutivo ha trasladado a La Zarzuela la responsabilidad de decidir si el rey emérito acudiría al funeral por Isabel II, mientras que esta ha dejado en manos de don Juan Carlos la decisión de si aceptar o no la invitación de la familia real británica. Entretanto, sin embargo, se han producido conversaciones entre las tres partes pues, tras el malestar generado por su fin de semana en Sanxenxo, el rey emérito no quería dar un paso sin el beneplácito de su hijo, según fuentes próximas al primero. Tras la luz verde de La Zarzuela, Juan Carlos I estará el lunes en Londres.

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Muere la Reina Isabel II