La moda de colarse en zonas protegidas de Canarias

Marcas deportivas que se promocionan sin permiso administrativo en una reserva natural de Tenerife, influencers que se van a la base de un volcán de Fuerteventura para grabarse haciendo gimnasia y turistas bañándose en el lago de una de las principales atracciones turísticas de Lanzarote. El regreso del turismo a Canarias, unido a la eclosión experimentada en los últimos años por los vídeos virales, han hecho más notorios que nunca los excesos de ciudadanos contra los frágiles tesoros canarios.

El caso más conocido se produjo en la isla de Lanzarote a mediados de julio. Entonces, un grupo de turistas fue sorprendido bañándose en Los Jameos del Agua, una de las principales atracciones turísticas de la isla desarrollada por el fallecido César Manrique a partir de un túnel volcánico creado por el Volcán de la Corona. En ese lago habita, además, una especie única en el mundo: el cangrejo ciego (munidopsis polymorpha), una especie endémica de la isla en peligro de extinción. El vídeo, en el que hacen caso omiso de las recriminaciones de varias personas, causó enfado dado que en la zona está expresamente indicado, y en varios idiomas, la prohibición de baño.

También en Lanzarote, varias personas accedieron al conocido como Charco Verde, al oeste de la isla, apenas dos semanas después del incidente en los Jameos del Agua. El Charco Verde (o Charco de los Clicos) es una laguna de agua de mar filtrada encuadrada incluida en el parque natural de los Volcanes, que linda con el Parque Nacional de Timanfaya. La entrada a la playa está terminantemente prohibida. Es a ella a la que accedió al menos una persona, cuya imagen fue publicada por el portal Islas sin Corrupción.

El caso más reciente se produjo el pasado 2 de agosto, cuando dos turistas colgaron en sus perfiles su entrada al interior del volcán de Calderón Hondo, en el norte de Fuerteventura. Se trata de una formación de 50.000 años que, pese a ser uno de los más visitados de la isla, es un espacio natural protegido con numerosas señalizaciones en varios idiomas. En su bajada, los dos turistas provocaron desprendimientos del picón (lapilli, fragmentos de lava de pequeño tamaño) y una vez en la base, usaron piedras para hacer deporte.

Posteriormente, los infractores publicaron otro vídeo en el que se disculpaban, aunque aseguraban que “estaba mal señalizado y había falta de prohibición explicita’'.

La aparente proliferación en las redes sociales de vídeos que muestran a personas llevando a cabo malas prácticas en el entorno natural llevó en junio pasado a la Consejería de Sostenibilidad Medioambiental del Cabildo de Fuerteventura a recordar que los ecosistemas insulares son “territorios frágiles” en los que “cualquier mala afección puede causar daños irreparables a la biodiversidad”. El departamento precisó que este tipo de acciones acarrean multas de 600 a 6.000 euros, según la Ley del Suelo y de los Espacios Naturales Protegidos de Canarias, en el caso de que la sanción sea considerada leve. Pueden acarrear también sanciones según lo establecido por la Ley de Costas.

Las infracciones graves, no obstante, pueden llegar a alcanzar los 600.000 euros. Es a la que, en teoría, se enfrenta la compañía nipona de equipamiento deportivo Asics. La firma grabó hace dos meses un anuncio en la Reserva Natural Especial de Chinyero, en Tenerife, para una campaña comercial. Este entorno tiene gran valor geológico y para la protección de aves. Las críticas llevaron a la compañía a retirar el vídeo, y la consejera de Gestión del Medio Natural y Seguridad, Isabel García, se vio obligada a dar una rueda de prensa a principios de julio para anunciar medidas. “Esta actividad nunca ha sido autorizada y no consta ninguna solicitud a la misma, por lo que se abrirá un expediente sancionador, como indica la normativa”, explicó entonces la consejera”.

Chinyero fue también el paraje elegido por el expiloto de MotoGP, Carlos Checa, para grabarse circulando fuera del terreno delimitado. En las imágenes se podía apreciar como Checa y sus acompañantes circulaban por terreno fuera de pista. Ante el revuelo, el piloto pidió disculpas.

Fuentes cercanas a los hosteleros de las islas, sin embargo, rechazan que estos casos supongan una tendencia o motivo de preocupación. “Los turistas que entren en Canarias este año pueden alcanzarlo los 14 millones fácilmente”, aseguran. “Los casos que se han dado son muy minoritarios. La amplia mayoría de los que nos visitan son sumamente respetuosos”.