El atropellado pacto para un frente amplio en Andalucía abre una crisis en la izquierda
Iglesias critica el modo de elección de la candidata y vaticina que, si ese es el prólogo de la plataforma de Díaz, se puede “dar por muerto el proyecto”
La construcción de un frente amplio de izquierdas en Andalucía amenaza con quebrar el único espacio que hasta ahora había sobrevivido a las sucesivas batallas internas: Unidas Podemos. La crisis desatada en la comunidad autónoma después de que el partido fundado por Pablo Iglesias se quedara fuera del registro de la coalición Por Andalucía para concurrir en las elecciones autonómicas del próximo 19 de junio salpica ya a las direcciones de IU y Podemos, molestas con el proceso y que se echan la culpa la una a la otra por lo sucedido el viernes. El exvicepresidente Iglesias, que aún es un actor influyente, verbalizó el lunes por la noche el enfado de su partido y, visiblemente afectado, disparó contra Izquierda Unida y la propia Yolanda Díaz, al afirmar que, si este era el prólogo de la nueva plataforma nacional que planea la titular de Trabajo, se podía “dar por muerto el proyecto”.
La presentación oficial de la coalición Por Andalucía se celebrará mañana en Sevilla, cuando apenas faltan seis semanas para las elecciones andaluzas. Hasta tres convocatorias de prensa distintas enviaron los coaligados. En el acto está previsto que intervengan los dirigentes de los seis partidos de izquierdas, además de la candidata a la Junta, Inma Nieto. Los organizadores estiman que durará dos horas y medias.
Los representantes jurídicos de la coalición de izquierdas, que nace con el motor gripado, intentan hallar una solución para el principal problema que hay encima de la mesa: la distribución de las subvenciones electorales y parlamentarias. En el acuerdo político alcanzado por Podemos e IU se estableció un reparto de recursos, sillones, tareas, como si se tratase de un consejo de administración de una gran empresa. Y el 60% de los recursos económicos para Podemos y el 40% para Izquierda Unida. No figuraba una sola palabra del programa con el que pretenden convencer a los electores.
Una vez que el partido que dirige Ione Belarra no figura legalmente como miembro de la coalición, esas subvenciones no pueden ir a Podemos Andalucía porque se trataría de una financiación ilegal. “Las subvenciones electorales y parlamentarias son finalistas y tienen que estar perfectamente justificadas. Tiene difícil solución”, asegura uno de los negociadores. Esta tarde los técnicos mantienen otra reunión para hallar la fórmula. Otra cosa son los encajes políticos que se acuerden sobre el funcionamiento del futuro grupo parlamentario. Cuando elaboren el obligatorio reglamento interno podrán establecer normas de una convivencia política que, desde el primer día, se ha mostrado muy frágil.
“Hemos trabajado muchos años para que las cosas fueran diferentes. Podemos contribuyó a traer primarias. Hemos vuelto a los despachos, las puñaladas, los registros, las filtraciones”, acusó Iglesias durante la tertulia del programa Hora 25 en la Cadena SER, criticando el modo de elección de la candidata de IU, Inma Nieto, que ha provocado que la formación que coordina Alberto Garzón recupere la dirección del proyecto en Andalucía. “Quizás la próxima vez estaría muy bien hacer unas primarias, abiertas a la ciudadanía o a los militantes de todas las formaciones políticas, para no tener que pasar por esta vergüenza. (…) Si decimos que tenemos que escuchar a la gente, escuchar a la gente es dejar que la gente hable votando y decidiendo. No hay peor manera de arrancar”, remarcó Iglesias, en alusión a los planes de la vicepresidenta ―un “proceso de escucha” que durará meses para dar lugar a ese nuevo proyecto político― y a la imposición de la candidata andaluza.
La estridencia de las palabras de Iglesias no ha gustado en IU. Tampoco en el entorno de Díaz, que no se sorprende. La ministra rechaza contestar al fundador de Podemos, casi nunca lo hace, y, además, en las últimas horas se ha desvinculado del proceso andaluz. “Estas cosas son las que alejan a la ciudadanía de los partidos políticos”, dijo el lunes sobre las negociaciones para la coalición electoral, que han derivado en un fiasco jurídico. Mientras, fuentes de Podemos señalan que ellos “cedieron” sobre el candidato a tiempo y que se trató de un error material de IU —responsable del registro— al presentar un documento anterior al acuerdo. Desde IU y Más País afirman que el partido que dirige Ione Belarra apuró demasiado los plazos. Si Podemos sostiene que hubo una “pinza” del resto de fuerzas políticas para debilitarlos y evitar que tuvieran al cabeza de lista pese a ser los únicos que contaban con un candidato avalado en primarias, IU ve un intento por reventar los planes de Díaz, motivado, en parte, por el temor de Podemos a perder poder en el futuro proyecto político.
La vicepresidenta lleva meses alejada de Podemos. No acude a sus actos y sus posiciones en ocasiones no coinciden con las del grupo de Belarra, lo que ha generado sucesivas fricciones. La plataforma en la que trabaja, según sostiene, quiere poner en el centro a la ciudadanía, otras organizaciones profesionales y sociales. Y el peso de Podemos, la formación predominante dentro de UP, en ese proyecto aún está por ver.
Antes de las afirmaciones de Iglesias, la crisis había escalado ya el lunes por la tarde, una vez que la Junta Electoral de Andalucía rechazó el recurso presentado por IU para subsanar el fallo cometido en la inscripción e incluir así a Podemos y Alianza Verde en la coalición. Desde la dirección de Podemos se filtró por la tarde que, en una reunión celebrada justo antes, Izquierda Unida había mostrado su “rechazo” a cumplir los compromisos económicos recogidos en el acuerdo político. “Solo se ha trasladado a Podemos la necesidad de modificar aspectos relativos a las fórmulas de financiación, ya que, al quedar fuera de la coalición , el método de financiación, tal y como estaba establecido, no cumpliría con la normativa del Tribunal de Cuentas”, precisaron fuentes de la coalición. El pacto alcanzado el viernes aseguraba a Podemos los primeros puestos de las listas de Cádiz, Córdoba, Huelva y Granada, además de la coportavocía del grupo parlamentario y el 60% de los recursos.
La formación se agarraba a última hora del lunes a ese acuerdo. “Debe cumplirse íntegramente, existen todas las herramientas legales y administrativas necesarias para ello”, insistía el partido. Fuentes de Por Andalucía han señalado este martes que se están buscando “fórmulas jurídicas” para intentar casar lo imposible. Pero la realidad es que no podría haber subvenciones electorales y parlamentarias a Podemos si este se queda finalmente fuera de la coalición, porque eso incurriría en financiación ilegal.
En una clara alusión a Iglesias, la candidata del espacio a la presidencia de la Junta, Inma Nieto, ha lamentado la “testosterona de más” que, en su opinión, se da en algunas tertulias. En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, la cabeza de lista se ha mostrado convencida de que habrá una solución. “Hay que acomodar la voluntad del cumplimiento del acuerdo, que es inequívoca por todas las partes, con el cumplimiento de la ley” para “ir en candidaturas conjuntas”, ha dicho.
“Yo no concibo otro escenario que no sea el del cumplimiento de los acuerdos y que se mantenga la unidad en Andalucía”, ha afirmado en el mismo sentido este martes el portavoz parlamentario de UP, Pablo Echenique. Consciente de su papel como representante de todo el grupo, el diputado ha preferido no entrar en polémicas. ”No voy a dar titulares, simplemente decir que mi formación va a hacer lo que hacemos siempre: arrimar el hombro en la campaña e intentar que tengamos el mejor resultado en Andalucía”, ha concluido. También el líder de Más País, Íñigo Errejón, ha buscado rebajar la tensión y ha asegurado en el Congreso que no ve razones para que se rompa el acuerdo.
Está previsto que la coalición andaluza se presente formalmente este miércoles. En principio, Podemos saldrá en la foto. Una hipotética candidatura independiente de la formación de Belarra podría tener repercusiones en el grupo parlamentario e incluso en el Gobierno central. Un escenario sobre el que nadie quiere elucubrar por ahora.
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