El PP dice que aspira a no depender de nadie, pero no cierra la puerta a gobernar con Vox en La Moncloa
El congreso del PP de Madrid que encumbrará a Ayuso se celebrará el 20 y 21 de mayo
El contraste es evidente. El día después de que la derecha tradicional francesa haya pedido el voto para el centrista Emmanuel Macron, en la segunda vuelta de las presidenciales, para evitar que la extremista Marine Le Pen llegue al Elíseo, en España el Partido Popular forma en Castilla y León el primer Gobierno de coalición con el partido hermano de Le Pen, Vox. La dirección nacional del PP defiende este Ejecutivo y algunas de sus medidas más polémicas, como la aprobación de una nueva ley “de concordia” que derogará el decreto de memoria histórica vigente, que Génova considera “positivo”. Los populares tampoco han hecho esfuerzos por ahuyentar la posibilidad de que Vox pueda formar parte de un eventual Gobierno conjunto en La Moncloa. Preguntado por este escenario, el coordinador general del PP, Elías Bendodo, ha defendido que el partido aspira a una mayoría suficiente “para no depender de nadie”, pero no ha cerrado la puerta a terminar haciéndolo.
El número tres del PP se ha pronunciado a preguntas de los periodistas sobre las declaraciones del líder de Vox, Santiago Abascal, que este lunes en Valladolid ha defendido que el Gobierno de Castilla y León es “una gran esperanza para millones de españoles”, que lo observan “como una posible alternativa para toda España”. Y Bendodo no ha descartado la posibilidad de que ese acuerdo se termine produciendo, aunque no sea la primera opción de los populares. “Es muy precipitado. Todavía no hay un horizonte ni cercano ni lejano de que haya elecciones generales. El PP siempre sale a ganar las elecciones y a conseguir una mayoría suficiente para no depender de nadie”, ha reflexionado el coordinador general. A renglón seguido, ha dejado la puerta abierta: “Esa es la vocación que tiene este partido, construir mayorías con la sociedad. Eso es lo que pretendemos. A partir de ahí, iremos viendo situación a situación”.
Que el PP no cierre la puerta a gobernar con Vox un día como hoy es relevante, después de que la ausencia de Alberto Núñez Feijóo este lunes en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco se interpretara como que el presidente popular marcaba distancias con el acuerdo. Abascal sí fue, apropiándose simbólicamente del nuevo Gobierno. Bendodo ha argumentado que Feijóo no ha acudido al debate acto porque no es lo habitual, y lo normal es asistir a las tomas de posesión. La de Mañueco se celebra el martes que viene, el día 19, y en principio, el presidente popular acudirá. Feijóo ha transmitido al comité de dirección “su interés en asistir a la toma de posesión de Mañueco, siempre que la agenda se lo permita”, ha expresado el coordinador general. El barón gallego ha movido ficha después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, hubiera confirmado que ella asistiría, como publicó EL PAÍS.
La dirección nacional del PP respalda el cambio de la normativa de memoria histórica de Castilla y León por exigencia de Vox, y además lo celebra. “Es positivo que haya una normativa que contente a todo el mundo, que todo el mundo se sienta cómodo”, ha expresado Bendodo. “Es positivo que se plantee una norma que recoja el papel que tuvieron las víctimas en ambos bandos. No hay que seguir dividiendo a la sociedad. En Andalucía la norma también va en ese sentido”, ha remachado. No obstante, el decreto de memoria histórica vigente en Castilla y León y que se va a suprimir reconoce los derechos de “quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil”, sin diferenciar a qué bando pertenecían, en contra de lo que dice Vox. El PP asume el discurso del partido de Abascal en este punto.
La derecha española se erige este lunes en una excepción en el tratamiento a la extrema derecha, frente a los vecinos de Francia, donde se ha levantado un cordón sanitario a los ultras. Los populares han buscado sortear esa incomodidad del contraste con sus colegas franceses identificándose con Macron. Ante la pregunta de por qué en España el PP cogobierna con Vox mientras en Francia sus homólogos piden no votar a Le Pen, el coordinador general de los populares se ha descolgado con el argumento de que “en Francia lo que ha pedido la candidata [de la derecha] es que no se vote a Le Pen, por tanto, que se vote a Macron, que es lo que hace el PP también”.
El PP, ha defendido Bendodo, toma como referencia al candidato centrista en lugar de a Los Republicanos, su partido hermano, pese a que esta formación (que ha logrado solo el 4,8% de los votos en las presidenciales) es la que se integra en el Partido Popular Europeo. En cambio, En Marche!, el partido de Macron, está en los liberales de ALDE (con Ciudadanos). “El PP se identifica plenamente con las políticas aplicadas por Macron en Francia. Sus políticas liberales están funcionando en la economía francesa y el PP las hace suyas”, ha subrayado el número tres del PP.
Congreso de Madrid en mayo
La dirección del PP ha aprobado este lunes, por otra parte, la propuesta sobre la fecha del congreso del PP de Madrid que Isabel Díaz Ayuso lleva meses reclamando para ser coronada como presidenta del partido en la Comunidad. Se celebrará los días 20 y 21 de mayo, apenas un mes antes de la fecha límite que decía la anterior dirección popular. Será el primer congreso regional del partido de los 11 que están pendientes de celebrar, por lo que Feijóo da prioridad a Ayuso para asegurarse la paz interna tras la salida de Pablo Casado.
La celebración de este congreso era una larga reivindicación de Ayuso, hasta el punto que llegó a ser el casus belli con la anterior dirección del PP que acabó con Casado y Teodoro García Egea descabalgados del partido. Díaz Ayuso quería al principio que se celebrara en marzo como tarde, mientras que Casado quería apurar hasta finales de primavera o principios de verano. En realidad, el motivo de choque era que la dirección anterior no quería que Ayuso presidiera el PP de Madrid. La guerra interna terminó por ganarla la presidenta madrileña, que ahora tiene el respaldo de Feijóo para hacerse con el control del partido.
El PP de Madrid está pilotado ahora por una dirección provisional designada durante la etapa de Mariano Rajoy al frente del partido tras la dimisión en 2018 de Cristina Cifuentes, la presidenta elegida por las bases, por el caso máster y la publicación de un video en el que supuestamente se la veía intentando hurtar unas cremas en un supermercado. Para sustituirla al frente de la organización más poderosa del PP se eligió a una persona de la confianza de Rajoy, Pío García-Escudero. Como secretaria general fue nombrada Ana Camins, íntima de Casado.
Hacerse con el control del PP de Madrid da acceso a la más poderosa herramienta electoral del partido, y a su vez permite premiar y castigar lealtades a través de la elaboración de las listas electorales, aumentando exponencialmente la capacidad de influencia interna de quien toma esas decisiones. Razones todas ellas que convirtieron a Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes en contrapesos internos de Rajoy.
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