Vox apunta a la consejería de Agricultura mientras sigue negociando con el PP el Gobierno de Castilla y León

La alianza firmada el jueves entre PP y Vox para formar Gobierno en Castilla y León y darle a los ultras la presidencia de las Cortes implica unas complejas negociaciones para asignar las 10 consejerías de la Junta. El presidente en funciones, Alfonso Fernández Mañueco (PP) y el futuro vicepresidente, Juan García-Gallardo (Vox), anunciaron las claves del pacto y la respectiva presidencia y vicepresidencia, pero nada más allá de que Vox dirigirá tres consejerías. García-Gallardo ha confirmado este lunes una base ya comentada desde que se supo el resultado electoral: la extrema derecha tiene especial interés en hacerse con Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural.

García-Gallardo ha anunciado este lunes en una entrevista en esRadio que ese área del Gobierno autonómico es uno de sus principales objetivos. “Por el programa y por el lema de campaña es una de las grandes candidatas, pero no está definido, estamos en un periodo de reflexión para ver quién puede gestionar mejor cada una”, ha precisado García-Gallardo. Este grupo, que obtuvo 13 procuradores en los comicios, por 31 del PP, se presentó en campaña con el lema “Siembra” y creció en las zonas rurales cargando contra el Ejecutivo central, a quienes acusaron de perjudicar a estos sectores. La intervención de García-Gallardo abre dudas sobre la distribución de carteras, pues tras el pleno que dio a Vox la presidencia de las Cortes sostenían que tres de las 10 serían para los ultras. Mañueco insistió en esa idea el pasado viernes, pero se ha encontrado este lunes con las palabras de su futuro compañero en la Junta: “Estaría encantado de ocupar todas las consejerías pero finalmente vamos a tener tres o cuatro”.

El partido de Santiago Abascal, que ha dirigido las negociaciones de Madrid, tiene también entre sus pretensiones, según fuentes cercanas, las consejerías de Fomento y Medio Ambiente y la de Familia e Igualdad de Oportunidades. La primera de ellas abunda en la tesis de Vox de intentar hacerse fuerte en el ámbito rural o agrario mientras que con la segunda puede conseguir calar en los entornos sociales en cuanto a la gestión de las ayudas públicas. Familia cuenta con la Dirección General de la Mujer y gestiona la ley autonómica de violencia de género, que Mañueco ha prometido no tocar pero que sí se deja notar en el pacto suscrito entre PP y Vox. Este incluye impulsar una “ley de violencia intrafamiliar”, que equipara la machista con otras que puedan darse en el ámbito del hogar, y que también quedaría bajo la administración de Familia.