El nuevo PP marca una línea novedosa con Vox al definirlo como extrema derecha
El presidente del Comité Organizador del Congreso, Esteban González Pons, subraya que tanto Casado como García Egea tienen futuro dentro del partido
El nuevo PP empieza a dejar pistas de que la llegada de otra dirección popular va a implicar también cambios estratégicos y de enfoque ideológico. Aunque el partido se encuentra todavía en una etapa de transición hasta que el próximo congreso extraordinario de abril ―en el que presumiblemente se elegirá a Alberto Núñez Feijóo como líder― una de las dos figuras que pilota el PP hasta entonces, Esteban González Pons, presidente del Comité Organizador del Congreso, ha marcado una línea novedosa con respecto a Vox. González Pons, que es además un político muy próximo a Feijóo, ha definido al partido de Santiago Abascal como de “extrema derecha”, algo que Pablo Casado y su cúpula evitaban hacer en una posición siempre titubeante con el partido ultra. El nuevo PP cierra también el paso a las peticiones de Isabel Díaz Ayuso para que se expulse a quienes dirigieron la “campaña” contra ella al revelar los cobros de su hermano del Gobierno de la Comunidad de Madrid.
El hombre próximo a Feijóo en la estructura transitoria del PP, que es además vicepresidente del Grupo Parlamentario Popular Europeo, incorpora una concepción más europea sobre Vox, al menos llamando a las cosas por su nombre. “Vox no es el PP ni representa la ideología en que la consiste el PP. Vox es un partido de extrema derecha. El PSOE tampoco es el PP. Nosotros tenemos que definir nuestras relaciones con quienes geográficamente están a nuestros costados. Pero el PP no se define por referencia a nadie. Somos un partido de centro-derecha”, ha expresado González Pons este miércoles en una entrevista en Telecinco. El dirigente popular sitúa el fenómeno de Vox en el contexto europeo de auge de los extremismos de derechas. “En España hay una oferta de extrema derecha, como en toda Europa. Una oferta de socialistas, y una de centro-derecha. Nosotros somos ese gran partido que ha construido la Unión Europea e hizo la Transición, no necesitamos mirar hacia fuera para definirnos”.
Este discurso es novedoso en el PP, que hasta ahora se movía en una calculada ambigüedad y una posición oscilante sobre Vox. Pablo Casado pasó de ofrecer la entrada de ministros de Vox en un eventual Gobierno del PP los días previos a las elecciones generales de 2019 a romper con Abascal en la moción de censura de 2020, y después el PP se apoyó en la extrema derecha para gobernar en unos cuantos territorios. Está por ver todavía cómo se aterriza el nuevo planteamiento del PP sobre Vox, ya que las fuentes consultadas en la nueva estructura no se cierran a los acuerdos con el partido de Santiago Abascal. La primera prueba de fuego para el PP posterior a Casado es el Gobierno de Castilla y León, en el que los ultras reclaman asientos. De momento, ni Feijóo ni la dirección transitoria se han pronunciado al respecto.
González Pons ha marcado otra línea muy relevante sobre cómo recomponer la fractura interna que ha sufrido el partido y que ha desembocado en el derrocamiento de Pablo Casado como líder. El presidente del Comité Organizador del Congreso ha cerrado el paso a la revancha que reclama Ayuso por su guerra interna con Casado. La presidenta de la Comunidad de Madrid reventó ayer la reunión de la Junta Directiva Nacional del PP exigiendo que se expulse del PP a todos los que formaron parte de lo que ella considera ha sido una campaña para “destruirla” políticamente, pero el nuevo PP no quiere vencedores ni vencidos.
González Pons ha sido claro en que tanto Casado como su ex secretario general, Teodoro García Egea, siguen teniendo cabida en el PP en la nueva etapa. “No voy a rehuir la pregunta: Pablo Casado está en el futuro del PP sin ninguna duda”, ha zanjado el dirigente popular enmendando la plana a Ayuso. Y ha añadido sobre el ex número dos de Casado: “El señor García Egea es un extraordinario político, un extraordinario profesional. Él va a poder elegir lo que quiera hacer, pero si quiere escuchar mi opinión, yo le pediré que no deje la política. El PP se renueva por adición, por suma, aquí hacemos falta todos, no sobra nadie. No tenemos que pedirle a nadie que se vaya, sino a muchos más que vengan”. Ayuso es una figura muy relevante en la nueva etapa, que nace de un acuerdo entre Feijóo y las principales baronías, pero de momento los mensajes que la nueva estructura lanza a la presidenta madrileña le marcan unos límites claros. No hay lugar para las revanchas.
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