Moreno exhibe la bandera del andalucismo moderado en la batalla por ganar el centro

Desde hace meses en Andalucía todo está teñido de música electoral. En las movilizaciones de los sindicatos y de los partidos; en el Gobierno y en el Parlamento hay un compás de espera para sacar las pancartas y los megáfonos, que ahora se oyen y ven mejor en las redes sociales, una vez que el presidente de la Junta firme la disolución de la Cámara. Esto tardará unos meses más de lo previsto tras los resultados obtenidos por el PP en Castilla y León y, además, por la crisis interna en el principal partido de la oposición con un liderazgo decapitado en un visto y no visto.

Este clima ha recorrido todos los actos celebrados este lunes en Andalucía para conmemorar el 28 de febrero de 1980 por el que la comunidad accedió a su autogobierno por la vía rápida de la Constitución reservada, hasta ese justo momento, a las llamadas comunidades históricas.

El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, ha aprovechado a fondo el acto de entrega de medallas de Andalucía en el Teatro de la Maestranza de Sevilla para situarse en el espacio político donde se van a decidir las próximas elecciones, el centro, y el punto exacto donde Moreno quiere que se le vea entre las críticas que Vox, su aliado de investidura, le dirige por “soñar en socialista”; y las que recibe por parte del PSOE por “ser muy de derechas”. Y lo ha hecho con el legado del 28-F en la mano, que los socialistas siguen considerando como su gran obra, y con la apelación al “orgullo para mirar de igual a igual a cualquier otra región de España o de Europa, por muy rica que sea”.

Moreno ha hecho un canto al “andalucismo moderno y moderado”, alejado de los extremos. “Reivindicamos la Andalucía sosegada que escucha y conversa, que abraza e integra, en un mundo alterado por el enfrentamiento, la polarización y la confusión”, ha afirmado el presidente andaluz

El propio acto de entrega de las medallas de Andalucía ha sido el principal mensaje. Se ha premiado al conservacionista y presidente del Consejo de Participación de Doñana, Miguel Delibes de Castro; y a continuación Moreno le ha puesto la insignia a la Federación Andaluza de Caza (hay más de 250.000 cazadores federados en Andalucía). La presentadora del acto, Eva González, ha opinado entre uno y otro galardón que a Delibes, que era cazador, le iba a gustar ese reconocimiento a los cazadores.

Se la ha concedido la medalla Manuel Clavero Arévalo, el exministro que dimitió de la UCD por estar en contra de la posición abstencionista de su partido en el 28-F, a la Fundación Blas Infante, que cuida del legado del autor de Ideal Andaluz y al que el Estatuto de Autonomía aprobado en 2007 reconoce como padre de la patria andaluza. La presentadora ha calificado al catedrático de Derecho Administrativo de “padre de la autonomía moderna” mientras se proyectaban imágenes del notario fusilado en 1936 con la del autor de la frase “café para todos”, fallecido en junio de 2021. Los socialistas andaluces están un tanto escandalizados con este paralelismo, pero sufren en silencio.

Han aparecido vídeos con testimonios de jóvenes emprendedores y de niños con mascarillas puestas respondiendo a preguntas sobre Andalucía y en el que uno de ellos, cuando se le ha requerido a quién premiarían ha dicho: “Juanma, dame una medalla”. Todo entronca con esa visión amable de una Andalucía que “abraza e integra”, subrayada por Moreno, que esta vez ha primado el mensaje conciliador frente al de las reivindicaciones al Gobierno central.

Ese papel lo ha desempeñado con mayor claridad la presidenta del Parlamento, Marta Bosquet (Ciudadanos), que ha entonado lo que parecía una despedida, ya que el pleno extraordinario del 28-F ha sido el último de la legislatura. Bosquet ha aludido a la situación de “infrafinanciación” de la comunidad en un acto celebrado en el exterior del antiguo Hospital de las Cinco Llagas, sede la Cámara andaluza. “Los andaluces reciben menos recursos de los que merecen por un sistema de financiación autonómica que perjudica los intereses de la comunidad donde más españoles viven”, ha dicho. Entre los invitados que la escuchaban estaba la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y el ministro de Agricultura, Luis Planas. La intervención de Bosquet ha estado acompañada de los pitidos de un grupo de sindicalistas en protesta por la falta de cobertura de plazas en la delegación de la Consejería de Cultura en Sevilla.

La izquierda, como siempre, ha celebrado una manifestación por las calles de Sevilla que ha culminado en el palacio de San Telmo. Unidas Podemos y Adelante Andalucía se han sumado a la marcha convocada por la Plataforma Andalucía 28-F en defensa de los “servicios públicos” que los líderes de Unidas Podemos, Toni Valero y Martina Velarde, creen que están “en peligro por las políticas privatizadoras” del Gobierno del PP y Ciudadanos. También en clave electoral se ha pronunciado la portavoz de Adelante, Teresa Rodríguez, quien ha defendido la necesidad de que Andalucía cuente con “voz propia en el Gobierno de la Junta, el Congreso de los Diputados y en Europa”, informa Europa Press.

Vox, a su manera, también se ha sumado al 28-F, pero para prometer que si llegan al Gobierno el día de la comunidad será el 2 de enero para celebrar la toma de Granada. La portavoz adjunta de Vox en el Congreso y probable candidata a la Junta, Macarena Olona, ha pronosticado que el tiempo de la ultraderecha “ha llegado”. “El objetivo no es la vicepresidencia; queremos la presidencia”, ha dicho en un acto celebrado en Sevilla.