Una proxeneta reincidente, al frente de una red de explotación sexual de mujeres chinas
La Policía Nacional detiene en Zaragoza y Bilbao a 63 personas investigadas por trata de personas y favorecimiento de la inmigración irregular
Agentes de la Policía Nacional han detenido a 63 personas y han desarticulado una organización criminal de origen chino, asentada en Zaragoza y Bilbao, dedicada, presuntamente, a la explotación sexual de mujeres y al favorecimiento de la inmigración irregular de ciudadanos de su misma nacionalidad. Cinco víctimas han sido liberadas. La máxima responsable de la red es una ciudadana china que ya había sido detenida en Barcelona por hechos similares en 2012. “Una mujer de unos 50 años, que llevaba en España 15 y que previamente se había dedicado a la prostitución, por lo que contaba con una amplia red de contactos en toda España”, señalan los investigadores que han ofrecido este martes una conferencia de prensa este martes en el complejo policial de Canillas. La proxeneta reincidente y su “socia principal” han ingresado en prisión, cuando intentaban “ampliar el negocio” con un nuevo piso de citas en Madrid.
El entramado criminal estaba estructurado en dos ramas diferenciadas y coordinadas entre sí. La rama ubicada en Zaragoza captaba mujeres de origen chino, concretamente de la región de Xintao y en situaciones de desamparo o pobreza, para explotarlas sexualmente en pisos en “condiciones de semiesclavitud”. Por otro lado, la estructura asentada en Vizcaya, se dedicaba a regularizar la situación en nuestro país de compatriotas mediante contratos de trabajo falsos y empadronamientos ficticios. Cada inmigrante pagaba por estos servicios entre 8.000 y 10.000 euros, lo que habría reportado a la organización un beneficio estimado de 5 millones de euros.
Además de las 63 personas detenidas (50 en Bilbao, 12 en Zaragoza y una en Madrid), los agentes han liberado a cinco mujeres víctimas de la organización y han realizado 15 registros domiciliarios en los que han incautado más de 115.000 euros en efectivo y sustancias estupefacientes. Las mujeres liberadas, entre los 30 y los 40 años, llevaban desde dos semanas a dos años en España. “Normalmente, había dos o tres chicas en cada piso alquilado y las iban rotando, pero las restricciones del covid complicaron los viajes desde China”, señalan los agentes. Todas ellas, ya en libertad, han sido acogidas por una ONG.
La investigación se inició gracias a la denuncia de una de las víctimas que acudió a la comisaría de Zaragoza acompañada de un compatriota el pasado mes de mayo. Su declaración puso a los agentes sobre la pista de la organización criminal dedicada a la trata de mujeres para su explotación sexual. “Contó que llevaba dos años bajo la tutela de esa madame, que vino con el compromiso de que tendría una vida mejor, adquiriendo una deuda que no terminaba nunca de pagar y bajo la amenaza de que le hicieran daño a su familia allí”, explica un investigador.
Las pesquisas han permitido corroborar la existencia de un entramado criminal de origen chino, con dos ramas diferenciadas y perfectamente coordinadas a través de sus respectivos cabecillas, dedicada a la regularización fraudulenta de inmigrantes, la prostitución y el tráfico de sustancias estupefacientes.
Captación
La rama de la organización ubicada en Zaragoza captaba a mujeres de su misma nacionalidad, con la falsa promesa de una vida mejor en nuestro país, para después explotarlas sexualmente en pisos de citas. Las víctimas eran obligadas por esa “madame” —de carácter “tirano”, según los agentes— a trabajar “24 horas al día, en habitaciones insalubres, sin medidas de protección y con disponibilidad total los siete días de la semana”, según han explicado los investigadores este martes. Publicitaban sus servicios mediante octavillas que repartían por la calle o en páginas de internet. “Eran anuncios siempre en español, ya que la mayor parte de los clientes eran españoles”, han señalado los agentes.
Además, las víctimas estaban obligadas a vender a sus clientes todo tipo de sustancias estupefacientes antes o después de los servicios sexuales y a consumirlas ellas mismas. Para conseguir su liberación, las mujeres debían pagar a los explotadores grandes cantidades de dinero que incluían elevados intereses inasumibles. Los investigadores estiman que “asumían deudas de entre 40.000 y 50.000 euros”.
Permisos de residencia
La segunda rama desarticulada estaba asentada en la provincia de Vizcaya y se dedicaba a tramitar la residencia en nuestro país de aquellos compatriotas que contrataban sus servicios por cantidades que oscilaban entre 8.000 y 10.000 euros. Mediante el uso de decenas de empresas pantalla y pisos controlados por la organización, el entramado generaba contratos de trabajo falsos y empadronamientos ficticios con los que solicitaban las autorizaciones de residencia temporal y trabajo por circunstancias excepcionales para sus clientes. Gracias a esta actividad ilegal, los investigadores calculan que la organización habría obtenido un beneficio aproximado de al menos cinco millones de euros.
La operación policial ha finalizado con la detención de 60 ciudadanos de nacionalidad china, dos españoles y un pakistaní. En los 15 registros domiciliarios realizados —ocho en Zaragoza, seis en Bilbao y uno en Madrid— se han incautado más de 115.000 euros en metálico, sustancias estupefacientes, diversos dispositivos electrónicos, y gran cantidad de documentación relevante para la investigación. Los investigadores, que han insistido en la dificultad que entraña el desmantelamiento de este tipo de redes, están convencidos de que con esa información se abrirán nuevas operaciones.
La operación, denominada Goliat-Boga se enmarca dentro del Plan de la Policía Nacional contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900 10 50 90 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.
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