Mano dura con el sargento que hizo tocamientos sexuales a una militar inconsciente
El fiscal togado presenta una querella contra el suboficial y el jefe del Ejército de Tierra lo suspende de funciones
Mano dura con los abusos sexuales en los cuarteles. El sargento primero que realizó tocamientos a una subordinada mientras se encontraba inconsciente deberá responder ante el juez militar por un presunto delito de abusos sexuales, castigado con hasta cinco años de cárcel, después de que el fiscal togado haya concluido su investigación y presentado una querella. Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra ha abierto un expediente para suspender cautelarmente de funciones al suboficial como presunto autor de una falta disciplinaria muy grave.
Los hechos objeto de la investigación sucedieron el pasado 16 de octubre en el Centro de Formación de Tropa (Cefot) número 1 de Cáceres, cuando la militar se desmayó y el suboficial, con el pretexto de reanimarla, comenzó a hacerle tocamientos de carácter sexual no consentidos. Varios soldados que estaban presentes y se dieron cuenta de los que el mando estaba haciendo a su compañera le recriminaron su conducta e intentaron que cesara, pero se revolvió violentamente contra ellos, según relataron los testigos.
Inmediatamente se puso en marcha el protocolo contra el acoso sexual en las Fuerzas Armadas que, entre otras medidas, prevé el alejamiento del denunciado respecto a la víctima y la prestación de asistencia psicológica a esta última, según fuentes militares. No obstante, el alejamiento no fue necesario pues la militar era uno de los 1.300 soldados que se había incorporado al centro en mayo pasado y concluían su periodo de formación el 26 de octubre. Lo que sí se ha hecho es apartar al sargento primero —que forma parte de la plantilla de instructores del centro— del nuevo batallón de 1.300 alumnos que se incorporó a principios de noviembre.
Por su parte, el jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra, el general Amador Enseñat, ha ordenado iniciar los trámites para suspender de funciones al suboficial por un plazo máximo de seis meses. La ley permite al jefe del Ejército adoptar esta medida mientras se tramita un expediente disciplinario por falta muy grave.
El expediente, sin embargo, tendrá que paralizarse en cuanto el juzgado togado militar territorial admita a trámite la querella de la Fiscalía por abuso sexual. El artículo 47 del Código Penal Militar castiga con penas de seis meses a seis años de reclusión al “superior que tratare al subordinado de manera degradante, inhumana o humillante, o realizare actos de agresión o abuso sexuales”. Además, el tribunal le podría imponer, aunque no es automático, la pena de pérdida de empleo; es decir, la expulsión de las Fuerzas Armadas.
En junio pasado, la Sala de lo Militar del Supremo condenó a dos años y tres meses de prisión a un teniente coronel por abuso de autoridad contra una militar con el empleo de cabo. La sentencia no le impuso la pena accesoria de pérdida de empleo —la expulsión de las Fuerzas Armadas—, aunque el Código Penal Militar prevé la posibilidad de aplicar este castigo a los culpables de acoso sexual y laboral. Según la sentencia, el teniente coronel, entonces jefe del Grupo de Logística de la Unidad de Verificación Española (UVE), dedicada a controlar el cumplimiento de los acuerdos de desarme, disponía del número de móvil de la militar porque figuraba en la lista de alerta de la unidad y se dedicó a enviarle mensajes, incluido uno en el que se masturbaba, Cuando la subordinada rehusó sus pretensiones, adoptó represalias contra ella.
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