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El Supremo rechaza suspender la ejecución de la condena del exdiputado Alberto Rodríguez

El auto ha sido dictado por unanimidad por los siete magistrados que condenaron al ex ‘número tres’ de Unidas Podemos

El exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez en una comisión del Congreso, el pasado 20 de octubre.
El exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez en una comisión del Congreso, el pasado 20 de octubre.Eduardo Parra (Europa Press)

El Tribunal Supremo ha desestimado este lunes la petición del exdiputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez de suspender provisionalmente la sentencia que le condenó por delito de atentado a agente de la autoridad. Rodríguez había pedido hace una semana a la Sala de lo Penal que anulase la condena de 45 días de cárcel (sustituidos por una multa) e inhabilitación para el derecho al sufragio pasivo que le impuso el tribunal el pasado 7 de octubre. Esa sentencia llevó a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, a retirarle el acta de diputado. Los magistrados del Supremo explican, sin embargo, en un auto que “no procede” la anulación, porque, conforme al artículo 988 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, declarada la firmeza de una sentencia ha de procederse a su ejecución. Y subraya que, “a pesar de la argumentación de la representación del penado, las consecuencias extrapenales no tienen su causa en la ejecución de la sentencia, sino en el pronunciamiento de la condena”. Es decir, que la pérdida del escaño deriva de la imposición de una pena de prisión, aunque luego la ejecución de esta se sustituyese por una multa.

Precisamente sobre este asunto se pronunció Rodríguez el domingo durante una entrevista en el programa Salvados. El exparlamentario cargó contra Podemos al señalar que el partido “podría haber hecho mucho más”. El portavoz Pablo Fernández ha respondido este lunes que la formación “siempre será su casa” y ha defendido que han apoyado y seguirán apoyando al ex secretario de Organización.

La decisión del Supremo ha sido tomada por unanimidad: la han suscrito también los dos jueces que se desmarcaron en su día del fallo y propusieron que Rodríguez fuera absuelto. El auto, firmado por tanto por los siete magistrados que juzgaron al exdiputado, recuerda que a este se le ha impuesto una pena de prisión de un mes y 15 días (sustituida en su ejecucion por una multa), con la accesoria de inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena. Rodríguez, que fue también número tres de Podemos como secretario de Organización hasta mayo de este año, fue condenado por darle una patada a un policía durante una manifestación en La Laguna (Tenerife) en enero de 2014.

Según subrayan los magistrados, la sentencia debe considerarse ejecutada en la medida en que el penado ha satisfecho su importe, mientras que la pena accesoria se encuentra pendiente de la correspondiente liquidación de condena. En el auto se especifica que “las consecuencias extrapenales de la condena” (en aparente alusión a la pérdida del escaño) han sido concretadas por quien resulta competente en ejercicio de sus propias competencias en el ámbito parlamentario”; es decir, la presidencia del Congreso de los Diputados. “Y, como el propio solicitante reconoce en su escrito, se ha hecho en aplicación de lo dispuesto en el artículo 6 de la Ley Orgánica de Régimen Electoral General”. El Supremo recuerda que las resoluciones de la presidencia del Congreso ―que se relacionan, insiste, con la previsión legal de la existencia de una condena y no con la ejecución penal de la misma― “no son recurribles ante esta Sala, que carece de competencias para proceder a su revisión”.

El malestar con Podemos

El exdiputado de Podemos expresó su malestar con el partido durante una entrevista este domingo en el programa de La Sexta Salvados. “No todo en la vida son tuits”, señaló el canario en una declaración que se interpretó como una alusión a Ione Belarra, quien anunció en redes sociales una querella contra Batet. “Es más difícil coger un teléfono que poner un tuit”, afirmó después de revelar que no había hablado ni con la secretaria general de la formación ni con Irene Montero. “Tengo la sensación de que se podría haber hecho mucho más para evitar que 64.000 canarios perdieran su representación”, reprochó Rodríguez, quien no concretó en qué sentido. “Deberían haber hecho lo mismo que si yo tuviera otro apellido”, añadió.

El portavoz del partido Pablo Fernández ha evitado este lunes entrar en la polémica y se ha limitado a trasladar su apoyo al exdiputado. “Podemos siempre va a ser la casa de Alberto Rodríguez”. “Siempre le hemos apoyado, respaldado y lo seguiremos haciendo en todo lo que precise”. Fernández ha querido poner el foco de nuevo en el “drama, la tropelía” de haberle quitado el acta “de manera injusta”, ha añadido.

En su entrevista, el exparlamentario, visiblemente molesto con la formación, afirmó también que “la política hecha en la M30 tiene sus limitaciones” y abogó por una fuerza de “obediencia canaria”, dejando la puerta abierta a un futuro proyecto político propio tras haber abandonado la militancia de Podemos.

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