Podemos y PSOE se dan otra semana para desatascar la ‘ley mordaza’ en un clima de creciente desconfianza

El Gobierno de coalición vive uno de sus momentos más delicados de la legislatura, tanto en clave interna por las relaciones de poder entre el PSOE y Unidas Podemos, como por las demandas presupuestarias y de otros proyectos de sus aliados habituales en el Congreso. La semana puede resultar decisiva. El Ejecutivo se enfrenta a varios ultimátums. Los requerimientos van desde cómo plantean el PNV y Podemos reactivar al fin la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, la llamada ley mordaza, hasta las exigencias con fecha de caducidad de ERC y PDeCAT para lograr una cuota para el idioma catalán y los otros cooficiales en las plataformas televisivas a cambio de respaldar los presupuestos de 2022. Esos cuatro partidos suman 23 escaños determinantes para asegurar la continuidad de la legislatura. El margen para registrar enmiendas a la totalidad de las cuentas públicas acaba este viernes y los socios constatan mucha relajación en los contactos con el Ejecutivo, poco intercambio de documentos y demasiadas líneas rojas.

El portavoz de Unidas Podemos en el Congreso, Pablo Echenique, suele comenzar sus comparecencias semanales de los martes con una enumeración de las reformas emprendidas por el Gobierno de coalición para remarcar su utilidad y, de paso, apuntarse algún tanto por la presencia y presión de su formación. Este martes Echenique empezó por reconocer que habían llegado a un nuevo acuerdo con el PSOE para conceder otra prórroga de una semana, la última, para reactivar los trabajos de la reforma de la ley mordaza, una iniciativa que se aprobó hace más de un año a propuesta del PNV y que ha sufrido 40 aplazamientos en la Mesa para ampliar el periodo de presentación de enmiendas.

El PSOE ha ido demorando esa tramitación ante los reparos observados desde el Ministerio del Interior a algunas propuestas, especialmente al intento de Podemos de eliminar las denominadas devoluciones en caliente de inmigrantes. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, volvió a mostrar su malestar y su queja ayer en Twitter: “¿Pero no habían dicho que se desbloqueaba? En fin”. Fuentes de Unidas Podemos en el Congreso también expresaron en privado una confianza limitada ante este nuevo emplazamiento y reconocieron que no será viable presentar enmiendas conjuntas.

Este acuerdo puntual sobre el trámite parlamentario de la ley mordaza no diluye el clima de creciente desconfianza que existe en la coalición. Entre las diferencias ya existentes sobre varios proyectos pendientes destaca, como la más simbólica, la promesa de derogación total de la reforma laboral, que provocó la reunión urgente este lunes de la comisión bilateral entre ambos partidos para afrontar ese tipo de conflictos.

Podemos, y otros partidos aliados habituales como PNV, ERC, Compromís o PDeCAT, quieren aprovechar esta circunstancia para advertir al PSOE de que ha llegado el momento de apretar el acelerador e impulsar proyectos y leyes que llevan su tiempo y que deben aprobarse antes del final del mandato. En ese capítulo de iniciativas frenadas citan la ley de morosidad, la de vivienda, la del solo sí es sí, la trans, la de salud mental, la del aborto y hasta la ley de coordinación de los servicios de prevención, extinción de incendios y salvamento en el marco del Sistema Nacional de Protección Civil, la ley de bomberos.

Echenique se refirió al apoyo condicional de su formación al paso ayer del anteproyecto de ley de vivienda por el primer filtro del Consejo de Ministros, pero avanzó que ahora presionarán para mejorarlo y que se tramite como proyecto de ley por la vía de urgencia y pueda entrar en vigor en poco más de un mes.