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La lluvia da una tregua al sur de Tarragona y destapa los destrozos tras la tromba de agua

Los 77 desalojados de Alcanar han pasado la noche en hoteles y en un pabellón del polideportivo

Lluvias Tarragona
Exterior del camping de los Alfaques tras las fuertes lluvias caídas este miércoles en Alcanar.Josep Lluis Sellart
María Fabra

La noche de este miércoles apenas ha dado tregua al litoral sur de Tarragona. Poco después de anochecer volvieron las tormentas y, sobre todo, un fuerte aparato eléctrico que hizo presagiar nuevas trombas de aguas y más destrozos. Pero la lluvia cesó y este jueves ha amanecido despejado, lo que ha desenterrado las innumerables pérdidas. Árboles derribados, muros destrozados, coches en cunetas, caminos enfangados. Puertas y ventanas de casas medio abiertas que han dejado entrever colchones embarrados, electrodomésticos inutilizados y suciedad, mucha suciedad.

Los dos puntos más afectados por las lluvias torrenciales se encuentran apenas a quince kilómetros y ambos se sitúan a la salida de dos barrancos. Tanto el camping Els Alfacs como Las Casas de Alcanar son terrenos se que han ganado a cauces que, durante varias horas del miércoles, recibieron una cantidad de agua incapaces de sostener. El desbordamiento de ambos provocó los peores males y durante este jueves se han visto las consecuencias.

Cinta Martí lleva tres décadas, desde que tenía nueve , veraneando en el camping Els Alfacs de Alcanar (Tarragona, 9.400 habitantes). “No había visto una cosa igual”, asegura. Y es que nunca había ocurrido lo que pasó este miércoles. En tres horas cayeron más de 250 litros de lluvia por metro cuadrado. El muro de apenas metro y medio que separa las parcelas de la carretera reventó por tres puntos. El agua, procedente de un barranco desbordado, comenzó a tomar posesión del terreno. Desplazó caravanas, lanzó coches al mar, atravesó las pequeñas construcciones de apartamentos con las que cuenta el camping. A esas horas, entre la una y las cuatro de la tarde, prácticamente todos los campistas estaban ya en el restaurante del establecimiento y, al margen de tres evacuaciones en helicóptero, no precisaron más rescates. “Cuando empezó a saltar el agua por el muro, me fui”, relata Cristóbal Ariza.

Martí ha pasado la noche en duermevela, levantándose cada hora u hora y media para vigilar a sus hijos y comprobar que, pese al estruendo y los relámpagos, la lluvia no volvía a invadir el suelo sobre el que dormían. “Los niños tenían miedo, no querían quedarse a dormir, pero nos han dejado un bungaló del propio camping y hemos preferido quedarnos”, cuenta.

Cristóbal Ariza pasea por el exterior del camping de los Alfaques tras las fuertes lluvias caídas este miércoles.
Cristóbal Ariza pasea por el exterior del camping de los Alfaques tras las fuertes lluvias caídas este miércoles.Josep Lluis Sellart

El propio camping, los hoteles de los alrededores y el polideportivo de Alcanar han acogido a quienes han precisado de un techo. En total, 77 personas fueron evacuadas, según ha explicado Protección Civil: 58 en el hotel Carlos III, 5 en el Montecarlo y 14 en el pabellón deportivo municipal. En este último, han dormido Bienvenido y Roser, un matrimonio mayor de la localidad al que el equipo de Cruz Roja ha velado durante toda la noche. Manuela Sierra ha pasado más de 15 horas en el polideportivo. Forma parte del equipo psicosocial que los ha atendido. A ellos y a otra docena de personas que no tenían dónde pasar la noche. “Estaban alterados, me acerqué a la pareja, les pregunté cómo se llamaban, les pedí el DNI”, cuenta. Estaban cansados: “Me dijeron que ya se lo habían pedido muchas veces y que si tenían que volver a explicarlo todo. Les dije que sería la última vez y que estaba allí para ayudarles”, explica.

La Cruz Roja habilitó infraestructura para 80 desalojados. Una camilla, una manta, un lote de higiene, comida y bebida. “Es el mismo dispositivo que para cualquier catástrofe internacional”, comenta Paco Túnez, coordinador provincial de Cruz Roja en Tarragona. “Llegan con ropa de verano, unas zapatillas y sin casa. Lo principal que les ofrecemos es el techo. Es un momento que hay que gestionar”.

La familia Salvans Ruiz ha perdido una caravana, dos coches y una barca a motor. Además de eso, una nevera, un congelador, los teléfonos, la tableta, el sofá, sillas, ropa... Los bomberos sacaron con lo puesto a Isabel Ruiz, cogida a su perro, Turbo, y a una mochila con la documentación. Estuvo achicando agua durante más de una hora, hasta que reventó el muro del camping y llegó la avalancha de agua. Se le echó encima la nevera y un armario. “Conseguí pararlos para que no le aplastaran”, recuerda Francisco, su esposo.

“Parecía que se acababa el mundo”

“Parecía que se acababa el mundo”. Así resume el alcalde de Alcanar, Joan Roig, lo ocurrido. “Al salir el sol, hemos sufrido un baño de realidad. Todo el mundo pudo ver las imágenes sobrecogedoras. Supone un impacto emocional ver tu pueblo así. Eso no se olvidará nunca”, ha indicado en declaraciones a RAC1.

El miedo y la impotencia del miércoles se tornaron ayer en energía y esfuerzo en otro de los puntos más afectados, Las Casas de Alcanar, un poblado marítimo construido también junto a un barranco. “Mi abuelo siempre decía que las escrituras vuelven a su sitio y así ha sido”, resume Josep Vea, con una apariencia de dálmata, vestido de blanco y completamente moteado del marrón del barro que ha tenido que recoger. Bomberos, protección civil, policía local, brigadas municipales, todos los efectivos se han desplegado alrededor de los 100 metros de costa que el agua se llevó por delante y las calles colindantes. Excavadoras, palas, cubos, capazos, escobas o las propias manos, cualquier utensilio ha sido utilizado para el achique del fango que, cuanto más seco, peor de limpiar. Carla Bayarri es la propietaria del Racó del Port, el restaurante más dañado. Con su hija en brazos y su hijo, de 10 años, a su lado, trata de sonreír. La pequeña se ha calzado unos calcetines a modo de guantes. Durante la noche, además de la lluvia, llegó el frío. Y el miedo, de nuevo. Durante la mañana han buscado dos grandes congeladores que tenían en la terraza. Ni rastro de ellos. Tampoco saben la procedencia de un tronco de medio metro de diámetro que tapona una de las puertas del local.

Les Cases de Alcanar.Mama con su hija en la calle del puerto.
Les Cases de Alcanar.Mama con su hija en la calle del puerto.Josep Lluis Sellart (EL PAÍS)

En las comarcas del Ebro llueve sobre mojado, ya que han tenido un agosto con muchas precipitaciones, lo contrario que en el resto de Cataluña, que ha sufrido uno de los meses más secos de los últimos años. Según el balance meteorológico de agosto que ha publicado este jueves el Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), en la localidad de Alcanar se habían recogido un total de 110 litros de agua por metro cuadrado. Ayer se desplomaron casi 250 litros, de los que 77 cayeron en solo media hora.

Las lluvias torrenciales también han afectado en las últimas horas de este miércoles a la Comunidad Valenciana, y han obligado a llevar a cabo durante la noche rescates de vehículos atrapados en el agua y achiques, y además, en el caso de ciudades como Valencia, ha causado daños en unas fallas que estaban en plena plantà.

La previsión de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) contempla para este jueves precipitaciones fuertes de 40 litros por metro cuadrado en Girona y riesgo de granizo en Barcelona, Girona, Tarragona y Lleida, informa Efe. La alerta por lluvia y tormentas se mantiene en 13 comunidades, especialmente en las Islas Baleares, Cataluña, Aragón y Navarra que tienen aviso naranja (riesgo importante).

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