Sánchez promete no dejar solos a los afganos, pero admite el fracaso de estos 20 años

Pedro Sánchez siente “orgullo de país” por la operación que han protagonizado los militares españoles para sacar de Afganistán en dos semanas a 2.206 personas, todas las que han podido salvar en unas circunstancias “dramáticas”. El Gobierno considera que este epílogo ha sido “un éxito”, y Sánchez lo ha reivindicado este viernes en La Moncloa con una expresión militar: ”Misión cumplida”. Sin embargo, España no lleva dos semanas en Afganistán, sino 20 años, con un coste de más de 100 vidas de militares y policías y 3.500 millones de euros. Y esta salida a toda prisa del país, con un nuevo atentado masivo que demuestra que los terroristas que justificaron la llegada de las tropas internacionales vuelven a estar presentes en Kabul, ha marcado un fiasco descomunal de Estados Unidos y todos sus aliados que Sánchez ha admitido abiertamente. “Estamos hablando de una tragedia de dimensiones muy importantes en términos de política internacional. Es una tragedia, es una crisis y es un fracaso. No le ponemos paños calientes”, ha admitido el presidente.

La misión acaba, pero Sánchez ha insistido en que España “no va a dejar solos a los afganos”, ni a los que colaboraron con este país y se han quedado en Afganistán porque no han podido llegar al aeropuerto de Kabul, ni a los refugiados que abandonarán ahora el país y provocarán sin duda una importante crisis migratoria. El presidente ha insistido en que aunque ya no estén allí los soldados españoles, se mantendrá una “tarea discreta” para seguir ayudando a colaboradores a salir. Además, Sánchez ha hecho una petición a la Unión Europea, que ya se rompió por la crisis de refugiados sirios, para que afronte la nueva oleada “unida” y con ganas de ayudar a los afganos. Varios países rechazan por completo acoger a más refugiados y Sánchez ya está fijando su posición en un debate que es inminente en el seno de las instituciones europeas. “España ha representado con orgullo el alma solidaria europea”, ha insistido.

El presidente también ha criticado de forma indirecta a Estados Unidos por su decisión de salir de Afganistán de esta manera. “España siempre ha manifestado muchas dudas sobre la decisión de [Donald] Trump y ahora de [Joe] Biden”, ha señalado Sánchez sobre la retirada. “Esto va a traer consecuencias de flujos migratorios muy importantes”. Aun así, el presidente ha insistido en que “el ánimo del Gobierno de España es el de trabajar unidos con la Unión Europea, con la OTAN y con todos sus aliados”.

En esta comparecencia al final de la operación de Afganistán, cuando ya estaba volando el último avión hacia Torrejón de Ardoz (Madrid), Sánchez tenía especial empeño en centrarse en los aspectos positivos de algo que deriva de un fracaso tan grande. “Durante estos 20 años hicimos cosas muy importantes para el progreso y la dignidad del pueblo afgano. Hicimos hospitales, saneamientos de aguas. Sembramos una semilla de libertad y dignidad e igualdad. Esperemos que esa semilla que ha plantado la comunidad internacional pueda alumbrar algo positivo”, ha señalado. El presidente ha avanzado que acompañará al Rey este sábado en una visita al centro de acogida de refugiados afganos instalado en la base área madrileña.

Sánchez no ha querido polemizar con el presidente del PP, Pablo Casado, que ayer fue muy crítico con el Gobierno después de los reproches a la posición de los populares de la ministra de Defensa, Margarita Robles. Pero tampoco ha explicado por qué no le ha llamado durante toda esta crisis, dejando en evidencia que la relación entre ambos es muy tensa en este momento. El presidente dicho que sus ministros han estado en contacto con todos los partidos, pero no ha dado el motivo por el que no ha llamado personalmente a Casado. Sánchez no entiende las críticas del PP. “Se me hace muy difícil comprender cómo se critica un operativo celebrado en toda Europa. Este es un éxito de todos los militares y funcionarios públicos implicados. Es un éxito colectivo, de país”, ha insistido.

Casado ha convertido la situación en Afganistán en un frente de ataque al Gobierno, algo en lo que no coinciden todos los dirigentes populares. La ministra de Defensa manifestó este jueves su “absoluto estupor” por la reacción del PP y su “falta de sentido de Estado”. “Siento vergüenza ajena”, dijo Robles como reacción a unas declaraciones del consejero de Justicia madrileño, Enrique López, en las que ponía en duda la operación e insinuaba que el Ejecutivo debería haber pedido permiso al Congreso de los Diputados. “La operación se ha hecho sin pasar por el Congreso y por muchas fotos que se hagan, el Gobierno ha llegado tarde y mal”, remató después Casado. Los populares llevan varios días exigiendo la comparecencia de Sánchez en la Cámara baja para dar cuenta de la misión, pero el Ejecutivo ha decidido que sea el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, quien acuda la semana que viene a rendir cuentas en la comisión de su departamento.

La ministra de Defensa recordó que la misión de evacuación es “una evolución de la misión de la OTAN en la que España lleva participando desde hace mucho tiempo”. La Ley de Defensa Nacional aprobada en 2005 implica que las Cortes deben autorizar el envío de tropas al extranjero, no cada movimiento dentro de una misma misión, y salvo que se trate de casos de legítima defensa.