Podemos prepara el rearme de su endeble estructura territorial
Yolanda Díaz explora nuevas alianzas mientras el partido busca reforzarse ante los próximos comicios autonómicos y locales
El nuevo Podemos de Ione Belarra no ha esperado a septiembre para iniciar su estrategia de refuerzo en los territorios. La estructura endeble de la formación en buena parte del país es una de sus principales carencias; zonas donde, además, otros partidos que en ocasiones compiten por el mismo electorado gozan de una mayor implantación. De la mano de la secretaria de Organización, Lilith Verstrynge, la fuerza política ha iniciado una gira que busca “ampliar el espacio electoral” de Unidas Podemos (UP) para las elecciones autonómicas y municipales de 2023.
Tras el parón de agosto, miembros de la Ejecutiva centrarán sus esfuerzos el próximo mes en Canarias y Baleares y antes de que termine el año se celebrarán reuniones también en Extremadura o Valladolid, aseguran fuentes del partido. En paralelo, el arranque del curso político se adivina agitado, con la polémica por el acuerdo de ampliación del aeropuerto de El Prat, a la que UP se opone, y el precio de la luz desorbitado, cuestiones en las que el partido busca tener una voz propia.
El objetivo lo dejó claro la propia ministra de Derechos Sociales desde el inicio de su campaña a la Secretaría General de Podemos: “crecer” en el conjunto del territorio. En la primera reunión del Consejo Ciudadano tras su elección el pasado junio estableció la hoja de ruta para llevar a cabo esta misión: trabajar desde “ya” y con la “mirada larga” para “poner a punto el partido” y llegar fuertes a las convocatorias electorales que se celebrarán en dos años.
La empresa no es menor y, en la práctica, supone dar continuidad al trabajo iniciado por el anterior secretario de Organización, Alberto Rodríguez. La tendencia electoral decreciente de Podemos en los últimos años —con las excepciones de Cataluña, donde el pasado febrero En Comú Podem obtuvo los mismos diputados que en los anteriores comicios, o Madrid, pese a que el ligero avance del exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias resultó insuficiente frente al éxito del PP— obligan a reforzar el partido y reactivar los llamados círculos de la formación, las estructuras de organización de base.
Tras el auge en las municipales y autonómicas de 2015, en las que las candidaturas apoyadas por Podemos lograron las alcaldías de Madrid, Barcelona, Zaragoza, Cádiz, A Coruña, Santiago o Ferrol y la formación se colocó como tercera fuerza en nueve comunidades, los resultados de 2019 supusieron un duro retroceso. Aunque el partido entró en seis Gobiernos autonómicos, desapareció de los parlamentos de Castilla-La Mancha y Cantabria y perdió la mayoría de municipios. En 2020, tampoco en Galicia —donde se quedó sin representación tras haber sido primera fuerza opositora— o País Vasco —retrocedió de 11 a 6 escaños— los resultados fueron positivos. Ahora en Andalucía, la líder anticapitalista Teresa Rodríguez, antigua candidata de UP, acaba de refundar su propia marca, Adelante Andalucía, para concurrir con voz propia en las autonómicas previstas el próximo año.
Desde julio, la formación ha celebrado reuniones en Albacete, Sevilla, Pamplona o Vitoria. Además de Verstrynge, otro de los miembros de la dirección de Podemos presente en estos encuentros es el secretario de Círculos, Participación y Crecimiento Organizativo, Pau Vivas. Para estas citas la dirección ha convocado a las mesas confederales territoriales, en las que están representados los distintos partidos que integran la coalición. “El planteamiento de la Secretaría de Organización es que para crecer y ampliar el espacio hay que mantener engrasada la buena coordinación entre las formaciones políticas que conforman el espacio de Unidas Podemos”, insisten fuentes de la formación de Belarra, que especifican que la organización no solo busca que haya mesas confederales autonómicas, sino también provinciales y municipales. “Con este movimiento se busca ahondar en la confluencia con los aliados actuales como son IU y Alianza Verde”, añade.
Más allá de la reorganización territorial, la formación ecologista dentro del espacio de UP, que acaba de echar a andar y cuya implantación todavía se encuentra en una primera fase, se perfila como fundamental a la hora de disputar el voto en futuros comicios al electorado de Más País, aliado con Equo y partido que ha abanderado el discurso verde en los últimos tiempos. Su portavoz, Juan López de Uralde, ha sido una de las voces que han criticado abiertamente el acuerdo entre el Gobierno y la Generalitat para la ampliación del aeropuerto de El Prat, a la que UP se opone. “El compromiso climático del Gobierno es contradictorio con la construcción de determinadas infraestructuras”, afirmó el diputado esta semana en la Cadena SER. El anuncio ha provocado de nuevo discrepancias entre Podemos y su socio de Gobierno.
El Prat y la luz
Este mismo miércoles, el portavoz parlamentario de la formación, Pablo Echenique, ha criticado en redes a Miquel Iceta a cuenta de una publicación en la que el ministro de Cultura difundía un artículo de un diputado del PSC titulado La ampliación del Prat, una oportunidad para reducir emisiones. Echenique le responde que “en los peores escenarios avanzados por el IPCC [el grupo de expertos sobre cambio climático de la ONU]” el aeropuerto quedaría “debajo del Mediterráneo” en 2100. Además, destaca que la aviación supone el “3,5% del calentamiento global” y le afea que ”eso que enlaza” sea “una sección patrocinada por el Banco Sabadell”. En otro tuit, Echenique carga también contra las eléctricas, a quienes acusa de “forrarse a costa de las familias y pequeños negocios” por la subida del precio de la luz y anuncia que UP dará batalla “en todos los espacios (gobierno, parlamento, calle)” para “poner fin” a lo que considera un “expolio”. “Quien quiera seguirnos que nos siga y quien no que se retrate ante la ciudadanía”, remata el portavoz en alusión a su socio de Gobierno.
Al margen de los movimientos de la dirección y del posicionamiento del partido en el seno del Ejecutivo, será fundamental para el futuro electoral de la formación lo que decida hacer la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, quien no milita en Podemos y ha empezado a marcar su propia estrategia. Llamada a ser la sucesora de Iglesias como candidata a las generales, aunque ella rechaza por el momento confirmar si aceptará o no el encargo, la titular de Trabajo ha manifestado en el último mes su intención de “ensanchar” el espacio político, “sin vetos ni exclusiones”, como afirmó a EL PAÍS. Desde su entorno confirman que las reuniones para construir ese proyecto están en marcha, pero insisten en que no se trata solo de partidos políticos, “sino también de la sociedad civil”. La candidatura de Díaz a la presidencia del Gobierno, que en público los dirigentes de Podemos dan por descontada, definirá también la fórmula para los comicios y las expectativas de voto. Por ahora, la política gallega es la líder mejor valorada, según el último CIS, por delante del presidente Pedro Sánchez o de Errejón.
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