La movilización, el tema principal de la izquierda en Madrid
PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos vuelcan sus estrategias en llamar a la participación en las zonas más abstencionistas
Hay partido, pero un buen resultado el 4-M pasa por movilizar al electorado de izquierda en la Comunidad de Madrid. Ese es el tema principal —y la estrategia— en los equipos de campaña del PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos, reforzado por el resultado del último barómetro del CIS, que dibujaba esta semana un empate entre los bloques. No se trata, sin embargo, de una cuestión nueva. La movilización ha sido siempre clave en Madrid, una región en la que tradicionalmente las mayorías en la Asamblea se deciden en un puñado de escaños y donde la derecha tiende a acudir a las urnas en mayor proporción.
En 2003, último año que la izquierda obtuvo más escaños que la derecha, el tamayazo —la abstención de dos diputados socialistas— frustró una presidencia del socialista Rafael Simancas apoyada por Izquierda Unida y, en la repetición electoral de octubre, Esperanza Aguirre ganó la Comunidad para el Partido Popular con mayoría absoluta. Desde entonces, solo en 2015 los partidos de izquierda obtuvieron más votos que la derecha, pero en aquellos comicios IU no alcanzó el umbral necesario para entrar en la Asamblea.
“Madrid no es de derechas. Hay una mayoría social que necesita los servicios públicos, que está harta de corrupción, que entiende que la vivienda es un derecho”, señalaba este sábado Pablo Iglesias en la apertura del consejo confederal del partido, que una hora antes difundía en redes sociales el que será el lema de la campaña de Unidas Podemos: “Que hable la mayoría”. Iglesias ha repetido el mismo mantra desde que anunció su candidatura, con una llamada a la participación en los barrios populares y las ciudades y pueblos más castigados del sur, donde generalmente se vota menos. Isabel Serra, directora de campaña de UP y número dos en la lista de Iglesias, explica que llamar a la movilización, evitar la crítica al resto de candidaturas progresistas —por tener un efecto contraproducente en su electorado— y acabar con “la sensación de orfandad de la izquierda en Madrid” —algo a lo que contribuiría el hecho de que Iglesias abandone la vicepresidencia para ocuparse de la Comunidad— son elementos clave.
Para Íñigo Errejón, líder de Más País (la marca de Más Madrid a escala nacional), la participación el 4 de mayo es también el principal obstáculo para la izquierda. Que las elecciones se produzcan en un martes no lectivo, pero laboral complicará el ejercicio del voto “en aquellas zonas donde la gente tiene situaciones más difíciles”, señala. Por eso su formación ha insistido —sin éxito— en proponer que ese día sea declarado festivo. El partido señala que el otro aspecto fundamental de la campaña de Mónica García está en “oponer un horizonte alternativo al de Ayuso”, algo que se encuentra “al alcance de la mano”. Más Madrid lleva semanas hablando de lo que llaman “los temas importantes de la vida cotidiana”, como son la conciliación o la salud mental, para tratar de diferenciarse del resto.
En el equipo del socialista Ángel Gabilondo el empeño es el mismo. En los últimos días han visitado Getafe, Fuenlabrada, Parla, Móstoles o Alcorcón, bastiones de la izquierda y donde el 4-M se juegan mucho. Con el objetivo de movilizar, el presidente Pedro Sánchez ya ha anunciado su intención de volcarse en la campaña. Gabilondo contrapone una opción “alejada de los extremismos”, y un discurso en el que la vacunación contra la covid-19 seguirá siendo uno de los temas centrales, señalan fuentes del entorno del candidato.
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