Isabel Díaz Ayuso choca con la dirección del PP por el encaje de Toni Cantó en su lista
La presidenta se resiste a dar por cerrada la incorporación del expolítico de Ciudadanos
El PP de Pablo Casado se juega mucho en las elecciones de Madrid el 4 de mayo, y no va a dejar que Isabel Díaz Ayuso vuele sola en la campaña. Ella, por su parte, tampoco quiere tutelas. La consecuencia de esos planteamientos es el primer choque entre la dirección nacional del PP y el equipo de la presidenta madrileña, provocado por el fichaje de Toni Cantó. Génova anunció el miércoles la incorporación del expolítico de Cs para la lista de Ayuso, mientras la candidata y su equipo se resisten a darla por cerrada. Ayuso advierte de que “aún se está negociando” en qué puesto podrá ir Cantó.
La operación política del fichaje de Cantó ha dejado al descubierto las tensiones que existen entre la dirección nacional del PP y el equipo de Isabel Díaz Ayuso, sobre todo con su jefe de gabinete, Miguel Ángel Rodríguez, a quien en Génova ven con recelo desde hace tiempo. Pero, sobre todo, evidencia la pugna en ciernes sobre el diseño de la campaña de la candidata popular, en la que la dirección nacional también quiere decidir. Ayuso no hará una batalla del fichaje de Cantó, según transmiten en su entorno, pero de momento mantiene el pulso con Génova sobre la incorporación del expolítico de Ciudadanos a su lista. A pesar de que la dirección nacional se apresuró a publicitar el fichaje, la presidenta lo sigue dejando abierto. Quiere ser ella quien decida cómo y cuándo se suma a su candidatura.
Ayuso y Cantó se conocen desde hace tiempo y han quedado dos o tres veces por su afinidad de ideas. Uno de esos encuentros se produjo el pasado diciembre, cuando Ayuso almorzó con Cantó y con Marta Rivera de la Cruz, su consejera de Cultura y Turismo, también de Ciudadanos. El campo estaba abonado, pero todo se precipitó hace dos semanas.
Contacto de García Egea con Cantó
El 10 de marzo, cuando estalla la operación de la moción de censura de Ciudadanos contra el PP en Murcia, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, se pone en contacto con Cantó, todavía líder de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, para preguntarle si el PSOE y Cs también se pueden unir en contra de la formación conservadora en la Diputación y el Ayuntamiento de Alicante. Entonces García Egea registra la información de que Cantó está a punto de romper con su partido, porque discrepa radicalmente de ese movimiento de Cs en Murcia. El secretario general del PP transmite al equipo de Ayuso que Cantó está “dispuesto a echar una mano” al PP.
El día 15, Cantó dimite de todos sus cargos en Ciudadanos afirmando que no tiene intención de seguir en política, pero los días siguientes da su apoyo expreso a Ayuso. Es entonces cuando Miguel Ángel Rodríguez concierta una cita con él, el pasado miércoles, para sondear hasta dónde llega su disposición. Y ahí llega el desencuentro con Génova.
Mientras ambos están reunidos en la Puerta del Sol, el diario Abc publica que hay una reunión entre Isabel Díaz Ayuso y el político valenciano —aunque la presidenta no estaba—. El equipo de la presidenta atribuye esa filtración a la dirección nacional del PP, que pasadas las nueve de la noche es quien confirma que Cantó irá en la lista de Ayuso como independiente. Sin embargo, Ayuso guarda silencio y su gabinete no confirma el fichaje. “La presidenta tiene que decidir si lo integra”, se limitan a transmitir casi a las once de la noche del miércoles en la sede del Gobierno regional.
Este jueves, 12 horas después, Ayuso siguió marcando su territorio dejando claro que la incorporación de Cantó no está cerrada, aunque la dirección nacional del PP la anunciara como tal. “Estamos negociándolo y hablándolo, y yo soy amiga de ser muy discreta y también, desde luego, de respaldar a todas las personas que han gestionado bien y que han estado conmigo acompañándome en el grupo parlamentario”, afirmó la presidenta. “Alguien corrió demasiado, pero hay que mantener la cabeza fría”, señalan en su gabinete en referencia a la dirección nacional de Pablo Casado. “Quien lo anunció quizá no sepa la complicación de esto”, remachan. Por su parte, fuentes de la cúpula del PP reconocen “un posible malentendido con el equipo de la presidenta” y apuntan al jefe de gabinete de Ayuso. “Igual es que a Rodríguez no le convence Cantó”, deslizan en Génova.
Ayuso hablará “cuando solucione el puzle”
“Una vez conocida la buena disposición de Cantó, ahora entra la fase de elaboración de listas, que es lo más complicado para los partidos en la campaña electoral”, intenta justificar una fuente que cuenta con la confianza de Díaz Ayuso. “No es que la presidenta guarde silencio, es que hablará cuando solucione el puzle”, asegura. “Si Cantó nos hubiera dicho que ayudaría desde fuera pero que no quería ir en las listas, pues se abría un camino; al decir que está a disposición, se abre otro”, añade. Y subraya: “Esto es la normalidad del sudoku de las listas...”
En el trasfondo del choque hay varios elementos. Para empezar, el equipo de Ayuso quería comprobar si era válido el empadronamiento exprés de Cantó en Madrid. La Junta Electoral tendrá la última palabra, porque el actor sigue figurando en el censo de Valencia y, aunque ha afirmado que se empadronó en Madrid “hace unos días” —si bien el Ayuntamiento de la capital no lo confirma acogiéndose a la Ley de Protección de Datos—, no cumpliría la condición de haberlo hecho antes del 1 de enero, como establece la ley electoral estatal. El PP se acoge a una excepción prevista en la normativa electoral regional, que permite incluir en las listas a candidatos que no estuvieran en el censo pero que cumplen con el requisito de “vecindad administrativa”. Este concepto jurídico, reflejado en el estatuto autonómico, podría sustentarse, según el PP, en que Cantó tiene casa en Madrid y arraigo porque allí residen sus hijos. La Junta decidirá.
Otro problema es su encaje en la lista. Ayuso ha confirmado ya los diez primeros puestos, con los siete consejeros de su Gobierno, la secretaria general de Madrid, Ana Camins, y el portavoz parlamentario, Alfonso Serrano. Cantó podría ir a partir del puesto 11, y su acomodo tampoco es sencillo con las sensibilidades del PP de Madrid, donde su fichaje ha provocado un shock. “Su llegada chirría: hace cuatro días decía que votar al PP es votar corrupción. Y eso pica”, lamenta un político que ha tenido las máximas responsabilidades en Madrid. “Se puede convertir en un arma de doble filo, porque personajes con este impacto mediático son incontrolables. ¡Ha dado 14 entrevistas en el primer día!”, remacha este exdirigente conocedor del partido, que resume el estado de ánimo en el PP: “Mucha gente está flipando, en mayúsculas”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.