Tambores de congreso en el PSOE andaluz

Los tambores de congreso en el PSOE andaluz se oyen cada vez con más fuerza. No hay fecha fijada porque la pandemia ha frenado el calendario interno, pero el bullicio va a más y cogerá velocidad después de las Navidades, según aseguran los críticos con la secretaria general, Susana Díaz. Las reuniones ya no se celebran a puerta cerrada, sino por videoconferencias abiertas a los medios de comunicación. Ahí los militantes, sin mascarillas, con nombres y apellidos y desde las pantallas de sus dispositivos, hablan abiertamente de la situación del partido. La palabra “ruptura” se oye con frecuencia en esos encuentros.

El colectivo Hacer más PSOE, grupo crítico del socialismo sevillano, invitó días atrás al diputado por Jaén, Felipe Sicilia, en clara carrera por la secretaría general, y al exportavoz socialista del Parlamento y de la gestora, además de antiguo colaborador de Díaz, Mario Jiménez. La excusa era analizar los Presupuestos del Estado, en el caso de Sicilia, y los de la Junta, en el de Jiménez. De cuentas se habló, pero sobre todo dieron cuenta de cómo está el PSOE andaluz después de la pérdida de la Junta hace dos años.

“Es necesario un cambio, no un recambio”, dijo Sicilia. “Hay que hablar claro y no hacerse trampas en el solitario: los militantes van a elegir al próximo secretario general. Es la primera vez que en Andalucía se van a poner urnas. Y no pasa nada. Este proceso no va a parar y va a seguir”, dijo Jiménez, quien con énfasis defendió un proyecto “de ideas de izquierdas clarísimo y una estrategia de alianzas con la izquierda política, social y sindical”. En su opinión, es la única manera de hacer frente al bloque de derechas que hoy gobierna en Andalucía.

Los críticos coinciden desde hace meses en la necesidad de un cambio de liderazgo, pero no se ponen de acuerdo ni en los ritmos ni en el quién. Lo único descartado al 100% es optar por una bicefalia. “Ahí no hay ningún mirlo blanco”, dicen con cierta indiferencia desde el entorno de Susana Díaz. La expresidenta mantiene su idea de repetir en la secretaría general y de volver a encabezar la candidatura a la presidencia que perdió en diciembre de 2018. No se le pasa otra idea por la cabeza, aunque hay dirigentes destacados que le han sugerido que “tiene que estar abierta a todo”, es decir, también a facilitar el relevo en el PSOE si le ofrecen una salida.

Así se lo planteó la semana pasada el alcalde de Dos Hermanas y presidente del comité federal, Quico Toscano, en una larga comida celebrada a petición de Díaz, a la que también asistió el portavoz adjunto del grupo socialista y ex vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios. Toscano apuesta por una transición clásica en el PSOE andaluz y ésta casi siempre ha venido de arriba abajo. Un pacto de mesa de camilla, que es una forma de hacer política que en otras agrupaciones socialistas andaluzas califican de “pasteleo sevillano”. El alcalde de Dos Hermanas, uno de los principales sostenes de José Luis Rodríguez Zapatero y de Pedro Sánchez en sus aspiraciones a liderar el partido, es de los que creen que debe buscarse una salida a Díaz, pero la expresidenta “hoy por hoy no está en esa línea”, constatan varios interlocutores. La expresidenta ya rechazó presidir el Senado.

Todas las fuentes consultadas aseguran que el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no está por ahora en la batalla andaluza, pero nadie duda, desde Pulpí (Almería) hasta Ayamonte (Huelva), de que la gestora nombrada en Huelva y el relevo en la Diputación lleva el sello de Ferraz, pese a los intentos de Díaz por imponer otra opción.

Susana Díaz juega con el factor tiempo para intentar fortalecer su proyecto y confía en que, cuanto más tarde se convoque el congreso federal y luego el regional, la posible cercanía de las elecciones andaluzas —previstas para diciembre de 2022— aconseje no hacer mudanza. Fuentes próximas a la expresidenta defienden su derecho a presentarse a la reelección y aseguran que se propone “ampliar una nueva mayoría” con ella al frente y con dirigentes que no estén por la ruptura en el PSOE. En el otro lado, la opinión es justo la contraria y apuestan por el zamarreón.