La llamada de Sánchez a Casado no logra desbloquear la renovación del Poder Judicial

El bloqueo en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) continúa dos años después de que caducara el mandato del actual. La conversación entre el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el líder de la oposición, Pablo Casado, que se ha producido esta tarde, no ha logrado ningún avance. Sánchez había anunciado que llamaría a Casado para desbloquear la renovación de varios de los principales órganos constitucionales ―además del CGPJ, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el consejo de RTVE― y lo ha hecho esta tarde por espacio de unos 45 minutos, según La Moncloa, pero la conversación solo ha servido para constatar el bloqueo. La última vez que el presidente y el líder del PP hablaron de este asunto fue en verano, cuando se intercambiaron mensajes de WhatsApp que demostraban que el acuerdo estaba muy cerca, pero en agosto se truncó y Casado se echó atrás.

Sánchez, según La Moncloa, “ha transmitido al líder de la oposición que el Gobierno está dispuesto a llegar acuerdos de país con su formación y le ha reiterado la importancia de cumplir con el mandato constitucional de renovar órganos tan importantes como el CGPJ, el Tribunal Constitucional, el Defensor del Pueblo y el Consejo de Administración de RTVE, algunos de los cuales, como el órgano de gobierno de los jueces, llevan más de dos años fuera del plazo para su renovación”. Sin embargo, “la conversación no ha permitido avances y solo ha servido para comprobar que la posición de bloqueo del PP sigue siendo la misma”, señala el Gobierno. Todo indica que la renovación no se producirá al menos hasta después de las elecciones catalanas del 14 de febrero, en las que el PP tiene una dura pugna con Vox, un partido que podría aprovechar en su favor cualquier acuerdo de Casado con Sánchez. Los populares se inclinan por buscar el pacto después de esa fecha, siempre que el Gobierno no indulte antes a los líderes del procés.

El PP niega ser el responsable del bloqueo de la renovación del Poder Judicial porque asegura estar dispuesto a un acuerdo si se cumplen sus condiciones, solo que el PSOE no las acepta. Casado le ha vuelto a transmitir a Sánchez sus premisas en la llamada de esta tarde: estas son, según fuentes del partido, que se produzca “un acuerdo PP-PSOE sin Podemos y que se refuerce la independencia judicial”. El escollo, indican en el PP, está en la presencia de Unidas Podemos en la negociación, porque el PSOE no garantizaría que el partido de Pablo Iglesias se quede fuera.

Fuentes populares se han mostrado molestas por el hecho de que Sánchez no haya citado a Casado a una reunión cara a cara para discutir el asunto, y en su lugar haya llamado por teléfono “cincuenta y cinco días después de la última llamada realizada por Pablo Casado”. Además, Casado ha aprovechado para transmitir a Sánchez en la llamada otras cuestiones que dificultan el pacto: su petición de que los fondos europeos se gestionen “de forma profesional e independiente” y la necesidad de “un pacto sanitario ante la situación de la epidemia”. El líder del PP también ha mostrado su “preocupación” y la de su partido “por los ataques a la Corona y el blanqueamiento de Bildu e independentistas que se produce desde el Gobierno”.

El Gobierno sigue esperando a que el PP se decida a renovar, y todo indica que La Moncloa ha aceptado alargar a marzo ese plazo. De hecho, la reforma que hoy ha empezado su andadura en el Congreso para impedir que un consejo caducado pueda seguir nombrando jueces estará aprobada en ese mes, lo que apunta que de momento la batalla interna en el Ejecutivo la han ganado quienes apuestan por seguir negociando, como el ministro de Justicia, Juan Carlos Campo. Sin embargo, ese plazo tiene un límite, y el Gobierno podría hacer caso en marzo al sector de Unidas Podemos, que reclama recuperar la polémica reforma de la ley que permitiría renovar el Poder Judicial con mayoría absoluta del Congreso y, por tanto, sin el PP. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Campo ha señalado que no hay una fecha límite antes de que el Gobierno recupere esa ley, pero se ha mostrado muy duro con el PP: “No hay un plazo. Pero el PP tiene que mirarse al espejo. Estamos hablando de un plazo razonable. El PP está agotando todos los plazos de cortesía, el Estado no se lo va a perdonar. La renovación no es opinable. El PP está siendo constitucionalista a tiempo parcial”.

Aunque el ministro Campo y el secretario de Justicia del PP, Enrique López, mantienen una interlocución fluida y conversaciones avanzadas sobre la renovación del consejo, los mensajes en público apuntan a todo lo contrario a un clima propicio para un acuerdo. En el debate parlamentario esta tarde sobre la reforma para limitar los nombramientos con el mandato caducado, el portavoz del PP ha lanzado reproches en términos muy duros contra los partidos del Gobierno. El diputado Luis Santamaría ha descrito al PSOE como un “juguete roto en manos de radicales filoterroristas y separatistas” y ha acusado al Ejecutivo de actuar “desde el interior de las instituciones para destruirlas”. “Que el socialismo pretenda aprovechar este río revuelto y este cambio de régimen para consolidar en el poder perpetuo al señor Sánchez es propio de regímenes de infausto recuerdo del siglo XX”, ha expresado el portavoz del PP.