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Podemos y EH Bildu: socios leales en Madrid, rivales declarados en Euskadi

EH Bildu hace causa en el Congreso con Pablo Iglesias pero en Euskadi está canibalizando a la formación morada

Pedro Gorospe
La coordinadora general de Podemos de Euskadi, Pilar Garrido y el de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en San Sebastián.
La coordinadora general de Podemos de Euskadi, Pilar Garrido y el de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en San Sebastián.JAVIER HERNÁNDEZ

La izquierda abertzale gana, Elkarrekin Podemos pierde. El apoyo de EH Bildu a los Presupuestos Generales del Estado y el acercamiento propiciado por el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, está desdibujando el papel de la formación morada en Euskadi. El partido que dirige Pilar Garrido sigue insistiendo en la estrategia de una coalición de izquierdas con EH Bildu y el PSE-EE, pese a que en las últimas elecciones autonómicas, con esa misma idea fuerza, el partido de Otegi canibalizó tres de cinco escaños que perdió Podemos, mientras que el PSE no sacó tajada del desplome morado.

El perfil de izquierdas que deliberadamente está remarcando Bildu ha ido achicando el que ocupa Elkarrekin Podemos y que, elección tras elección desde que en 2016 ganaran las generales en Euskadi con 333.730 votos, ha ido perdiendo en base a las luchas intestinas y a los virajes de sus sucesivos líderes. Desde ese año ha perdido la mitad de los votos en las elecciones generales -logró 182.674 en las últimas de 2019-, y se ha dejado otros 80.000 en las autonómicas de julio pasado respecto de los 157.000 que logró en las de 2016.

“Mostrando su perfil más izquierdista Bildu está complicando que Elkarrekin Podemos se muestre como un proyecto diferenciado, y con la estrategia de reclamar una coalición de izquierdas, el votante elige a quien podría liderarla, y no es Podemos, sino la izquierda abertzale”, describe la consultora de Marketing Político, Cristina Macazaga. La que fuera parlamentaria vasca y secretaria segunda de la Mesa de la Cámara de Vitoria dimitió junto al secretario general de Podemos Euskadi, Lander Martínez, el pasado febrero, tras perder las primarias. “La maniobra de Pablo Iglesias de atraer a EH Bildu y a ERC para diferenciarse del PSOE, y encima poner en valor en público su influencia como partidos de izquierdas, complica mucho el proyecto de Podemos en Euskadi y en Cataluña”, argumenta. En su opinión, lejos de aprovechar lo que aparentemente podría reforzar la opción morada, en Euskadi les penaliza porque “no ayuda a explicar a los 80.000 votantes, muchos de los cuales se fueron a EH Bildu, cuál es el proyecto diferenciado”.

El último movimiento de Otegi, que hace quince días logró un respaldo superior al 90% de sus bases para apoyar el presupuesto de Pedro Sánchez, poniendo en primer plano su compromiso con los avances sociales y llevando a un segundo plano sus aspiraciones identitarias, el mismo mecanismo con el que el PNV ha ampliado su perímetro hacia la derecha, es un paso más en su estrategia de seguir pescando en el electorado de izquierdas que elección tras elección era mayoritario en Euskadi, aunque dividido entre los socialistas, Podemos y la izquierda abertzale. Apoyar unas cuentas en las que, más allá de las enmiendas pactadas y del clima político que facilita el final de la dispersión de los presos de ETA, hay partidas para financiar la Casa Real, la Guardia Civil, la Policía Nacional, el Ejército y el Tren vasco de Alta Velocidad, demuestra que no van a dar marcha atrás en ese camino de intentar aglutinar todos los votos que le quedan a Podemos. Y eso que EH Bildu y Podemos gobiernan juntos en municipios como Durango, Rentería y Galdakao.

La actual dirección de Elkarrekin Podemos, sin embargo no solo no cuestiona, sino que respalda la negociación de Pablo Iglesias con Bildu con el argumento de que lo prioritario es disponer de unos Presupuestos Generales y de que el espacio político sigue estando en sus manos. Sin embargo, consciente de la pérdida de respaldo electoral, están intentando marcar perfil propio y hace dos semanas sus dirigentes sellaron un pacto de coalición con el PSE en el Ayuntamiento de Irún, Gipuzkoa. Un pacto que resta protagonismo a EH Bildu y evita, después de que el pasado año apoyara los presupuestos municipales socialistas, que aumente su grado de compromiso con el gobierno socialista.

Inmediatamente después, la líder de Podemos Ahal Dugu, Pilar Garrido invitó al PSE-EE a negociar directamente los presupuestos vascos de 2021, repitiendo el papel jugado en Madrid por Pablo Iglesias que preparó el apoyo de EH Bildu y ERC a los presupuestos de Sánchez. “No vamos a negociar los presupuestos con Podemos”, aseguran taxativas fuentes oficiales del PSE-EE vasco. “Podemos hablar con todas las fuerzas del arco parlamentario pero la negociación de los presupuestos corresponde al Gobierno”, responden estas fuentes. Una de las críticas de la actual dirección de Podemos a la anterior fue que dieron su apoyo a los presupuestos vascos de 2020.

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Esa jugada fallida para abrir grietas en la coalición PNV-PSE ha creado además malestar en el PNV al que la secretaria general de Izquierda Unida en Euskadi, Isabel Salud llamó “partido casposo” y auguró que el pacto alcanzado con el PSE en Irún puede abrir el camino del cambio “sin ninguna duda” en otras instituciones. “Nuestros votos para hacer vicepresidente a Iglesias no le parecieron tan casposos”, respondió inmediatamente después la presidenta del PNV en Bizkaia, Itxaso Atutxa.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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