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El alcalde de Sevilla se disculpa tras decir sobre unos ecologistas ante un micrófono abierto que “había que haberlos matado”

Juan Espadas tildó de “peligro público” a una militante ecologista durante un Pleno creyendo que mantenía una conversación privada con el secretario municipal

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en un acto reciente. En vídeo, sus comentarios durante el pleno del pasado jueves.
Javier Martín-Arroyo

El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha pedido disculpas a la militante ecologista local Isabel Camargo, tras tildarla de “peligro público” y de decir sobre su plataforma Ni un árbol menos que “había que haberlos matado”. Espadas hizo estas aseveraciones en una conversación con el secretario municipal que amplificó un micrófono que seguía abierto durante la celebración de un Pleno municipal el pasado jueves.

Cuando Isabel Camargo accedió al estrado se produjo este diálogo en voz baja: “¿Ésta quién es?”, le pregunta el secretario del Ayuntamiento, Luis Enrique Flores, a Espadas. “¿Esta? Esta es un peligro público”, responde el regidor. Y luego añade: “Había que haberlos matado”. Tras filtrarse el vídeo, el alcalde pidió perdón: “Manifiesto mis disculpas, es una frase inconveniente y no debí decirla, aunque fuese de forma coloquial”. Espadas preside la Comisión de medio ambiente, cambio climático y energía del Comité Europeo de las Regiones de la UE así como la Red Española de Ciudades por el Clima.

En paralelo a su disculpa pública, Espadas remitió una carta a la plataforma en la que calificaba de “error” y “expresiones completamente inadecuadas” su intervención durante el Pleno, y aducía que “en el mundo se ha instalado la falta de respeto” aunque él no desea contribuir “al ruido”. Sin embargo, la plataforma rechaza las disculpas porque no las considera veraces. “Al alcalde no le ha traicionado el micrófono, sino su altivez (…) qué mala jugada le ha pasado su subconsciente. No tenemos ninguna esperanza de que este señor vaya a mejorar la ecología urbana de Sevilla”, censura Valle López-Tello, portavoz de la plataforma.

“Espadas no cree en la democracia ni en la participación ciudadana. No quiere que la realidad de la calle se le cuele en su discurso virtual verde, que es ficticio. Su propio plan director admite que hay 20.000 alcorques vacíos donde realmente transitan los ciudadanos. Hay calles en Sevilla que son auténticas travesías en el desierto, intransitables en verano. El alcalde debería agradecer que hay personas que dan su tiempo para denunciar la vigilancia de lo público, y en vez de mejorar se le ha visto el plumero. Todas nuestras sospechas cristalizan en sus comentarios”, añade López-Tello.

Las declaraciones de Valle López-Tello, portavoz de Ni un árbol menos, en el Pleno del pasado 23 de julio.

En la misiva, Espadas comentaba a los ecologistas su deseo de que el incidente fuera “un punto de inflexión” para recuperar “un tono de respeto (...) más allá de las legítimas discrepancias”. Sin embargo, el alcalde criticó el pasado viernes al colectivo por haber acusado a un concejal de tener las manos “manchadas de sangre”, a pesar de que en el vídeo del Pleno se escucha con nitidez “manos manchadas de savia”. “Yo digo lo que yo escuché”, alegó Espadas ante los periodistas.

Las críticas al alcalde también han llegado desde la oposición. “Hay dos Espadas, uno con talante y micrófonos abiertos y otro el que habla, piensa y ejerce con el micrófono cuando piensa que está cerrado (...) Es intolerable que un alcalde haga referencia y vierta tan crudas manifestaciones sobre un colectivo”, ha criticado el portavoz del PP local, Beltrán Pérez.

La plataforma ecologista censura la tala de 4.000 árboles en el viario sevillano desde 2018, a pesar de que muchos ejemplares “estaban sanos según sus propios técnicos y se podían haber salvado”, y recuerda cómo las talas perjudican la calidad del aire, a la avifauna y al ciclo del agua, reduce la sombra en los calurosos veranos y aumenta la temperatura de la ciudad. “Esa tala indiscriminada aún no ha cesado”, denuncia López-Tello. En paralelo, otro colectivo denunció a principios de año “el estrangulamiento de árboles en Sevilla” por adoquines, y reclama a los vecinos su colaboración para eliminarlos.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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