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Bildu apuesta por el sí en los Presupuestos y arrincona aún más a Ciudadanos

Iglesias, que se ha movido para sacar a Arrimadas de la ecuación, aplaude el movimiento de Otegi

A la izquierda, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y el diputado Oskar Matute, la semana pasada en el Congreso con la ministra de Hacienda, María José Montero, y el Secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, negociando los Presupuestos.
A la izquierda, la portavoz de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, y el diputado Oskar Matute, la semana pasada en el Congreso con la ministra de Hacienda, María José Montero, y el Secretario de Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez, negociando los Presupuestos.Borja Puig de la Bellacasa (EFE)

Poco a poco, Unidas Podemos, ERC y ahora Bildu se van moviendo para hacer casi imposible el apoyo de Ciudadanos a los Presupuestos. El propio Arnaldo Otegi, líder de Bildu, ha anunciado este miércoles que su formación está dispuesta a votar sí en los Presupuestos. Y no lo ha hecho en un día cualquiera, sino en la jornada en la que se debaten las enmiendas a la totalidad en el Congreso. Ciudadanos ha decidido no presentarla, y por tanto se coloca dentro de la mayoría que quiere negociar los Presupuestos, pero cada día tiene más presión interna y externa, en los medios de comunicación conservadores, para que salga de ese grupo y vuelva al bloque de la derecha que se opondrá a estas cuentas. Inés Arrimadas ya empezó a salirse de ese apoyo ayer, al exigir al Gobierno que retire la enmienda a la ley de educación que hace que el castellano no sea lengua vehicular en toda España, algo que el Ejecutivo descarta. Aunque de momento en la votación de mañana jueves, Ciudadanos seguirá dentro de la mayoría de apoyo que rechazará las enmiendas a la totalidad, su respaldo empieza a flaquear.

El anuncio de hoy de Otegi, que ha dicho estar encontrando “una receptividad importante” a las propuestas de Bildu por parte del Gobierno en las reuniones y conversaciones que han mantenido, puede ser la puntilla a ese intento de acuerdo que fraguaron durante semanas La Moncloa y la cúpula de Ciudadanos. Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, lleva semanas trabajando de forma discreta para dinamitar esa posibilidad de acuerdo, sacar a Ciudadanos de la ecuación y consolidar la mayoría de la investidura. No es un capricho. Es una opción estratégica de fondo donde todos se juegan mucho para el futuro. El equipo de Sánchez quiere tener a Ciudadanos dentro de la ecuación no solo porque eso abarata la negociación con ERC, sino sobre todo porque en el futuro, con otro resultado electoral, le permite tener más opciones de gobernabilidad, a izquierda y derecha, y no solo la de Unidas Podemos. Y el grupo de Iglesias echa toda la carne en el asador en este asunto precisamente por lo contrario, porque quiere alejar al PSOE de Ciudadanos para garantizar que la mayoría actual, en la que los socialistas gobiernan con Unidas Podemos, nacionalistas e independentistas, se consolide para varios años como forma de forzar al PSOE a quedarse en este bloque de izquierda.

El coordinador de EH Bildu, Arnaldo Otegi, en julio. En vídeo, Otegi confirma la posición favorable de Bildu para votar los PGE.Foto: EFE | EP

Iglesias y Otegi hablan con mucha frecuencia. El líder de Unidas Podemos estaba al tanto del movimiento que iba a hacer Otegi hoy y lo ha celebrado rápidamente. “La disponibilidad de EH Bildu para votar sí a los PGE es una buena noticia. Demuestra responsabilidad y compromiso para avanzar con políticas de izquierdas. El bloque de investidura se refuerza y será de legislatura y de dirección de Estado”, ha señalado. Iglesias lo tiene muy claro: este es el bloque para gobernar muchos años. El sector socialista del Gobierno, aunque en parte también se siente más cómodo con el bloque en el que está ERC, quería apurar el intento de meter dentro de los Presupuestos a Ciudadanos, pero fuentes del Ejecutivo admiten que cada vez será más difícil. Santiago Abascal, líder de Vox, se ha sumado a la presión a Ciudadanos con un mensaje en el que muestra el logotipo de ETA y dice que los Presupuestos llevan la firma de la banda.

Desde el Gobierno trasladan que en ningún caso se aceptará la condición de Cs de retirar la enmienda de la ley de educación pactada con ERC, porque eso implicaría una ruptura total con los republicanos que no se pueden permitir y porque en el Ejecutivo insisten en que este cambio no afecta a la enseñanza del castellano en Cataluña, que seguirá como hasta ahora, y simplemente sirve para consolidar la inmersión lingüística, que lleva funcionando 40 años con éxito, según el análisis del Ejecutivo. Públicamente, los dirigentes socialistas insisten en que cuantos más apoyos tengan los Presupuestos, mejor, y piden que no haya “vetos cruzados”. Pero cada vez es más evidente que Ciudadanos es difícilmente compatible con Unidas Podemos, ERC y Bildu. Aún así, la ruptura no ha llegado y la negociación de las enmiendas seguirá. Adriana Lastra, portavoz del Grupo Socialista, ha señalado que Arrimadas parece estar buscando “excusas” para no estar en la mayoría de los Presupuestos “por motivos internos”, esto es por la presión de un sector de Ciudadanos.

Ciudadanos interpreta el anuncio de Otegi como una jugada de Pablo Iglesias y sus aliados para ahuyentarles del pacto de Presupuestos. Es otra más de las “trampas”, en palabras de fuentes de la dirección de Arrimadas, que el líder de Unidas Podemos y los grupos de la investidura han ido situando en su camino con el objetivo de excluirles de la ecuación presupuestaria. En el partido subrayan que Bildu no ha conseguido nada a cambio de ese anunciado apoyo, o de lo contrario lo habría comunicado, y su estrategia seguirá siendo la misma: aguantar sin levantarse de la mesa de negociación a la espera de que el Gobierno decida por qué socios opta. Cs insiste en que no estará en ningún caso en un pacto en el que también esté Bildu, pero no serán ellos los que se levanten de la mesa antes de tiempo. “Seremos firmes en esa negociación y no nos vamos a levantar hasta el final”, ha confirmado hoy Edmundo Bal, portavoz adjunto de Cs. “El Gobierno sigue teniendo la mano tendida de Ciudadanos”.

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La estrategia del partido de Arrimadas, donde cada vez se tiene más claro que el Gobierno ha elegido a la mayoría de la investidura, es mantenerse en la mesa, por dos motivos. Primero, para seguir arrancando al Ejecutivo medidas socioeconómicas que se aprueben como enmiendas parciales y que sean logros que Cs pueda atribuirse. Solo al final, aunque hayan conseguido varios acuerdos parciales para las cuentas, votarán en contra si no se ha atendido su exigencia sobre el castellano en la enseñanza y si entre los apoyos están grupos como ERC o Bildu, según transmiten fuentes de la máxima confianza de la líder. Hay un segundo objetivo, y es evidenciar que Pedro Sánchez tiene una alternativa “moderada” para sacar las cuentas y que no la elige porque no quiere. Es una forma de redimirse a posteriori de la negativa de Albert Rivera a hacer un acuerdo con el PSOE el año pasado cuando sumaban mayoría absoluta. “Ahora Sánchez ya no podrá decir nunca que Cs no quería pactar y por eso se echó en brazos de ERC y Bildu”, enfatizan en la cúpula de Cs.

Ciudadanos no se levantará de la mesa, pero pedirá todos los días a Sánchez que elija una de las dos vías. “Aquí hay una parte del Gobierno que quiere apoyarse en Bildu y en ERC y otra parte en Cs. Sánchez va a tener que elegir. Nosotros hemos demostrado seriedad, lealtad, hemos negociado estados de alarma”, ha afirmado la líder de Cs en Antena 3. “La mano tendida es de verdad. Somos un partido serio y responsable. ¿Sánchez quiere apoyarse en Bildu y ERC a cambio de que se violen nuestros derechos o quiere irse por la vía moderada? Deberían escuchar más a voces moderadas y no a Iglesias o los de Bildu”. “Los dos caminos son incompatibles y el Gobierno debe elegir: o está con los españoles o con los separatistas”, ha enfatizado su mano derecha, el vicesecretario general, Carlos Cuadrado.

La Moncloa se movió desde mayo para facilitar el giro del partido de Arrimadas, que se mostraba dispuesto a apoyar las cuentas porque está buscando un espacio político diferenciado del PP, más en el centro, que le permita evitar la sangría en la que se había metido después de su desastroso resultado electoral de noviembre de 2019. En ese momento, ERC estaba votando en contra de las prórrogas de alarma y en La Moncloa saltaron todas las alarmas ante el riesgo de no poder aprobar los Presupuestos. El equipo más cercano de Pedro Sánchez, con Félix Bolaños, secretario general de Presidencia, como interlocutor, se movió para amarrar el apoyo de Ciudadanos no solo para los estados de alarma sino también para los Presupuestos. Después de decenas de conversaciones, las cuentas se han diseñado en algunos aspectos, en especial el fiscal, para que Arrimadas pudiera apoyarlas, ya que no contienen subidas de impuestos fuertes salvo para rentas muy altas, por lo que afecta a muy pocas personas. Sin embargo, la presión tanto de Unidas Podemos como de otros socios de Gobierno, en especial ERC, que ya ha dicho en público y en privado que no estará en unas cuentas apoyadas por Ciudadanos ―y menos poco antes de las elecciones catalanas de febrero― y ahora también de Bildu, van a alejando el sueño de La Moncloa de unos Presupuestos con apoyo a los dos lados del hemiciclo. Nadie quiere ser el primero en levantarse de la mesa. Pero todo indica que en algún momento alguien lo hará. El que tiene más números ahora es Ciudadanos.

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