Pedro Sánchez afirma que la campaña de vacunación contra la covid-19 “podría estar lista” en seis meses
El presidente pide a los partidos que trasciendan “la miopía de las líneas rojas” para sacar adelante los Presupuestos antes de fin de año
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha afirmado este jueves en València que la campaña de vacunación en España contra la covid-19 “podría estar lista” dentro de seis meses, es decir, en mayo, coincidiendo con el fin del estado de alarma que aprobó el Ejecutivo central hace dos semanas. “Las nuevas vacunas podrían estar listas para ese momento, acompañando con el cambio de estación, y eso nos ayudará a recuperar progresivamente esa nueva normalidad”, ha dicho el jefe del Ejecutivo, que ha pedido, por otro lado, al resto de fuerzas políticas que trasciendan “la miopía de las líneas rojas” para que los Presupuestos Generales del Estado se aprueben antes de final de año. “Si España acuerda, España gana”, ha subrayado.
Hace dos semanas, el ministro de Sanidad, Salvador Illa, ya anunció que, si la vacuna está lista para entonces, en diciembre España recibiría las primeras dosis (3,1 millones).
Sánchez ha presentado en la capital valenciana el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española, dotado con 72.000 millones de euros de fondos europeos hasta 2023, y que va a ir explicando en las próximas semanas en una gira por todas las comunidades autónomas. El presidente ha reivindicado el ejemplo de la “vía valenciana” [un plan de reconstrucción autonómico apoyado por todos los grupos salvo Vox y consenso con los agentes sociales y económicos] ante la pandemia, que contrasta con la vía de la “provocación constante”, que hay que abandonar “de una vez por todas en el conjunto del país”.
El jefe del Ejecutivo ha advertido de que la segunda ola del virus tiene características diferentes a la primera y ha opinado que la estrategia nacional que se ha diseñado en el Consejo Interterritorial de Sanidad es el camino más adecuado para superarla: unos indicadores comunes homologados y compartidos con las comunidades autónomas, un repertorio de acciones en común, como el nuevo estado de alarma, y una evaluación para verificar la eficacia de las medidas. “La covid-19 no entiende de ideologías ni de fronteras, y si algo hemos aprendido es que solo nuestra disciplina colectiva puede vencer el virus”, ha enfatizado.
Sánchez ha descrito el plan de recuperación como el más importante de la historia de España y el que permitirá acelerar la transformación y modernización de la economía española sobre dos pilares básicos: la transición ecológica y la digitalización. “Tenemos que empezar cuanto antes a aprovechar esta oportunidad”. “No se trata de dinero, se trata de elegir el modelo que queremos”, ha afirmado. Sánchez calcula que el plan supondrá un impacto adicional del 2% anual en el PIB.
El Gobierno aprobará un real decreto ley para gestionar de una manera ágil los fondos europeos para la recuperación económica y social, con una reforma de la ley de contratos del sector público y modificaciones en la ley general de subvenciones, entre otras normas. También se abrirá un debate en torno a la modernización del sistema fiscal para “adaptarlo a la realidad de este siglo”.
Directamente ligado al plan de recuperación está, según Sánchez, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado. “Debemos trascender la miopía de las líneas rojas, de intereses enfrentados, porque nada de eso cuenta [en la lucha contra la covid-19]", ha dicho. El “mayor error colectivo", ha insistido el presidente, sería ignorar el momento decisivo en que se encuentra el país. Por eso es vital “tenerlos aprobados antes de final de año".
Sánchez ha insistido en que es momento de elegir entre unidad o enfrentamiento. “Seamos conscientes del momento histórico y demos ejemplo al resto del mundo. La ruta está trazada, lo que nos queda es ponernos en marcha”, ha concluido.
El presidente valenciano Ximo Puig ha emplazado a las comunidades autónomas a actuar como lo que son, parte del Estado, y a conducirse por “el interés general” y no por “la queja permanente". Puig ha defendido la cogobernanza porque obliga a las autonomías a asumir sus “obligaciones” y se ha dirigido a todas para que actúen alejadas del partidismo: “Aquí no estamos para confrontar sino para ayudar y proteger a los ciudadanos”.
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