PP y Cs logran su sexto escaño en Euskadi a costa de EH Bildu tras el recuento y la suma del voto extranjero

La coalición de PP y Ciudadanos, que recabó cinco parlamentarios en las elecciones vascas del pasado domingo, ha conseguido sumar un representante tras contabilizarse el CERA (voto extranjero) y subsanarse algunos errores en el recuento. Este escaño se corresponde con la circunscripción de Bizkaia y había caído en manos de EH Bildu, por solo 108 votos, que ahora se queda en 21 asientos. De este modo, la alianza que lideró Carlos Iturgaiz consigue un nuevo puesto en la Cámara de Vitoria, que ocupará Luis Gordillo, segundo en la lista vizcaína y líder de Ciudadanos en la región. La misma situación ocurre en Galicia, donde el PP de Feijóo persigue un 42º representante, que ostenta el PSOE por 47 papeletas, y cuyo poseedor final se conocerá el lunes.

Las juntas electorales se han reunido en la mañana de este viernes para escrutar el resultado definitivo, contabilizar el sufragio de los vascos en el extranjero y revisar las actas, tal y como reclamaron PP y Ciudadanos. El voto CERA le ha dado 127 papeletas a la alianza conservadora contra los 180 obtenidos por los abertzales. La aplicación del sistema de reparto electoral de la ley D’Hondt ha provocado que se actualizaran los cocientes de distribución y la diferencia quedase solo en 33 votos de distancia a falta de analizar posibles fallos en las mesas. Ha sido entonces cuando se ha decantado el trasvase del parlamentario en liza. El error ocurrió en un colegio electoral de Abando, en Bilbao, donde la mesa 6-2-A computó 100 votos menos de los definitivos para los de Iturgaiz. Fuentes de esta formación afirman que habían reclamado que en realidad eran 111 y no solo 11 y que confiaban en la revisión para certificarlo. Otra mesa les ha dado otras tres papeletas mientras que en otra los abertzales han perdido una decena de votos. El secretario de Organización de Ciudadanos, el bilbaíno Borja González, valora este escaño “importante y sabroso por arrebatárselo a Bildu” como una “buena noticia para los vascos y los españoles” para oponerse al “nacionalismo radical y defender un proyecto por la igualdad en Euskadi”.

Esta alteración final del resultado impide una eventual mayoría de izquierdas (el PSE-EE obtuvo 10 parlamentarios y Elkarrekin Podemos otros seis), escenario que, no obstante, los socialistas habían rechazado en varias ocasiones pese a la insistencia de Podemos y el beneplácito de los soberanistas. Asimismo, reduce el descalabro del PP que, pese a aliarse con Ciudadanos, cayó de los nueve representantes que obtuvo en la cita electoral de 2016. Este partido ya vio cómo en las elecciones generales del pasado 10 de noviembre, con victoria del PSOE y posterior formación de un Gobierno de coalición con Unidas Podemos, su diputada Beatriz Fanjul pudo entrar en el Congreso de los Diputados tras contabilizar el sufragio en el extranjero correspondiente a la circunscripción de Bizkaia, donde ella partía como cabeza de lista. El recuento autonómico de 2016, en cambio, benefició a los abertzales, que arrebataron un escaño al PNV, vencedor de esos comicios con 28 escaños y que en esta ocasión ha alcanzado tres más.

El discurso de Iturgaiz nada más conocerse los resultados el pasado domingo incidió en la búsqueda de este sexto escaño para aliviar la acusada caída en votos. Los entonces cinco parlamentarios, no obstante, sirvieron para que el candidato a lehendakari se jactara de ellos y asegurara que habían “ganado a las encuestas”. A su vez, acusó a José Félix Tezanos, presidente del CIS, de haberse “columpiado una vez más” sobre las estimaciones de apoyo en las urnas.